Argentina y Lionel Messi buscarán la gloria hoy ante la temible Alemania en la final de la Copa del Mundo en el estadio Maracaná, en una oportunidad de oro para que la Albiceleste logre el tricampeonato y su estrella entre en el olimpo del fútbol.

Unos 100 mil argentinos estarán en Río de Janeiro para acompañar al equipo de Alejandro Sabella en este clásico que tiene a Alemania como favorita, tras su paliza 7 - 1 a Brasil en semifinales, pero en que el todo es posible con Messi y la garra mostrada por la selección que viene de eliminar a Holanda por penales.

Se trata de la tercera final de un Mundial disputada entre Argentina y Alemania (algo inédito en la historia), con una victoria para cada una hasta el momento, 3 - 2 en México 1986 para los sudamericanos y 1 - 0 en Italia 1990 para los germanos.

Mientras Argentina buscará el tricampeonato tras sus conquistas en casa en 1978 y en 1986, Alemania intentará levantar su cuarta copa, luego de los títulos en Suiza 1954, como locales en 1974 y en Italia en 1990.

“Vamos a jugar el partido más importante de nuestras carreras”, sentenció el volante Javier Mascherano, de 30 años y 104 partidos internacionales con la camiseta argentina, advirtiendo que su equipo “respeta” a Alemania pero no le teme.

Para Messi y otros ocho jugadores argentinos, una consagración tendrá además un sabor a revancha, ya que los ‘teutones’ eliminaron a la Albiceleste en cuartos de final de los dos últimos mundiales, con un humillante 4 - 0 en Sudáfrica 2010 y por penales en Alemania 2006.

El partido, que comenzará a las 2 de la tarde hora de Colombia, será dirigido por el árbitro italiano Nicola Rizzoli, marcará el cierre de un Mundial que Brasil ha organizado de manera perfecta a pesar de los temores iniciales por protestas sociales y su fracaso deportivo.

La hora de Messi

Autor de cuatro goles en los primeros tres partidos de Brasil 2014, Messi arrancó con todo pero no volvió a marcar en la fase eliminatoria y Argentina lo necesita más que nunca si quiere levantar la copa en el mítico Maracaná.

A los 27 años, un Mundial es lo único que falta en su impresionante palmarés y una actuación estelar hoy lo colocaría en el olimpo de los más grandes del fútbol junto a su compatriota Diego Maradona, el brasileño Pelé, el holandés Johan Cruyff y el hispano-argentino Alfredo di Stéfano, fallecido el pasado lunes.

Además, le abriría las puertas a un quinto Balón de Oro Fifa al mejor jugador del mundo, tras los cuatro ganados de manera consecutiva entre 2009 y 2012.

Batalla táctica

Muy criticada antes del Mundial por su fragilidad, la última zaga de Argentina, incluyendo al arquero Sergio Romero, ha sorprendido con una gran solidez, aunque ahora le espera un desafío de un calibre más grueso: frenar al equipo más ofensivo y goleador del certamen, Alemania, con 17 tantos.

A diferencia de Holanda, cuya ofensiva se centraba en Arjen Robben y Robin van Persie, o Bélgica, liderada por Eden Hazard, la ‘Mannschaft’ tiene un abanico de jugadores que llegan al gol, entre ellos Thomas Müller (cinco tantos) y el veterano Miroslav Klose (dos), pero también Andre Schürrle (tres), Toni Kroos (dos) y el defensa Mats Hummels (dos).

Por lo tanto, la idea de los ‘gauchos’ es quitarle espacios y frenar el diabólico ritmo teutón, una estrategia que funcionó contra Bélgica y Holanda y que requiere de un inmenso esfuerzo físico. En ese sentido, Argentina llega a la final en desventaja, con un día menos de descanso que su rival y una prórroga de más.

Desde el banco alemán, en tanto, prima la confianza y su goleador Müller prometió que darán todo por poder conseguir el título.

“Vamos a dejar todas nuestras fuerzas en la batalla, lo daremos todo, con nuestras cualidades, mentales, técnicas y de combate”, dijo el atacante del Bayern Múnich, quien está a un gol del máximo artillero de Brasil 2014, el colombiano James Rodríguez.