Su último recurso fue amarrarse a la antena del piso 11

JORGE CUÉLLAR – EL NUEVO DÍA
“Llamar la atención”, fue el firme propósito que tuvo Lelis Ávila Legro desde un comienzo. Él es jubilado de la empresa Telecom y exige que se haga la respectiva reliquidación de su pensión. Su situación económica es crítica.

 No sólo era un hombre de 72 años sentado en una antena ubicada en el piso 11 del edificio de la Gobernación del Tolima, era una historia de vida.

Lelis Ávila Legro, quien pensaba que a su edad estaría disfrutando de su familia y una pensión que le ayudara si quiera a cubrir sus gastos, vive un panorama contrario por cuenta, según él, de las equivocadas decisiones del Gobierno nacional.


Ayer, mientras al edifico de la Gobernación entraban y salían personas, Lelis estaba terciando su bolso negro y subiendo a una de las antenas ubicadas en el último piso; no sin antes dejar en pleno centro del parque Murillo Toro una pancarta que decía: Señores Juan Manuel Santos, Rafael Pardo y Eduardo Montealegre agradezco la solidaridad y tolerancia a la denuncia que presento contra Telecom Col.


Y aquí empieza la historia.


19 años, seis meses y ocho días de trabajo
El 5 de enero de 1984, el personaje que estuvo agarrado por más de siete horas a una antena de telecomunicaciones, ingresó a trabajar como reparador de teléfonos públicos en Teletolima, una de las 12 empresas satélites   de Telecom.

Lelis fue operado el 5 de de octubre de 2003 y tiempo después recibió una carta de despido aún cuando se encontraba en una clínica de la ciudad, recuperándose de una cirugía por problemas en la vesícula.


El despido se dio por el decreto presidencial 1612 del 5 de diciembre de 2003, luego de que el Gobierno nacional en cabeza del expresidente Álvaro Uribe anunciara la liquidación de Telecom y con ello el despido de cuatro mil 900 personas de la empresa de telecomunicaciones más importante del país.


En su momento, algunos medios nacionales como Semana publicó que “entre sus argumentos para decidir esta vía, el gobierno argumentó que fueron los costos laborales los que llevaron a la liquidación como única solución posible a los problemas financieros que presentaba la empresa”.


Lo que fue Telecom pasó a manos de lo que ahora se conoce como la empresa española Telefónica-Movistar.


Lesli cuando fue liquidado a través de Caprecom ganaba un millón 040 mil 456 pesos, más el 35 por ciento por convención; sin embargo, su pensión hoy no supera los 600 mil pesos sin contar que esta entidad lo jubiló por edad y no por tiempo.

    
La tragedia
Mientras su esposo continuaba agarrado a la antena en pleno sol, Flor Alba Bocanegra contó que decenas de tutelas se han interpuesto para que se realice una reliquidación de la pensión, pero hasta el momento no ha pasado nada.

Pero lo triste no es solo eso, Flor contó que la pensión de su esposo sólo alcanza para el colegio de los niños y el arriendo, ya que la casa que estaban pagando fue rematada por el Fondo Nacional del Ahorro. Indicó que cuando el colegio de los niños no es cancelado a tiempo, ellos son enviados a la biblioteca de la institución.


Con dos hijos menores de edad -16 y 12 años- Flor contó que mientras su hija llora por la situación que atraviesan, su hijo mayor expresa que “si no hay, qué le vamos a hacer”.


La esposa de Lelis recordó que muchas veces su hijo intercambia zapatos con él, para poder salir a la calle.


El menor de 16 años entrena taekondo y es uno de los mejores deportistas. Tiene la oportunidad de participar en Copa Colombia, pero sin plata es imposible, dijo la mujer desconsolada en diálogo con EL NUEVO DÍA.


Mirella, cuñada del pensionado dijo también que muchas veces han estado sin qué comer y que la situación es muy crítica.    Luego de algunos minutos, Flor concluye que han estado solos y que ‘todos les han dado la espalda’.


Los ciudadanos dan la espalda
Docenas de miradas desde el primer piso, autoridades en la azotea de la Gobernación y gritos que causaban indignación entre algunos,  hicieron parte del panorama ayer en el centro de Ibagué.

Sin que pasara al menos una hora de la presencia de Lelis, espectadores -unos cuantos- renegaban por la actitud del hombre de 72 años.

Y como si la vida de las demás personas valieran poco o nada, otros gritaban “que se tire”.

Sin conocer la historia, muchos crucificaron a Lelis por su actitud, aún cuando él tenía claro desde un comienzo que no terminaría con su vida de esa manera y que llegó hasta esa antena para llamar la atención de las autoridades, incluso hasta de los mismos ciudadanos, pero ya había agotado sus recursos y por eso tuvo que recurrir a ello.

Habló Lelis
Sólo hasta las 6:00 de la tarde, Lelis decidió bajar de la antena. No lo hizo cuando su esposa o su hijo se lo pidieron, sino que debió hacer presencia su amigo Pepe Cáceres, quien había trabajado con él, y fue la persona que lo convenció de ceder.


“Agradezco muchísimo a las personas que me han apoyado”, fue lo primero que dijo Lelis a los medios de comunicación. Lamentó que su esposa haya tenido que salir de su casa enferma y “soportar esta situación”.

Insistió además en que Telecom o Caprecom debe pagar su pensión con retén social o por convención “no estoy pidiendo, estoy exigiendo el reconocimiento de mis años trabajados”.

LA EMERGENCIA
El secretario de Gobierno, Disraeli Labrador, integrantes del Cuerpo de Bomberos, Defensa Civil, Cruz Roja y Policía del Tolima estuvieron atentos desde un comienzo a prestarle atención a Lelis. Luego de mucha insistencia, finalmente las autoridades optaron por levantar una acta en la que se comprometían a otorgarle un mercado mensual, el aporte necesario para el arriendo de su vivienda y unos anteojos para su hija.

Entre tanto, el rector de la Universidad del Tolima, Héctor Villarraga, quien también estuvo presente, se comprometió a asesorarlo jurídicamente en el tema de la tutela y la reliquidación de la pensión.

Se espera que hoy a las 8:00 de la mañana, Lelis Ávila Legro se reúna con el gobernador del Tolima, Luis Carlos Delgado Peñón.

Credito
EL NUEVO DÍA

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