Mauricio Soler regresó al ambiente del ciclismo

JORGE HERNÁNDEZ - EL NUEVO DÍA
Acompañando a un corredor del Meta y observando la ‘fiesta’ del ciclismo juvenil, el exciclista de Ramiriquí estuvo presente en el Alto del Sote. Así mismo, acompañó la caravana en la última etapa.

Con la humildad y la sencillez que lo caracterizan, el campeón de la montaña del Tour de Francia en 2007, el boyacense Mauricio Soler, hizo parte de la Vuelta del Porvenir.

El exciclista colombiano, que sufrió un accidente en 2011 durante la Vuelta a Suiza y lo obligó al retiro del profesionalismo, estuvo presente el sábado en la línea de meta en el Alto del Sote, a tres mil 55 metros sobre el nivel del mar, acompañó a un corredor del Meta, se tomó fotografías con el futuro del ciclismo colombiano y atendió a EL NUEVO DÍA.

Observando la llegada de cada uno de los corredores, analizando el desempeño deportivo en la carrera juvenil y regresando al ambiente del deporte de las ‘bielas’, el hijo consentido de Ramiriquí afirmó que hacen falta más competencias para estas categorías en Colombia.

“Es una alegría volver de nuevo a una competencia, así sea a mirar. Tuve la fortuna de acompañar a un corredor del Meta, observé un buen número de ciclistas y un gran desempeño deportivo, algo muy importante para el ciclismo colombiano”, indicó Soler, quien estuvo al lado de Nairo Quintana en la última etapa del certamen nacional.

El excorredor no dudó en afirmar que “algunos de estos corredores saldrán muy buenos, pero hace falta más competencias para estos chicos y seguro que vamos a tener posiblemente un nuevo Nairo Quintana”.

Mauricio, quien regresó el pasado jueves a Colombia luego de un nuevo chequeo médico en España, sostuvo que los triunfos de los colombianos en Europa han sido un estímulo en su proceso de recuperación.

“Me da mucha alegría ver los triunfos de Nairo y Rigoberto, eso me brinda un plus en mi recuperación. Han sido muy importantes los triunfos del ciclismo colombiano y con la ilusión de que salga un nuevo muchacho que nos represente bien en Europa”, puntualizó.

Sobre su recuperación, a la que le dedica medio día, todos los días, Soler indicó que “afortunadamente estoy mejor que la media de las personas que han sufrido trauma craneoencefálico severo. Me faltan muchas cosas, pero podría estar peor. Estoy contento con lo que se ha hecho, la recuperación y con la ilusión de ver crecer a mi hijo”.

En cuanto a que su hijo Juan Mauricio siga los pedalazos de su progenitor, “eso se lo dejo a Dios, pero yo le pido con humildad que no le guste la bicicleta, que le encante estudiar, eso me haría más feliz. La ‘bici’ es hermosa, aunque todo no es dicha, hay momentos complicados”.

Y de verlo más seguido en las competencias ciclísticas, Soler sostuvo que “de pronto así como hoy (sábado), acompañando y dando una vuelta. Para dirigir o algo así no tengo salud ni paciencia, estar a cargo de los chicos es complicado porque en ocasiones creen que se las saben todas y no tengo aguante para lidiarlos”.

Credito
JORGE LUIS HERNÁNDEZ SÁNCHEZ

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