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Es por ello que surgió el Día de los Amores Imposibles y hoy en su celebración internacional, conoceremos la historia de Luis, un hombre de negocios, exitoso y de grandes virtudes, quien se enfocó tanto en crecer profesionalmente, que su vida sentimental dejó de tener un papel protagónico en su historia hace mucho tiempo.
Poco después de obtener su Doctorado en Estudios de Derecho, Luis conoció a Natalia, secretaria de su colega en el bufete de abogados; una mujer inteligente, atractiva, alegre y encantadora, que lo enamoró por completo.
En su afán de conquistarla, con toda clase de atenciones, Luis organizó la que sería su primera cita, con la intención de conocerse mejor, “fuimos por un cafecito a Juan Valdez”, al principio todo iba bien, hasta que en medio de la cita, el celular de Natalia sonó, “llamada entrante… Amor”, surge del altavoz, un tono fino y agudo, similar a la voz de ella, Natalia tenía pareja y además, era una mujer.
Como el caso de Luis hay muchas otras historias, pero, ¿qué hay detrás de los amores imposibles?, ¿por qué en la mayoría de los casos están destinados al fracaso?, en respuesta, Karen Montenegro, psicóloga egresada de la Universidad de Ibagué, comenta: “Para saber si un amor es imposible o no, es importante identificar la fantasía y la ficción que muchas veces relacionamos a estos casos”.
Karen agrega: “En ocasiones, dejamos volar mucho la imaginación, es natural y en ese vuelo de pensamientos efímeros, creamos momentos e historias fuera de lo real, nos convencemos de algo que no es y nuestro inconsciente identifica un pensamiento constante de deseo y lo representa en estado de enamoramiento. El error más común de los amores unilaterales o imposibles es suponer que ambas partes comparten los mismos sentimientos por el otro”.
Lo cierto es que el amor nos llena de energía y cuando es correspondido, nos genera una sensación similar a lo invencible, sentimos que todo es posible, y vemos los resultados incluso, reflejados en nuestra productividad diaria, rendimiento laboral, logros alcanzados, actitud positiva en todo, y aunque no lo notemos a simple vista, estar enamorados nos suaviza la vida.
En ocasiones queremos tanto tener algo que pasamos las señales de alerta, insistiendo con capricho en lo que está destinado al fracaso, lo importante es aprender a identificar, superar y olvidar.
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