El mediocampista creativo del Vinotinto y Oro, Johnatan Estrada, dejó a un lado su rol como deportista, para convertirse en hincha. Pero no en un estadio de fútbol, con el objetivo de alentar a su equipo. Lo hizo en un escenario de voleibol.

La gradería central del remodelado coliseo cubierto de la 42 con Quinta fue el sitio donde se mostró emocionado y con gran euforia el 10 del Deportes Tolima, haciendo fuerza a su hermano menor.

Se trata de Johan Estrada Campillo, integrante de la Selección Antioquia de Voleibol sobre piso, la cual ganó anoche la medalla de bronce ante el combinado de Cundinamarca, luego de perder en semifinales frente a Valle, duelo en el que estuvo presente su ‘brother’.

Del césped al maderamen

Pero la vida del mayor (33 años) de los Estrada no ha girado siempre en torno a los bloqueos y clavados. Su incursión en el deporte estuvo ligado al fútbol, acompañado del ahora referente de ‘La Tribu’.

“Él empezó como defensa. Entrenamos juntos en la escuela de formación del Envigado, pero con el pasar del tiempo le fue perdiendo el gusto al deporte, a la vez que fue creciendo mucho (hasta los 2 metros de altura).

Por eso decidió pasarse al baloncesto. Es una lástima, porque lo hacía bien como zaguero. Ya luego incursionó en el voleibol, y ahí entendió que eso era lo suyo. De eso nadie tiene dudas, porque es un gran central”, indicó Johnatan (32 años).

Su fan número uno

Ese talento lo llevó a competir en ligas extranjeras e integrar en varias ocasiones la Selección Colombia. En su hoja de vida registra por ejemplo que jugó en el Yogya Yuso Tomkins Mikasa indonesio, y estuvo en el Pagkati y el Kifissias griegos, logrando con este último equipo ser nombrado como el quinto mejor bloqueador en la temporada local 2007 - 2008.

“Creo que su carrera marcha impecable y muy exitosa. Ha sido un referente en el país, y eso nos llena mucho de orgullo en la familia. Hace buen tiempo no lo veía competir, pero gracias a Dios se dio la oportunidad en Ibagué, después de varios años”, comentó el crack ‘Pijao’.

Aunque, reconoció que “me llené de incertidumbre cuando se llevaron algunos deportes de la Ciudad. Pensé que no podría compartir con él. Sin embargo, al ratificarse el torneo acá, me propuse alentarlo cuando pudiera y creo que no le fallé.

“Ahora sé muy bien lo que sienten los hinchas. La alegría, y la tristeza. Es duro estar en una tribuna. Mi hermano no recibió el oro, pero eso no es el fin del mundo. Lo importante es que lo dio todo en la cancha y eso también es de aplaudir. Para mí, fue un ganador”, puntualizó Johnatan.