Escojamos pensando, no sintiendo

Eduardo Pilonieta Pinilla

Hemos advertido que el Petrismo es la entrada al caos social como se puede observar en los países que han usado el mismo modelo político que se nos está imponiendo.
PUBLICIDAD

 

Colombia tiene una perspectiva angustiante, pues la forma de gobierno que se está implementando pretende volver todo un embrollo so pretexto que éste, se supone, es el gobierno del cambio. 

Hoy quienes mueven la economía prefieren frenar su desarrollo esperando a ver cómo quedará el país después de este festival de reformas que no buscan una mejora en sus modelos, sino que pretende sustituirlos sin importar sus efectos.

Estas elecciones preocupan, pues estamos siguiendo el libreto de Chávez en Venezuela: dividir los partidos, atomizar las candidaturas, tomarse las Gobernaciones, Alcaldías, Asambleas Departamentales y los Concejos Municipales, unificando la acción política e imponiendo ese modelo, que no queremos tener. Es hora de abrir los ojos, vencer la apatía, concurrir a las urnas y con el voto de opinión derrotar el amarrado que magistralmente utilizarán en el país.

El Petrismo tiene varios candidatos y todos los debemos conocer, los vemos abrazando al presidente y si logran elegirse crearán la fuerza política para que por esa vía llegue la “dictadura democrática” que tienen otros países.

Hoy, como están las cosas en Santander, se saldrá electo con una fracción mínima de votos, pues no hay cama pa´ tanta gente y eso lo saben bien quienes manejan las izquierdas, máxime aquéllas que han demostrado la capacidad que tienen de sublevar este país, suerte que no nos merecemos. 

Con el voto de opinión lograremos impedírselo, ejerciendo el derecho constitucional de elegir y ser elegido; por eso insistimos en las amenazas que se ciernen sobre Colombia, especialmente el Petrismo y la corrupción y es nuestro deber evitar la catástrofe que se avecina.

Analicemos quiénes son, quiénes están detrás de ellos, qué proponen y con qué capital pueden cumplir lo propuesto, pues estos monumentales proyectos que nos anuncian no se pueden desarrollar si no hay dinero para lograrlo.

Tengan cuidado; los candidatos ofrecen cambiar el mundo, pero ninguno dice cómo ni con qué lo hará; por lo tanto, son promesas de recién parida. Ojo: miremos con atención y escojamos muy bien para no caer en la trampa que nos tienen preparada pues ella será nuestra perdición.

 

EDUARDO PILONETA PINILLA

Comentarios