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Pero también señaló que la dominación se extiende al Catatumbo, al sur de Bolívar, a gran parte del sur Occidente colombiano agregando que en esas zonas hay un control territorial evidente que además deriva en una situación de dominación de hecho de la población en otras regiones como el Putumayo, Nariño, Caquetá, Cauca, Arauca, parte del Meta, entre otras.
Eso quiere decir que los elenos controlan una parte importante del territorio nacional con sus integrantes. Allí imponen sus reglas y códigos de conducta. Por lo tanto, el balbuciente Ministro de Defensa, Iván Velásquez, que le pide permiso a una palabra para decir la otra, y el comandante de las Fuerzas Militares no nos pueden decir a los colombianos que el Estado a través de sus efectivos están haciendo presencia en todo el territorio nacional. Pura paja. Las declaraciones de Lafaurie desmienten cualquier afirmación de esos funcionarios nacionales. Y él tiene argumentos para sostener lo que dijo al periódico mencionado.
Y qué decir de las disidencias de las Farc y la Segunda Marquetalia. Hacen otro tanto en diferentes regiones del país, copando los espacios que por años las fuerzas del Estado han dejado abandonados, sin Dios ni ley. O no les parece una total ausencia gubernamental lo que ocurrió hace unos días en el Norte de Santander, en zona rural, donde las disidencias mencionadas “inauguraron” unos puentes y vías, con cura abordo bendiciendo esas obras, comunidad presente totalmente sometida a esos bandidos, y hasta organizaron un partido de fútbol. La conclusión es muy sencilla: estamos siendo gobernados por unos mentirosos, incapaces de defendernos de esos grupos criminales que se desplazan a lo largo y ancho de Colombia sin que sean enfrentados o controlados, y en consecuencia hacen todo lo que a ellos les parece y conviene. Así de sencillo y así de claro.
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