Diez años y un dÃa pasaron desde que El CampÃn de Bogotá recibió un evento de trascendencia mundial. El 29 de julio de 2001, Iván Ramiro Córdoba, de golpe de cabeza, le dio el gol del triunfo 1-0 sobre México en la final de la Copa América y hoy el escenario es el mismo, remodelado y con una cita mundial.
El Mundial de Fútbol Sub20 Colombia 2011 empezó ayer en MedellÃn, Cartagena y Barranquilla, pero hoy tendrá el debut oficial del combinado local, la Selección de Eduardo Lara, que de la mano de James RodrÃguez quiere poner a soñar a los colombianos pisando firme en el arranque, desde las 8:00 de la noche.
A primera hora juegan Corea del Sur y MalÃ. Y el rival es más que conocido, la poderosa Francia, que viene de ser campeona en Europa con este proceso desde la Sub17 y ahora con esta Sub20, pero que no pudo festejar en el Torneo Esperanzas de Toulon, porque se le apareció la tricolor para aguarle la fiesta previa al Mundial.
Ahora será diferente, con algunas modificaciones en el seleccionado francés, por lesiones y decisiones técnicas, mientras que Colombia sostiene la base e implementará algo parecido a lo que usó la selección de mayores en Argentina, con un volante de marca definido entre la defensa y los demás mediocampistas.
El clima frÃo de la capital de la República parece contagiar a los aficionados bogotanos, quienes no reflejan por las calles y ni siquiera en los alrededores del estadio El CampÃn la euforia que deberÃa despertar el evento más importante en la historia del deporte colombiano.
Sólo una grama artificial en la estación El CampÃn, del Transmilenio, en forma de cancha y una que otra mascota en otros lugares, más algunas vallas publicitarias, pero más comerciales que de la organización como tal, son las que quieren contagiar a los aficionados, pero el ambiente es muy frÃo.
Y es que no parecÃa ayer que Bogotá iba a recibir hoy dos partidos del segundo evento más importante de la FIFA en el mundo, porque después del Mundial absoluto, este sub20 es el de mayor relevancia internacional y pareciera que la capital no respirara el ambiente deportivo.
Tener a MalÃ, Francia y Corea del Sur en la ciudad, junto con la pasión que debe despertar la Selección Colombia, debe ser motivo de orgullo, que ojalá se despierte hoy y las tribunas de El CampÃn se colmen de aficionados alentando a los dirigidos por Eduardo Lara, porque Mundial es Mundial y asà hay que vivirlo.
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