Sin embargo, James quiere revertir la situación y en un claro gesto de rebeldía, mientras todos los jugadores salieron con sus familias, parejas o amigos, se quedó en Valdebebas para entrenar.

Ese entrenamiento habla de un jugador de carácter, que ha asumido que solo con trabajo podrá revertir una situación en la que lo fácil es arrojar la toalla.

Marca revela la exclusiva e informa que “a la hora de la llegada del equipo a Valdebebas para recoger los coches de los jugadores, James pedía ropa de entrenamiento y se quedaba solo ejercitándose en una sesión individual sin luces ni taquígrafos, sin focos ni testigos”.