“El Senador es el que me paga”: Castro

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
Soledad en el Murillo Toro. En esta oportunidad, 914 aficionados ingresaron pagando la boleta para el juego entre Pijaos y Ajedrezados.

‘Burro, burro’. Pareciera que la historia en contra de un técnico de la ‘Tierra’ se repitiera en el banco del Deportes Tolima. En esta oportunidad, Carlos Castro es quien recibe los improperios, de la misma forma en que Hernán Torres Oliveros fue criticado cuando estuvo al mando del Vinotinto y oro.

Los chiflidos y la molestia en cada cambio que hizo durante el encuentro retumbaron en el vacío estadio Murillo Toro, al que asistieron 914 personas para presenciar el empate (1-1) entre el Vinotinto y oro y el Boyacá Chicó.

“Los pocos que vienen lo que hacen es insultar y tratar mal al cuerpo técnico y a los jugadores; aquí es difícil y nosotros tratamos día a día de echárnoslos al bolsillo, pero es complicado”, sostuvo el estratega Carlos Castro desde la pista atlética, con cara de angustia y tristeza observando la tribuna Occidental.

Gran parte de los aficionados criticaron, sobre todo, las modificaciones de Mike Campaz por Henry Rojas, al minuto 58, y Yair Arrechea por Ayron Del Valle, al 77, lo que algunos señalaron de ‘defensivo o miedoso’.  

Incluso, se atrevieron a pedir la cabeza del estratega ibaguereño, a lo que respondió: “El Senador (Gabriel Camargo) es el que me paga y si no quiere que vaya más, listo. Un puñado de hinchas que no son del Tolima se creen técnicos; es mejor que empujen el equipo en vez de lanzar improperios. De eso no como y el día que mi patrón diga chao, ahí dejo el cargo”.

En cuanto a los cambios, el tolimense sostuvo que “si el partido lo perdemos y meto un delantero, el mismo dicho: ‘burro, ¿Por qué no cuidó?’ Chicó lo único que tuvo fue juego aéreo y por ahí se les dio. En la parte complementaria fuimos erráticos y adentro los jugadores sienten lo que transmite la gente, inseguridad”.

Y sobre el juego, Castro atinó que “fue de pocas acciones, enredado en la mitad y un Tolima que creó las mejores opciones, pero en una jugada infortunada que nos ganan en el costado y nos tiran el centro, nos marcan sobre el final y logran la paridad. Nos metimos mucho atrás, pero Chicó también tuvo sus méritos”.

Acompañando al Vinotinto

Desde El Guamo asistieron cerca de 30 niños, entre los 9 y 12 años de edad, para observar el empate (1-1) entre Deportes Tolima y Boyacá Chicó.

Los futuros seguidores Pijaos lograron la oportunidad de ver a su equipo, el Vinotinto y oro, gracias a que definieron la final del torneo ‘Promesas del Mañana’, actividad que adelantó la Administración municipal durante dos meses con 12 equipos, ocho del casco urbano y cuatro de la zona rural.

“El premio consistía en ver un juego del Deportes Tolima y tuvimos la oportunidad de hacerlo. Lo que pretendemos es motivar a la niñez y la juventud del Guamo para que practiquen deporte de una manera sana, especialmente el fútbol; además, la asistencia al estadio es para que acompañen a su equipo, el Deportes Tolima”, afirmó Héctor Hernán Llerena, director del Instituto Municipal de Deporte y Recreación de El Guamo.

Credito
REDACCIÓN EL NUEVO DÍA

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