Tokens no fungibles, la nueva tendencia de comercializar arte digital

Crédito: EFE / El Nuevo DíaEl arte digital ahora se denomina como criptoarte.
En diálogo con EL NUEVO DÍA, Mauricio Tovar, director del grupo de investigación InTIColombia de la Universidad Nacional de Colombia, explicó cuál es la nueva ola digital relacionada con las criptomonedas.
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Un nuevo fenómeno digital ha captado la atención del mundo, los tokens no fungibles, por su traducción en inglés Non-fungible token (NFT), una tendencia a comercializar piezas digitales en el mercado de las criptomonedas. Esta forma de compra-venta entre artistas y coleccionistas digitales parece empezar a despegar.

El tema causó revuelo cuando el pasado 11 de marzo la casa de subastas Christie’s vendió un collage de imágenes digitales del artista Mike Winkelmann conocido como Beeple, en US $69 millones. Desde ese momento, acerca de los NFT han surgido varios interrogantes.

 

NFT, paradigma de lo digital

De acuerdo con Mauricio Tovar, representante de Colombia ante la Alianza Blockchain Iberoamérica, los tokens no fungibles son como criptomonedas únicas, pero que tienen las mismas funcionalidades de un bitcoin, es decir, que se pueden transferir, vender y comprar, la diferencia es que representan piezas digitales únicas.

Estas piezas pueden ser obras de artes, una fotografía, un video, música, como también cualquier imagen en formato digital que se pueda comercializar en los mercados de las criptomonedas.

“Esta tecnología abre la posibilidad a los artistas de llegar a sus seguidores y ofrecer su arte sin necesidad de intermediarios, que generalmente se llevan la mayor tajada en este comercio”, explicó Tovar.

 

¿Cómo funciona la transacción?

Los NFT se venden en las plataformas que funcionan con la tecnología blockchain (cadenas de bloque), sistema base de las criptomonedas.

“Una de las plataformas más conocidas es Open Sea, allí el proceso es algo similar a enviar un correo con datos adjuntos, obviamente con un grado de complejidad. Entonces el artista describe su creación y sube la obra al sistema para convertirla en un NFT”, acotó Mauricio Tovar.

 

No es sólo arte

Sin embargo, lo que más sorprende de los tokens no fungibles, es que no se remite solamente al arte, un simple meme o tuit también puede ser vendido a pesar de que hayan sido copiados millones de veces. En estos casos se compra igualmente la propiedad de la pieza, de allí lo paradójico de esta tendencia.

“Es un poco loco, pero el valor de las cosas es muy desconcertante. Cuando nos referimos al arte, es difícil identificar porque una persona en particular le da un valor y no otro a la obra, el hecho de que no lo entendamos no significa que no tenga valor.

Hay algo que sí es cierto y es que a los seres humanos por alguna razón nos gusta lo que es escaso y único. Eso no significa que los precios actuales de los NFT tal vez pueden estar inflados, la verdad es muy difícil saberlo”, comentó el experto en blockchain.

 

En Colombia

Según Mauricio Tovar, ya varios artistas colombianos han vendido sus obras en forma de tokens no fungibles, uno de estos casos es el de Camila Fierro, más conocida en el mundo artístico como ‘Fira’. La ingeniera civil ha vendido parte de una colección en Open Sea, por lo que la definen como una de las primeras criptoartistas de Latinoamérica.

Y es que el blockchain, sistema con el que funcionan los tokens, gana terreno en Colombia. Por ejemplo, casas de cambio de criptomonedas como Buda.com han informado que en el país se estarían moviendo 100 millones de dólares al mes.

Algunos apuntan a que este interés por el intercambio digital tiene relación con un cambio generacional.

Sin embargo, a pesar de las cifras, el director de InTIColombia advierte que hay que tener conocimiento técnico para entrar a este mercado, “no lo considero sencillo, pero cada vez va a ser más práctico”.

No obstante, concluyó: “Aconsejaría que nunca inviertan en algo que no conozcan, y lo segundo, que experimenten con poco dinero para que entiendan el funcionamiento”.

Credito
REDACCIÓN ECONOMÍA

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