¡´Vive la France´!

Con base en su mejor característica, la practicidad, Francia goleó 4-2 a Croacia en la final del Mundial de Rusia-2018 y se coronó campeón orbital.

La Selección de Francia se coronó ayer campeona de la Copa Mundial de la Fifa Rusia-2018, luego de vencer 4-2 en la gran final a Croacia, en juego que se cumplió en el estadio Luzhniki de Moscú, con muchos registros para la historia.

Con goles de Antoine Griezmann, Paul Pogbá, Kylian Mbappé y un autogol de Mario Mandzukic, el capitán francés, Hugo Lloris, levantó la Copa de Campeones luego de un partido que merece una página especial de la historia porque, por ejemplo, tuvieron que pasar 52 años para que se volvieran a festejar seis goles en una final mundialista.

Sin inquietar el arco, pero con el manejo del duelo, Croacia se mostró sólido en todo el primer cuarto del partido, pero a los 18 minutos llegó el reflejo de lo que ha sido todo este Mundial, pues la posesión no importó, lo que valió fue la pelota quieta y un autogol para la historia.

Un centro de Antoine Griezmann fue desviado por Mario Mandzukic, quien venció a su compañero Danijel Subasic y puso el duodécimo autogol del Mundial de Rusia, la cita orbital con más anotaciones en propia puerta de la historia y con el primero de todos los tiempos en una final.

Pero el gol no cambió la historia del juego, porque los croatas siguieron con la idea de atacar, continuaron su camino ofensivo y sólo 10 minutos después llegaron a la igualdad, con su mejor jugador en este Mundial, Iván Perisic, quien tras tres cabezazos croatas en el área, un pase de Domagoj Vida y un enganche perfecto, definió para el justo empate hasta ese momento.

Las emociones siguieron creciendo y para confirmar una final histórica, debía aparecer el VAR, la tecnología que se estrenó en Rusia y llegó hasta el partido 64, porque otros 10 minutos después, el argentino Nestor Pitana no vio una mano de Perisic dentro del área croata y fue informado por Massimiliano Irrati para revisar el vídeo que determinó el penal y posterior gol de Griezmann.

Con el tercer gol del partido, otro registro histórico, desde Alemania-1974, en el juego entre los Países Bajos y Alemania Federal, no se marcaban tres goles en un primer tiempo de una final mundialista, pero esta nueva página no se quedó allí, fue por más, como lo hacía Croacia con la posesión del balón, que en el primer tiempo la cerró con el 61%, pero con derrota.

El segundo tiempo fue el mismo reflejo del primero, con Croacia como dueña de la pelota, con aproximaciones de peligro sobre el arco de Hugo Lloris, quien salvó su arco en repetidas ocasiones, sobre todo una de Rebic y otra de Perisic que anticipó perfecto el portero del Tottenhan Hotspur.

Sin embargo, Francia apostó a la contra, su arma letal de este Mundial, como la de Bélgica, y le dio resultado, porque a los 59 minutos empezó a parecer la velocidad de la nueva joya, de Kylian Mbappé, quien en una carrera por la derecha llegó al fondo, frenó y se la sirvió a Griezmann, quien descargó en Pogbá y el volante del Manchester United, en el segundo intento dejó sin opciones a Subasic para poner el tercero y empezar a sentenciar el juego.

Allí Croacia sintió el golpe y empezó a perder fuerza, se fue quedando y seis minutos después volvió a aparecer la joya, el jovencito de 19 años de edad que recibió el balón en el borde del área y, cuando todos esperaban un pase más, soltó un remate que dejó quieto a su excompañero del Mónaco y puso el 4-1 a favor de Francia.

Con tres goles de diferencia, el juego parecía sentenciado, porque sólo quedaban 25 minutos de partido, pero Mandzukic quería seguir ampliando los registros de la historia y se convirtió en el primer jugador de todas las finales de los Mundiales en marcar autogol y gol, luego de un feo error de Lloris.

Ese gol le dio un impulso a Croacia, pero fue bajando con el pasar de cada minuto y cada vez el tiempo era más escaso. Y el equipo ‘Ajedrezado’ se entregó a cinco minutos del final y Francia empezó a controlar el juego, con un trabajo táctico impecable, en la idea de todo este Mundial de su entrenador Didier Deschamps, quien entregó otro dato histórico, pues se unió al brasileño Mario Zagallo y al alemán Franz Beckenbauer como campeón como jugador en 1998 y ahora entrenador 20 años después.

Así se coronó Francia por segunda vez en su historia como campeón del mundo, con un equipo joven, bien trabajado, que dejó en el camino a la Argentina de Lionel Messi, a la Uruguay de Luis Suárez, a la Bélgica de Eden Hazard y en la final a la Croacia de Luka Modric. Merecido campeón en Moscú.

Imagen eliminada.

Credito
FILIBERTO ROJAS – COLPRENSA ENVIADO ESPECIAL

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