El hondano que encontró en el cultivo de albahaca el éxito empresarial

Jaime Iván Ocampo y Sandra Milena Ávila han estado unidos desde hace 30 años, según el empresario sin el apoyo de su esposa no hubiera sacado su proyecto adelante.
Por avatares de la vida, después de explorar en varios negocios y trabajar en la industria petrolera, Jaime Ocampo creó en su tierra, Honda, una empresa exportadora de albahaca.
PUBLICIDAD

Jaime Iván Ocampo dice que perdió la cuenta de las veces que quebró en los negocios, situación que lo llevó a emplearse por primera vez a sus 36 años en la industria petrolera. Pero el destino le tenía preparado su negocio, no desistió en su búsqueda de crear empresa, y combinando al amor por Honda y por el campo, le apostó a sembrar albahaca.

En la actualidad Fresh & Green, la empresa que Ocampo fundó junto a su esposa hace cinco años, produce la albahaca que se comercializa en restaurantes y supermercados de Estados Unidos. Su sueño, tras la experiencia de convertirse en exportador, que Honda se vuelque a la explotación agrícola para generar más empleo.

EL NUEVO DÍA habló con el empresario sobre la producción de albahaca, su expectativa de la economía de Honda y la proyección de su empresa.

 

El camino

EL NUEVO DÍA: ¿Quién es Jaime Iván Ocampo Hincapié?

Jaime Iván Ocampo: Nací en Fresno pero he vivido toda vida en Honda, mis padres, mi esposa, mis hijos, todos nos hemos criado aquí. Soy administrador agropecuario de profesión y campesino de oficio.

Actualmente tengo una explotación agropecuaria entre los límites de Honda y Mariquita, es un cultivo de albahaca, tal vez la reina de las hierbas aromáticas. Por las condiciones de clima y luminosidad que presenta el municipio hace que sea uno de los mejores lugares para cosechar la hierba.

E.N.D.: ¿Probó en muchos negocios antes de crear su empresa de comercialización de albahaca?

J.I.O.: Siempre fui muy inquieto desde pequeño por trabajar, rebuscando en todo lo que pudiera, intenté con comercialización de ganado, con cultivos de pancoger, vendiendo peces ornamentales en el Amazonas, entre otros negocios.

Las albahaca primero se siembra en un semillero durante 15 días, después pasa a ser cultivada en el terreno otros 10 días, pasado este tiempo empieza el proceso de corte. Los trabajadores van recogiendo las plantas en neveras de icopor.

Pero junto a mi esposa siempre tuvimos claro que si un negocio no nos daba ya estamos arrancando con el otro, y por fin, hace como cinco años empezamos con el tema de exportar albahaca.

E.N.D.: ¿Qué hacía antes de montar su empresa?

J.I.O.: Me tocó buscar empleo fijo por primera vez en la vida casi a mis 38 años, siempre había sido independiente, laborando en la calle como digo yo, es así que trabajé ocho años en la industria petrolera, lejos de mi familia y mi tierra.

Y en la crisis del sector a finales de 2014 ya me vinieron las ganas de devolverme a Honda, llegué a hacer fila en los bancos a mirar cómo podía iniciar mi proyecto de agricultura, por fortuna me escucharon y arranqué la última semana de 2014 con Fresh & Green.

E.N.D.: ¿Cómo descubrió que este podía ser su negocio?

J.I.O.: Conocía por mis estudios agropecuarios muchos cultivos, y unos amigos ya se habían dedicado a este de la albahaca, paralelo, estuve muy pendiente en la época que estuve lejos, mirándolos, siempre con ganas de hacer lo mismo y de iniciar mi proyecto.

Por fortuna tomé la decisión y con ayuda de Dios todo se dio para después de mucho tiempo iniciar. Empezamos arrendando el espacio en una finca que tenía algunos problemas judiciales, y en ese mismo año esa hacienda se remató y con ayuda del banco logré hacerme a ella, y aquí aprendimos y seguimos aprendiendo.

La albahaca se empaca y procesa en un cuarto frío. Desde el momento en que se empaca el producto tarda tres días en llegar a Estados Unidos.

E.N.D.: Usted ya exporta la albahaca, ¿fue difícil alcanzar el mercado extranjero?

J.I.O.: El primer año estuve con la venta local y ya en el 2016 tramitamos todos los papeles, requisitos ante el Ica, la Dian, en fin, pero empecé a exportar, no fue difícil conseguir los clientes, llamé y ofrecí el producto y antes de conocer los compradores extranjeros personalmente ya arranqué casi que a pura confianza.

Al principio nos equivocamos pero va uno cogiéndole el tiro al tema y se va volviendo más mecánico.

E.N.D.: ¿A dónde exportan?

J.I.O.: Por ahora solo a Estados Unidos, de ahí se vende a Nueva York y Miami, y ellos a su vez distribuyen la hierba hacia otros estados.

E.N.D.: ¿Pero en qué consiste su negocio?

J.I.O.: El producto de nosotros es la venta de albahaca en fresco, no hacemos ningún otro proceso con ella, la cosechamos y empacamos tratando máximo al otro día de despacharla sin perder la cadena de frío. De esta manera llega al productor y la idea es que esté en el cliente final, bien sea un supermercado o un restaurante, al tercer día de ser cortada. Son procesos muy rápidos porque es un producto muy perecedero.

Ellos en vez de hacer un pedido grande, prefieren importar varias veces a la semana para mantener el producto fresco allá, entonces nuestra producción es de todos los días.

E.N.D.: ¿Cuántos empleos genera, son personas de la región?

J.I.O.: En la finca trabajamos 42 operarios, estamos repartidos hombres y mujeres, la mayoría de la mujeres son madres cabeza de hogar, y toda es población hondana. Son trabajadores totalmente formales, con todos los requisitos de ley, y también se generan 12 empleos indirectos.

E.N.D.: ¿En este sentido, qué significan sus empleados para usted?

J.I.O.: Ellos son la base, sin el apoyo de mi gente no se puede llevar a cabo nada, están totalmente comprometidos con la empresa, un ejemplo, es que la mayoría están conmigo desde el inicio y la rotación es mínima. Tratamos de tener muy buen ambiente laboral, eso quiere decir que estamos amañados los unos con los otros y en pro de sacar este proyecto adelante.

E.N.D.: ¿Cómo se proyecta como empresario?

J.I.O.: Tengo algo en mente, y es que quisiera que en mi pueblo se mirara más hacia la agricultura, somos pescadores por esencia y por historia ganaderos, estamos rodeados de fincas ganaderas, que realmente es muy poco el empleo que generan, un predio de 200 hectáreas con 200 reses lo maneja el mayordomo y un ayudante.

Mientras nosotros en tres hectáreas creamos 40 empleos, ¡hombre!, yo quisiera promocionar la actividad agrícola aquí, enseñarle a mis vecinos sobre este cultivo, ojalá que lográramos ser exportadores todos, así me veo, siendo un eje de apoyo.

E.N.D.: Usted habla mucho del campo, ¿de dónde surge ese amor?

J.I.O.: Los que tenemos cierta edad, todos estamos relacionados con el campo porque nuestros ancestros eran campesinos, mis abuelos, uno era arriero de Caldas y el otro tenía su finquita cafetera acá en el Tolima, entonces por ahí viene.

Pero nunca había tenido la finca para explorar mi campesino interno, era mi sueño frustrado, y ahora lo estoy cumpliendo.

E.N.D.: A sus 49 años consolidó su empresa, ¿cuál cree que fue la clave?

J.I.O.: Aquí jalan dos aspectos muy importantes, uno el amor por el campo, la otra, el amor por mi tierra, quisiera no haber salido nunca de Honda, quería hacer esas dos cosas, vivir en mi pueblo y estar en el campo. Y pues cuando uno hace lo que le gusta puede trabajar 20 horas al día y no se da cuenta.

E.N.D.: ¿Ha tenido momentos difíciles en los que quiso tirar la toalla con los negocios?

J.I.O.: No alcanzaría la entrevista si cuento las veces que me he quebrado en los negocios (risas), pero siempre tratando de salir adelante, la vida da vueltas y lo importante es sobrellevar todo. Estuve hasta en Estados Unidos un año, me fui a vender hamburguesas y lavar baños, pero obvio que eso no era lo mío.

Albahaca

E.N.D.: ¿Cómo percibe la economía del municipio, qué le falta?

J.I.O.: No sé mucho de los problemas que pudiera tener Honda, pero creo que la agricultura sería una salida al menos para la generación de empleo, y cuando hay empleo hay riqueza y se empieza a mover todo, el comercio, la plaza de mercado, no si otro sector pueda generar más dinámica económica.

E.N.D.: ¿Qué representa Honda para usted?

J.I.O.: Amo este pueblo y amo su gente. Y viéndolo ya desde la perspectiva de empresarios, quiero ayudar a que progrese, estoy en un momento que puedo transmitir conocimientos, de retribuir y eso me tiene en una tranquilidad y alegría constante.

E.N.D.: ¿Qué valores le inculcaron sus padres?

J.I.O.: Primero la honradez, porque hay que ser honrado hasta con uno mismo, las ganas de trabajar, y de ser siempre buena persona, porque sino nada de lo que uno emprenda va a salir bien, hay que ser íntegro en todo.

E.N.D.: ¿Cómo ha influido su esposa en su crecimiento empresarial?

J.I.O.: Sandra Milena Ávila, es mi alma gemela, me ha aguantado con todos los proyectos por 30 años. Le quiero agradecer porque sin ella no hubiera podido haber creado esta empresa, ella es fonoaudióloga pero está aquí de campesina realizando el control de calidad, no se mueve nada sin su visto bueno.

E.N.D.: ¿Qué consejo le daría a un emprendedor?

J.I.O.: Definitivamente tiene que tener un conocimiento de lo que va hacer para no fracasar, pero igualmente nada está escrito, ni siquiera con copiar el modelo de otra empresa, o tener todo en bandeja de plata, porque hay mil variables que hay que contemplar cuando se crea empresa, y la clave es no desistir.

 

Dato

La finca de Jaime Ocampo comprende tres hectáreas cultivadas todas con albahaca, por lo cual emplea 42 personas y genera otros 12 empleos indirectos.

 

Frase

"La agricultura sería una salida para generar empleo en Honda, porque cuando hay trabajo hay riqueza y se mueve la economía".

Credito
EL NUEVO DÍA

Comentarios