En el deporte, especialmente el fútbol, existe un dicho muy popular el cual asegura que “los jóvenes ganan partidos; los viejos, campeonatos”. Por tal motivo, la Liga de Tejo del Tolima decidió armar su Selección Femenina de Juegos Nacionales combinando mujeres con amplias diferencias de edad.

Por ejemplo, al conjunto Vinotinto y Oro retornó una leyenda de esta disciplina. Se trata de María Ceidy Molina, recordada por ganar la medalla de oro individual en las justas del año 2000, desarrolladas en Tunja.

Y cuatro años más tarde, en Fusagasugá, ayudó a conseguir cuatro metales de plata y otro de bronce, antes de quedarse por fuera de la edición de 2008, pues en esa época el límite de edad de inscripción se decretó en 50 años.

Por otro lado, una de las cuotas ‘frescas’ del elenco ganador de plata en los Juegos de 2012 en Cúcuta es Nubia Yaneth Hernández Herrera, de 25 años de edad y quien afronta sus primeros Nacionales.

Esta jugadora de Villahermosa precisamente hace parte de un conjunto de caras nuevas de la Liga, interesadas en llevar su pasión por el tejo más allá de lo recreativo, contando con el apoyo y consejos de las más veteranas.

Combinación de talentos

“Estoy muy feliz por mi retorno. Las cosas han cambiado, pero lo importante es que hay muy buena actitud y disposición, tanto de las que llevamos mucho tiempo en esto, como de las recién llegadas. La adaptación ha sido favorable y eso nos impulsa a buscar resultados positivos en los Juegos”, sostuvo Doña María Ceidy, quien tiene 57 años de edad.

Y agregó: “Como actual presidenta de la Liga de Tejo del Tolima, me he dado a la tarea de acabar con la estigmatización de la disciplina, la cual siempre ha sido ligada al trago. Además, en la ciudad se ve muy poco esta práctica en jóvenes, pero en los pueblos es abundante, y ahí es donde estamos observando talentos, a pesar que el presupuesto que manejamos es muy bajo”.

Esto lo ratificó Nubia, pues asegura que “toda mi familia es tejista, pero nunca lo había visto de manera competitiva. Me animaron a venir y me ha gustado, aunque es algo intimidante.

Este es apenas mi segundo evento nacional, y no es fácil tener una responsabilidad tan grande, aunque la guía de mis compañeras mayores es vital para dejar a un lado los nervios”, aseguró, mientras esas damas de las que habló cuidaban a su hija (María Isabela) de apenas un año, como si fueran tías o abuelas de la bebé, su única acompañante y mayor motivación en los Juegos Nacionales 2015.