Para ahorrar agua, hay que entender el agro en zona tropical

TOMADA DE INTERNET - EL NUEVO DÍA
Para los expertos, si se quiere contar con agua, lo primero que se tiene que proteger es el suelo. Cuando está expuesto al Sol y deforestado, las aguas se profundizan, es decir que los afluentes desaparecen.

Lo primero que debe entender un agricultor colombiano es que sus siembras están ubicadas en la zona ecuatorial, donde la radiación solar es extremadamente alta. En lugar de exponer el suelo al Sol, debe protegerlo, para que pueda retener la poca agua que exista.

De acuerdo con Nelson Galindo Collazos (ingeniero agrónomo que trabaja en Colombia, Ecuador y Perú la metodología “sancocho” en agricultura y los cultivos por doseles), todas las prácticas agrícolas que se aplican hoy fueron heredadas de la llamada “revolución verde”, metodología traída de las zonas templadas a las regiones tropicales, sin efectuar los ajustes pertinentes.

“Ellos no necesitan malezas ni árboles para que los rayos solares entren de manera directa al suelo y lo descongelen lo más rápido posible para poder arar y sembrar, antes de que llegue la otra estación”, añadió.

Acá, en Colombia, por ser un ombligo tropical, hay que hacer todo lo contrario.

En su concepto, si un campesino desarrolla labores culturales mínimas, puede bajar de manera sustancial la demanda de agua para sus cultivos y, así, hacer frente al fenómeno de ‘El Niño’.

Estima que el primer paso son las coberturas, ya sean vivas o muertas, con el fin de no dejar el suelo expuesto al sol.

“El uso de árboles de sombrío es una necesidad urgente. La gente los tumbó todos y es falso que muchos cultivos, por ejemplo los cítricos, no puedan tener un árbol a su alrededor o cercano. El monocultivo está mandado a recoger”, sentenció.

De igual manera, estima que el sistema de riego por goteo economiza agua al máximo.

“Todo el mundo hace lo de las señoras en la casa: riegan todos los días las matas. Los cultivos deben tener riegos fuertes y espaciados. Hay que mojar toda el área de las raíces, porque el agua superficial se evapora muy rápido, mientras que la profunda se demora más y los cultivos la pueden aprovechar al máximo. Deben tener una columna de riego entre 30 y 40 centímetros de profundidad en cada moje”, agregó.

Riego racional

Según Yorvín Villamizar Pérez, técnico profesional agropecuario y experto en tecnología en sistemas de riego y drenajes del Sena, la administración de aguas o recopilación de las mismas, como por ejemplo, las residuales, con sistemas de filtros podrían ir a las eras de siembra, al igual que las utilizadas en lavado de galpones o explotación porcícola.

Villamizar considera que una verdadera planificación, racionalización y ahorro de agua en los cultivos se logra a través del riego por goteo.

En su concepto, científicamente se dice que “un cítrico consume 40 litros, pero dependiendo de la humedad relativa, luminosidad y retención del suelo, mínimo necesitaría ocho litros diarios, una vez a la semana”, agregó.

“El goteo es el más económico y ahorrativo, y se puede tener reservorios cubiertos de manera económica, para evitar la evaporación.

“Al referirse a la instalación de un sistema de riego por goteo, por ejemplo en cítricos, para una hectárea (300 árboles), la inversión sería de aproximadamente $1,3 millones en materiales, sin la asesoría profesional para hacer la instalación. Ese sistema puede durar más de 10 años”, complementó.

Buscar nuevas maneras de captación, aprovechar las aguas residuales y el diseño de un sistema de riego son la alternativa.

Bosques protectores

Dentro de esa gama de estrategias que se tienen para enfrentar el fenómeno de ‘El Niño’, está la de los bosques protectores productores que impulsa Gildardo Palencia Calderón, director del Centro de Investigación La Suiza, en El Playón, Santander.

De acuerdo con el investigador, ese sistema no solo retiene el agua, sino que además debido a la biomasa que cae al suelo, se crea una especie de capa que no permite una evaporación drástica de la misma.

“Ese sistema se puede trabajar con todos los cultivos; sin embargo, hay que tener en cuenta la fisiología de cada especie que se va a introducir, con el fin de respetar los espacios y, así, buscar que el modelo sea rentable y no afectar la productividad del mismo”, agregó.

Es una combinación de especies, pero propendiendo por una producción integral.

“Es una de las mejores alternativas frente a ‘El Niño’, porque cuando un campesino coloca varios estratos en un lote, logra que la temperatura sea más estable; es decir, se crea una especie de microclima diferente al de la zona o región donde se trabaje”, indicó.

El directivo de La Suiza dijo que esa metodología tiene cierta semejanza a los trabajos aplicados con el café en el territorio, que buscan sombra y protección del suelo.

“Lo se busca es un ordenamiento de las plantaciones. En el país, Santander, de hecho, es un departamento que ha venido trabajando ese tipo de metodologías. Al dar el espacio a las especies, ellas se desarrollan normalmente y producen sin ninguna novedad”, agregó.

Ahorro a alta escala

Los arroceros del país están implementado un programa que denominan Adopción Masiva de Tecnología, Amtec.

Esa nueva metodología (tareas básicas), que ya se aplica en aproximadamente 172 mil hectáreas en el país y se proyecta a 330 mil para los próximos tres años, es una práctica sustancial para un mejor aprovechamiento y menor uso del recurso agua en ese cultivo semiacuático.

De acuerdo con Rafael Hernández Lozano, gerente de Fedearroz, “una hectárea de arroz consume entre 15 mil y hasta 19 mil metros cúbicos por cosecha; y mediante el Amtec, se ha reducido a nueve mil o menos. La estadística que se tiene acerca del ahorro de agua da cuenta de que es del orden del 42%”, agregó.

Hernández Lozano dijo que ninguno de los arroceros que están implementando Amtec en esta sequía “ha perdido plata, ya que todos han podido manejar el cultivo, pues requieren de menos cantidad de agua”.

Quienes no tienen los lotes de arroz adecuados bajo ese programa tienen más dificultad, porque requieren de más agua y no hay disponibilidad.

Otras alternativas

Los expertos consideran que para evitar que los rayos solares evaporen el agua, se debe recurrir, entre otras, a las siguientes prácticas:

* Cojinetes: se trata de colocar una buena capa de material vegetal alrededor de todo el sistemas radicular de la planta.

* Terrazas: se busca que el agua no ruede colina abajo, sino que tenga estaciones.

* Barreras: son una especie de mon- tículos para evitar el arrastre.

* Almacenamiento de aguas pluviales: se puede ejecutar en reservorios, jagüeyes o estanques y, de allí, conectárselas al sistema de gota a gota.

* Reutilización de aguas grises: son aquellas procedentes de lavamanos, baños y duchas que se tengan en la finca, las cuales se pueden reutilizar para riego, tras ser filtradas.

* Hidroretenedores: es un polímetro biodegradable que puede almacenar hasta 300 veces su peso en agua. Debe ubicarse en el sistemas radicular de la planta.

* Cercado de piedras: una especie de barrera alrededor de la planta, con el fin de evitar la escorrentía del agua.

* Hoyos en las calles: es una especie de batea que se llena de agua y favorece a dos surcos.

* Riego nocturno: para algunos expertos, es la hora ideal, pues se evita el sol y habrá menos evaporación. 

Credito
Marco A Rodríguez Peña

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