Un ambiente frío que sólo se calentó con la pasión tricolor

FILIBERTO ROJAS FERRO - EL NUEVO DÍA
Una bandera de Colombia con ‘IBAGUÉ’ escrito fue la primera en llegar a El Campín, se instaló en el puente peatonal y empezó a prender el ambiente con los carros que pasaban.

Frío, lluvia y soledad en los alrededores del estadio se vio sobre las 2:00 de la tarde de ayer, cuando se abrieron las puertas del estadio El Campín y sólo unos cuantos ingresaron para ganar su mejor lugar en la tribuna, en un ambiente poco mundialista.

Parece que el clima capitalino, con una lluvia suave en la mañana y el mediodía, pero más intensa después de las 3:00 de la tarde, frenó a los aficionados bogotanos para asistir al doblete preparado en el debut del Grupo A, ya que pocos observaron el juego entre Corea del Sur y Malí.

Una pareja de bogotanos con la bandera de Malí y una colonia coreana de no más de 30 personas, más los gomosos colombianos (no más de 100) fueron los pocos que madrugaron a la fiesta mundialista en El Campín, pero, a pesar de la lluvia, a las 8:00 de la noche estaba colmado con sus más de 40 mil asistentes para apoyar a la Selección. 

Corea vs. Malí

La colonia coreana en Colombia se hizo presente desde muy temprano, prendiendo el ambiente mundialista, con cerca de 30 personas en grupo, más otros tantos que llegaron para alentar a los juveniles coreanos y hacer una pequeña mancha de esa ‘Marea Roja’ o ‘Diablo Rojo’ que se dio a conocer en 2002.

Comandados por Alex Song, un coreano que vive hace 13 años en Colombia, los asiáticos fueron el show para la televisión y la prensa nacional e internacional, con instrumentos musicales nativos de Corea del Sur, más un tambor muy del estilo tolimense en el Espinal, que se escuchó durante todo el partido.

Y aunque los africanos no se hicieron sentir con alguna colonia como la coreana, dos bogotanos se tomaron la vocería, se cargaron una bandera de Malí y alentaron a los africanos, aunque después de las 8:00 de la noche esa indumentaria quedó a un lado y se les vio la pasión por la tricolor.

Y cuando ellos entraron para acomodarse y esperar el primer juego, un grupo de ibaguereños, con una bandera colombiana que tenía escrito grande IBAGUÉ, empezaron a prender el ambiente de la tricolor, colgando la bandera en el puente peatonal, generando el aliento con pitos de los car­ros que pasaban.

Y así, poco a poco los alrededores de El Campín se fueron inundando de agua y aficionados con la camiseta amarilla de Colombia, para alentar al tricolor. Aunque un poco parcos, sin un ambiente futbolero como el barranquillero o el paisa, los capitalinos  respondieron a la Selección, acompañaron para llenar el estadio y disfrutar de la fiesta mundialista, que retornará el próximo martes, con la segunda jornada del grupo A.

Credito
FILIBERTO ROJAS FERRO

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