Los casos de extorsión aumentan en el Tolima, razón por la cual las autoridades policiales del Departamento iniciaron investigaciones con el fin de buscar el origen de las intimidaciones y dar con el paradero de los delincuentes, acciones que ya dieron los primeros resultados.

El comandante de la Policía Tolima, coronel Élber Velasco Garavito, dijo a EL NUEVO DÍA que la institución está en un amplio dispositivo debido a que han detectado un incremento en los casos.

“Este año la Policía ha conocido 168 llamadas extorsivas desde la cárcel de Picaleña. Eso nos tiene muy preocupados. Además, hay 20 llamadas de la delincuencia común y 15 que se le imputan a las Farc”, afirmó.

En el caso de las llamadas extorsivas desde Picaleña, las autoridades policiales han notado que se hace a personas de poblaciones como Guamo, Ortega, Natagaima, Coyaima y Espinal.

“Ya se ha hecho cuatro capturas cuando los delincuentes cobraban las extorsiones”, indicó el Coronel.

Y agregó que avanza un proceso de investigación criminal con la Fiscalía General de la Nación, donde ya hay evidencias importantes para solicitar por ahora cinco órdenes de captura, de ellas tres son los cabecillas que están liderando las llamadas extorsivas desde la cárcel.

“Esto va unido al registro de la Policía y el Inpec en Picaleña el 16 de junio pasado, donde se decomisó 54 celulares, 208 simcard, ocho memory cards, tres millones 600 mil pesos en efectivo, 49 baterías para celular, ocho cargadores y 18 manos libres. Lo que ahora hemos diseñado contra este tipo de delincuencia es incrementar este tipo de registros en esta cárcel y hacer un trabajo de prevención con las víctimas para darles tranquilidad”, expresó Velasco.

E invitó a las personas intimidadas a denunciar en la Policía, donde se les asesorará.

“Se les dice que la llamada se hace desde una cárcel, razón por la cual el afectado puede seguir con sus actividades diarias”, explicó.

Funerarias intimidadas

Uno de los gremios afectados con las extorsiones es el de las funerarias, en especial las que laboran en municipios del Sur del Tolima.

Según el coronel, se ha atendido requerimientos de casas fúnebres especialmente de Chaparral por llamadas extorsivas que le han realizado.

“Aquí el modus operandi consiste en que les hacen llamadas telefónicas y les piden un servicio funerario a determinado lugar, generalmente rural. Cuando llega el vehículo funerario reciben una nueva llamada y les ordenan que apaguen el carro, que el conductor apague el celular porque los están viendo y les van a activar un artefacto explosivo y les dan una o dos horas para que consignen en una cuenta determinada una suma de dinero”, aseguró.

La Policía Tolima ya ha conocido dos hechos: uno a la funeraria en Chaparral y a empresas de grúas del sur del Tolima, en especial en Ataco.

“Hemos recuperado los vehículos y corroboramos que las llamadas las hacen desde la cárcel de Picaleña”, concluyó.

INTIMIDACIONES EN GUAMO

Los casos de extorsiones que están sucediendo en Guamo tienen asustados a algunos ciudadanos, tanto así que las autoridades policiales del municipio iniciaron una jornada para que quienes sean intimidados hagan las respectivas denuncias de manera personal en la Estación de Policía o por llamadas telefónicas.

Este flagelo prendió las alarmas en el municipio, debido a que se ha conocido por parte de las autoridades policiales que algunos comerciantes y ciudadanos son víctimas de llamadas extorsivas en que les exigen dinero en efectivo y hasta recargas de celulares, de lo contrario atentarán contra los afectados o sus familiares.

Según el comandante de la Policía de Guamo, teniente Néstor Andrés Triana Castaño, en la población se han venido presentando extorsiones al parecer desde las cárceles, donde los que realizan las llamadas se hacen pasar por integrantes de grupos ilegales y a las víctimas les exigen dinero.

“Los contactan desde las cárceles y les dicen que de no acceder a sus requerimientos ya saben dónde viven las víctimas y sus familiares, razón por la cual si los afectados no colaboran, los asesinarán”, dijo el teniente Triana.

Y agregó que los intimidados no son solo comerciantes, tenderos, agricultores o ganaderos de la zona, sino personas del común que son ubicadas por los delincuentes, a quienes también intimidan.