HLB, enfermedad letal que ronda la citricultura

FOTO DAVID HALL. TOMADA DE WWW.ARS.USDA.GOV - EL NUEVO DÍA
A la fecha, de acuerdo con el ICA, la autoridad sanitaria del país, en Santander no se ha presentado un solo caso reportado de HLB. Sin embargo, la vigilancia debe ser extrema.

A la Huanglongbing (HLB), enfermedad letal de la citricultura mundial, también se le conoce como “dragón amarillo” o ‘greening’.

Lo grave es que a la fecha no tiene cura y su paso ha dejado miles de hectáreas arrasadas en países donde la citricultura se maneja con alta tecnología, como por ejemplo, Estados Unidos y Brasil.

Un árbol infestado no pasa de los 8 años; es decir, cuando apenas está consolidando su producción la cual puede durar 30 años.

En Colombia ya tenemos su presencia y muestra de ello es que cinco departamentos de la Costa Atlántica están en cuarentena sanitaria total, por presencia del “dragón amarillo”. La semana anterior, a esa misma condición sanitaria entró Norte de Santander, al detectarse en tres predios de limón criollo, rastros inminentes de HLB.

Lo anterior significa que esa enfermedad, literalmente, le está respirando en la nuca a la citricultura de Santander; de ahí, que su prevención y control deba ser ‘el pan diario de cada día’ en el departamento.

 

No hay un solo caso

De acuerdo con Emilio Arévalo Peñaranda, director técnico de Epediomiología y Vigilancia Fitosanitaria del ICA, si bien es cierto que la enfermedad está en departamentos vecinos, a la fecha, en Santander no hay un solo caso reportado de la enfermedad.

Dijo que sí se ha encontrado el insecto vector ((Diaphorina citri) en poblaciones muy bajas, pero hizo la salvedad de que es un habitante desde hace años en toda Sudamérica.

Frente a la HLB, el problema no es el vector, sino la bacteria, pues este se puede controlar a través de trampas e incluso, con fumigaciones químicas que son muy efectivas y ayudan a bajar su población.

“Por ejemplo, las plantas hospederas como la swinglea (limoncillo) y azahar o jazmín de la India (mirto) deben ser erradicados de los predios citrícolas”, enfatizó.

 

De alto impacto

Para el investigador del ICA, la HLB es una enfermedad de origen asiático y de alto impacto en la citricultura a nivel mundial.

Es causada por una bacteria que tapona los floemas, el sistema circulatorio por donde se nutre la planta.

La planta empieza a manifestar síntomas de deficiencia para terminar en la muerte. Por ahora no tiene cura.

Nos está rondando en América desde 2004, en EE.UU. llegó en 2005 y luego se distribuyó en toda Centroamérica, las islas del Caribe y seguidamente, se detectó en Uruguay.

En Colombia, de acuerdo con Arévalo Peñaranda, se realizan labores de control desde 2010, aún cuando el vector se registra desde 2007 sin presencia de la bacteria.

“Esa vigilancia nos permite tener una detección oportuna y poder atender y contenerla cuando aparezca. Ante la enfermedad la única salida es la erradicación. Árbol que se infecte debe ser eliminado y desinfectado el sitio”, agregó.

La enfermedad en Colombia se ha detectado en regiones que no son citrícolas por excelencia y se ha encontrado en limón criollo en plantaciones pequeñas con ámbito comercial, y en su gran mayoría en actividad de traspatio.

“No se tiene en el grueso de la citricultura comercial del país que abarca 95 mil hectáreas, siendo el Eje Cafetero el epicentro productor de Colombia”, añadió.

 

Labores de control

Según Arévalo Peñaranda, a los agricultores se les recomienda una buena vigilancia para que puedan efectuar una detección de la sintomatología e informar con certeza.

Con la presencia de técnicos del ICA se les orientará para la eliminación de los árboles.

“Una planta que se le confirme la enfermedad nunca se recuperará, se morirá. Por eso, se deben eliminar a ras de suelo y aplicar un herbicida al tocón para evitar rebrotes, ya que es sistémica y todo lo que nazca de ella viene contaminado de HLB”, señaló.

Frente al insecto vector, el investigador dijo que se debe mantener en poblaciones bajas para evitar que infecte a otras plantas.

Con relación a la HLB, Arévalo Peñaranda dijo que la mejor arma de defensa es mantener la plantación en buenas condiciones agronómicas y muy bien nutrida.

“Si el cultivo está mal nutrido es mucho más difícil detectar la enfermedad, porque se confunde con los síntomas con una desnutrición y por otro lado, la planta resistirá menos ante el ataque de la enfermedad”, sostuvo.

En 2017, en Santander se inspeccionaron 344 sitios donde el porcentaje de presencia del vector fue del 26% comparado con una media nacional del 57%; es decir, un bajo nivel.

A pesar de lo anterior, la guardia no se puede bajar y la inspección del cultivo, menos.

 

Paso devastador

De acuerdo con los informes técnicos por donde ha pasado la HLB, ha dejado solo destrucción de cultivares.

Según los reportes de las agencias internacionales, se estima que a la fecha esa enfermedad se ha llevado 100 millones de árboles citrícolas en el mundo.

Por ejemplo, una investigación de la Universidad de Veracruz, en México, dio cuenta que tras el fiero ataque de la bacteria, en la provincia de Guandong (China), se tuvieron que erradicar 960.000 árboles de mandarinas y limones.

En Filipinas, en 1996, por efectos de la HLB se tuvieron que erradicar 7 millones de cítricos; igual ocurrió con 3 millones en Indonesia.

En Arabia Saudita las naranjas dulces, literalmente, desaparecieron víctimas de esa letal enfermedad.

En Brasil, el gigante agrícola del continente, la enfermedad se encuentra en el 25% de las plantaciones de Sao Paulo, uno de los epicentros citrícolas de ese país.

Desde hace diez años, República Dominicana soporta los ataques de la enfermedad y ha diezmado la producción de limón, naranjas y Toronjas.

En la Florida (EE.UU.), Centro, Sudamérica y el Caribe las pérdidas son incuantificables.

 

Viveros bajo ambiente controlado

Desde el 2014, los viveristas de material vegetal deben ceñirse a la Resolución 4215 del ICA, la cual reglamentó la producción de material vegetal. Esa actividad debe efectuarse en invernaderos con ambiente controlado y para tal fin se dio un plazo de cinco años para que puedan ponerse al día con la normatividad.

Lo anterior significa que la medida es de estricto cumplimiento y comenzará a regir a partir de 2019.

Sin embargo, cuando un departamento es declarado en cuarentena sanitaria por presencia del HLB, de manera inmediata, los viveros dedicados a materias de propagación deben dar el paso a invernaderos con ambientes controlados y cubiertos con unas mallas antiinsectos, con el propósito de evitar la dispersión de la enfermedad.

No podrán seguir produciendo material vegetativo tal y como lo han venido haciendo al libre espacio y con unas polisombras. Además, el material existente debe destruirse, porque es factible que esté infectado con la bacteria o el insecto vector del HLB.

“El gran problema es que si se utiliza una planta enferma que provenga de un vivero, se infecta toda la plantación. Es una vía de dispersión de la enfermedad, de ahí, que la Resolución sea estricta porque estamos frente a enfermedad de alto impacto”, agregó el directivo del ICA.

 

Cifra

23 mil cítricos (cultivos tecnificados y de traspatio) en La Guajira deben ser erradicados por estar infestados con la enfermedad. Se tienen que arrancar y quemar.

 

¿Sabía qué

EE.UU. abrió de nuevo las importaciones de cítricos desde Colombia; sin embargo, debe existir un compromiso de que los predios exportadores cumplen normas técnicas para evitar la propagación de plagas como el HLB.

 

Cifra

30% de la producción mundial de cítricos ya está afectada por la enfermedad; de ahí que los controles deban ser milimétricos en cada uno de los predios productores.

Credito
EL NUEVO DÍA

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