Una llamada sentenció la muerte de tolimense

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
“Cuídese Janeth que hoy la mato. Compré un cuchillo para asesinarla”, con estas escalofriantes palabras comenzó el suplicio de María Janeth Martínez Galindo (25 años), el martes en la mañana.

La amenaza venía presuntamente de su exesposo y padre de su hija de seis años, José Eudoro Rubiano Méndez, quien a través de una llamada le prometió la muerte.

La sentencia no fue en vano. Esta vez Rubiano decidió quitarle la vida a la mujer con quien compartió ocho años de relación.

La llamada

A las 9 a.m. el teléfono de María Janeth repicó varias veces. La mujer, en medio de su jornada laboral en la cafetería del colegio Japón, decidió responder. El interlocutor era José Eudoro Rubiano (de 29 años), quien supuestamente juró que ese mismo día la iba a matar.

La amenaza causó temor en María Janeth. No obstante, según sus amigas, la joven prefirió olvidar la advertencia, pues no era la primera vez que su ‘ex’ la amedrentaba de esa forma.

“Aunque ya estaba acostumbrada a las malas palabras de él, ella estaba asustada, angustiada y tenía un mal presentimiento, dijo una compañera de trabajo. Y no era para menos, en la cabeza de Rubiano Méndez había un plan macabro en contra de Janeth. Él no soportaba la idea de que esta mujer se hubiera ido de su lado”.

Celos fatales

Aquella tarde la mujer, oriunda de Honda (Tolima), salió del colegio con una amiga. Eran las 5 p.m. cuando Janeth caminaba por la carrera 78B con calle 38C sur. Justo en la esquina de este sector comercial (Japón, en Kennedy), Rubiano abordó a la joven y con un cuchillo se abalanzó por la espalda. Sin piedad le clavó el puñal once veces, así lo afirmaron los testigos.

Janeth trató de huir, pero la fuerza del hombre le ganó. Los vecinos llamaron a la Policía y a él le pedían que la dejara en paz, pero José parecía un demonio que no escuchaba súplicas.

Cuando la joven se quedó sin fuerzas y cayó al suelo, su verdugo se refugió en una heladería. A la llegada de las autoridades, todos señalaron en dónde estaba escondido Rubiano. Sus manos estaban ensangrentadas y el cuchillo lo tiró a la calle.

Entre tanto, María Janeth fue trasladada al hospital de Kennedy. Los médicos determinaron que tenía 11 heridas en su cuerpo, de las cuales dos la alejaban de la posibilidad de seguir con vida.

Aunque la bella mujer se aferró al mundo para seguir al lado de su pequeña, las dos heridas en su pecho la obligaron a partir hacia las 9 p.m. del martes anterior.

Credito
COLPRENSA

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