¿Qué es?

Es un tipo de cáncer que se presenta en el sistema linfático, compuesto por una amplia red de vasos, o tubos finos bien conocidos como ganglios linfáticos, que se ubican en diferentes partes del cuerpo como axilas, cuello, tórax y abdomen. La función principal de este sistema es transportar un líquido conocido como linfa, que a su vez contiene los linfocitos, un tipo de célula de la inmunidad adquirida, de gran importancia para el control de diversas infecciones. 

¿Qué sucede?

Cuando una persona padece de un linfoma, esto significa que sus linfocitos están fuera de control, es decir que los mismos se dividen de forma anormal o no mueren cuando deberían hacerlo. Estos linfocitos anormales pueden agruparse en los ganglios linfáticos, haciendo que aumenten de tamaño al formarse tumores.

Una vez se produce el linfoma, puede afectar los ganglios linfáticos de todas las partes del cuerpo, así como a otros órganos tales como el bazo o la médula ósea. Al igual que otros tipos de cáncer, el linfoma puede afectar la función del tejido afectado, y a una gran variedad de órganos, gracias a su facilidad de entrar y salir del sistema linfático. 

¿Es frecuente?

Este tipo de cáncer es agresivo y es uno de los más frecuentes en cuanto a incidencia. Cada año desde los últimos 20 tenemos más casos y hoy en día está catalogado entre las siete causas de cáncer. (En Colombia se presentan más de dos mil 700 pacientes diagnosticados cada año y cerca de mil 100 muertes por este motivo). 

¿A quiénes afecta?

Afectan a todas las personas en cualquier edad; sin embargo, es muy claro que conforme la gente tiene más años tiene mayor riesgo de tener un linfoma.

¿Qué síntomas presenta?

No hay síntomas característicos, pero uno debe alertarse cuando hay crecimiento del tamaño de los ganglios, esto acompañado de sudoración excesiva especialmente en las noches, fiebre, pérdida inexplicable de peso y de apetito y cansancio anormal.

¿Cómo se diagnostica?

Si los signos o síntomas indican que una persona pudiera tener linfoma el médico le ordenará una serie de exámenes y pruebas para confirmar si tiene la enfermedad y, de ser así, para determinar exactamente cuál es el tipo de linfoma que tiene.

El diagnóstico fundamental es durante los estudios de patología y biopsia de las lesiones.

¿Qué tan grave es?

Es un tipo de cáncer de carácter maligno, sin embargo, hay unos adelantos muy importantes en el tratamiento, de tal forma que el 50 o 60 por ciento de este tipo de cáncer puede ser curable. Un diagnóstico a tiempo y un tratamiento oportuno pueden marcar la diferencia.

¿Cómo se trata?

La base del tratamiento de los linfomas es la quimioterapia, esta es una administración de diferentes medicamentos, que se efectúa en un centro asistencial. De igual manera se le suministra al paciente sustancias que estimulan el sistema inmunológico con el fin de que este ayude a eliminar el tumor y fortalecer la acción de la quimioterapia.

¿Cuánto dura el tratamiento?

Es variable, porque hay diferentes tipos de linfomas y cada uno tiene un tratamiento especifico, pero en general son seis meses de quimioterapia.

¿Qué se debe hacer tras el tratamiento?

Los tumores de la sangre se pueden presentar en cualquier parte del cuerpo y una vez se termine el tratamiento debe seguirse en control con los médicos por algunos años, porque existe la posibilidad de una recaída, las cuales también se pueden tratar.