Las ‘dolencias’ de los ambalemunos

Crédito: FOTOS JORGE CUÉLLAR - EL NUEVO DÍA
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A la falta del puente que cruza por el río Venadillo y que da paso a la vía Palobayo - Ambalema, se suma a una serie de situaciones sociales, de inseguridad, daño patrimonial y movilidad fluvial que sigue generando reclamos por parte de sus habitantes.
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Recientemente los ambalemunos conmemoraron 395 años de existencia de la ‘Ciudad de las mil y un columnas’. Aunque los habitantes quieren su territorio y rescatan características como el potencial turístico y agrario, dan a entender que no pueden ser ciegos ante una realidad compleja que es el resultado de diferentes problemáticas.

Ambalema

La mayor ‘dolencia’ que tiene Ambalema actualmente, es el daño en el puente que cruza por el río Venadillo y que da paso a la vía principal, estructura que colapsó el 7 de julio. Algunos residentes comentaron que en ese entonces, al lugar llegaron funcionarios de la Gobernación del Tolima e inclusive el mandatario seccional Ricardo Orozco Valero visitó el municipio, pero pasado más de un mes todo sigue igual.

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Y es que la ruptura del puente con el paso del tiempo se convirtió en un riesgo, especialmente para los motociclistas, pues algunos conductores ‘despistados’ han estado a punto de caer allí.

Según algunos lugareños, hace poco se vio un caso en horas de la noche, al parecer un conductor no respetó la cinta de prohibición y por poco cae en el hueco que quedó en medio de la vía. Por ello, la medida de advertencia implementada por particulares, fue colocar arrumes de tierra metros antes de llegar al daño a modo de advertencia.

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A falta de vía, las opciones para llegar a esta población desde Ibagué es conducir hasta  La Sierra en Lérida y desviarse hacia Boquerón, vía que está en malas condiciones, la otra alternativa es “Lérida – vía Iguacitos – Chorrillo, pero esa vía (aunque reduce tiempo) igualmente está destrozada”, explicó un comerciante de Venadillo.

También, se puede viajar por la vía a Cambao y hacer el giro en la zona conocida como 96, por allí el carreteable muestra daño en el asfalto, por lo que hay huecos de diferentes tamaños a medida que se va transitando. En cualquiera de los casos, significa entre una hora y hora y media más de viaje, motivo por el cual algunas personas adoptaron otras opciones.

 

‘Se hace camino al andar’

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Al visitar el puente, se puede apreciar que los residentes para moverse por la zona aledaña a la estructura, improvisaron una especie de escalera con sacos de arena en medio del agrietamiento, sin embargo, debido al riesgo que representa, dicha alternativa quedó cerrada.

El camino que está siendo usado es cruzar por el río Venadillo, de esta manera se reduce tiempo, al igual que costos. Un comerciante que se dedica a la venta de pollos narró que diariamente llega en su moto y la deja a un costado del afluente.

Luego hace tres recorridos cargando en sus hombros los bultos con el producto, cada uno pesa alrededor de dos arrobas. Por último cruza con su motocicleta para cargarla nuevamente con las aves y así finalmente llegar al casco urbano.

A pesar de las dificultades para el transporte de este alimento, el hombre aseguró que no le ha subido los precios aunque le toque más “verraco”. Agregó que el camino más rápido es por el río, pues por Lérida es una “vuelta muy verraca”.

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En cuanto a los riesgos el hombre comentó, “hay varias motos que se han caído y se dañan, se les daña el rodamiento y cuando se van al río, al mojarse se les daña el motor”, agregó que sigue cruzando por ahí, debido a que de la venta de pollos depende el sustento de su familia.

“También surto Lérida, La Sierra, Chorrillo e Iguacitos. Lo más complejo es este pedacito (río), pero hay que hacerle porque qué más hago”.

Este es un tránsito por el que recorren motociclistas y conductores de vehículos resistentes durante el transcurso del día, con el fin de evitarse un viaje de más de dos horas.

Al consultarle a la secretaria de Infraestructura del Tolima, Paola Muñoz, sobre el puente explicó que ya se aprobaron los recursos para contratar los estudios y diseños con el propósito de crear una nueva estructura.

“Estamos próximos a sacar el concurso de méritos de los mismos, es una inversión de casi $250 millones (y la) ejecución es de tres meses. Desafortunadamente, este puente tendría un costo alto y debemos contratarlo”.  

Agregó, que el compromiso del gobernador Ricardo Orozco Valero es que para agosto de 2023 se tenga la vía “en perfecto estado, con una revisión de unos bacheos que se van  hacer, igualmente estamos trabajando con el Municipio y las empresas privadas para hacer mantenimiento a las vías alternas”.

Esta vía que es considerada una de las arterias principales de la población, requiere desde hace años arreglos debido al marcado deterioro en el asfalto y a la considerable cantidad de huecos que la hacen intransitable.

Tras una serie de reclamos de la comunidad, la Administración seccional anunció la inversión de $10 mil 223 millones 019 mil para reparar 6,5 kilómetros en la vía Palobayo – Ambalema, el objetivo es hacer una intervención en los puntos más críticos.

La licitación finalmente fue adjudicada en julio al Consorcio Vial Palobayo OGG - RO representado por Ricardo Ortigoza González. La obra tiene un plazo de ejecución de  seis meses, contados a partir de la firma del acta de inicio. Avanzado en este punto, ahora se avanza en el proceso de contratación de la interventoría, que tiene un valor estimado de $335 millones. 

 

Sin su símbolo histórico

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En el tema de transporte también se cuenta la desconexión que tiene actualmente esta población con sus vecinos de Cundinamarca, ya que el ferry Omaira, nombrado así en honor la niña que se volvió símbolo de la tragedia de Armero en 1985, está anclado a orillas del río Magdalena, pues al parecer un daño en el motor, al que se le había invertido recursos en su momento, lo sacó de circulación.

Desde una silla mecedora don Orlando Cuervo Barrios mira todos los días el ferry, el mismo transporte que manejó cuando era joven y que se movía continuamente entre el Tolima y Cundinamarca llevando turistas, comerciantes, agricultores y a todo aquel que quería moverse por las aguas del ‘Magdalena’.

Hoy el panorama es totalmente distinto, pues se cuenta con lanchas que tienen permitido trasladar únicamente personas, a diferencia del ferry que está adaptado para cargar vehículos, motocicletas y carga pesada. La falta de dicho servicio generó el distanciamiento de los habitantes de Beltrán, Cundinamarca y veredas como Gramalotal, Paquiló o Popa, que veían en Ambalema un lugar cercano para sus actividades sociales y económicas.

“Hay gente que viene de Bogotá por Girardot y salen por acá que es más cerquita, pero dicen ya no hay ferry entonces tienen que dar la vuelta por Cambao. El turista deja la plata, pero si no hay nada…”, dijo.

Lo paradójico de la situación es que Ambalema tiene potencial turístico, pero sin vías de acceso es difícil pasar de la ilusión a la realidad. A pesar de las adversidades, los visitantes siguen llegando especialmente, en época de festividades como ocurrió el fin de semana anterior.

Por su parte, José Alexander Ramírez, secretario del Centro de Historia e integrante de la Junta de Patrimonio, comentó que un habitante creó una especie de plataforma para transportar motos entre Ambalema y Gramalotal (Cundinamarca), hasta el momento sigue sin funcionar, porque no le han dado el respectivo permiso.

En esa medida, las personas que trabajan al otro lado del río, deben dar la vuelta por la vía Beltrán – Cambao – Kilómetro 42 – Ambalema.

En cuanto al ferry Ramírez expresó “está encallado, dormido, pudriéndose porque el agua le cobra y es un vehículo que lo necesitamos urgentemente, es el ciento por ciento del turismo, no tenemos el vehículo que nos identifica como Ambalema turística”.

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Agregó, que una propuesta es que las dos poblaciones ribereñas deberían ponerse de acuerdo para administrarlo en conjunto y lograr recuperarlo. “Tenemos un puerto que nos conecta y se le hace más fácil a la gente el llegar y despedirse”, precisó el historiador.

Don Orlando agregó que a dichas circunstancias se le suma “la caída del puente y la (ida) de Bancolombia, habían cajeros ahora no hay nada de eso, el ferry varado… ha ido decayendo mucho el pueblo”, señaló.

En el tema bancario, esta población años atrás contó con sucursales de Cooperamos, la entonces Caja Agraria y Banco de Colombia. Actualmente, se sigue lamentando el cierre de la oficina de Bancolombia, pues quedaron cuatro corresponsales que cumplen con la función de hacer transacciones que en ocasiones son limitadas.

Personas narraron, que en una oportunidad se dirigieron a un corresponsal, pero no lograron retirar el monto que necesitaba, solo una parte y para recibir el restante, debían regresar ‘más tarde’, al parecer, debido al límite de recursos que manejan este tipo de servicios.

Y aquellas personas que requieran de una oficina deben trasladarse a Mariquita o Líbano en el caso de Bancolombia y si es con Banco Agrario, la diligencia debe hacerse en Alvarado.

 

A la espera de un Malecón renovado 

En el tema turístico a medida que desaparecen inmuebles tan valiosos como La Factoría y la Casa Inglesa, se sigue a la espera que las obras del Malecón se retomen en corto tiempo, pues hubo una prolongada suspensión porque el contrato de la interventoría que hizo la Corporación Autónoma Regional del Río Grande de la Magdalena, Cormagdalena, se terminó antes que el de la obra.

Sobre este tema, desde la Veeduría Ciudadana Ampliación del Malecón de Ambalema Fase II y la Fundación Amigos de Ambalema Viva, Ambaviva, se recordó que van ocho meses desde que se inició con las obras que están a cargo del Consorcio Ingeniería.

Según Ricardo Borrero integrante de la veeduría y presidente de Ambaviva, en la última reunión que tuvo con delegados de Cormagdalena, la Secretaría de Planeación del Municipio y de la Universidad del Magdalena, le informaron que se habría firmado el nuevo contrato de interventoría por lo que las obras, estaban por reiniciarse.

Igualmente, anunciaron que se iban a revisar las actas y documentos que habían “de la interventoría anterior y que empezaban más o menos en 20 días. Entonces aspiramos a que antes de que se acabe este mes (se reinicie) y en máximo dos meses terminen lo que faltaba”, precisó Borrero.

Otra preocupación es que al parecer el contratista perdió dinero por el freno que tuvo la intervención, lo que podría recaer sobre el Municipio. Otra intranquilidad es que la variabilidad de precios genere la necesidad de una adición presupuestal.

“Estábamos preocupadísimos que nos fueran a dejar un ‘elefante blanco’ acá en el pueblo, por eso nos pusimos a pelear con Contraloría, Procuraduría, Gobernación, Ministerio de Cultura, con todos para que no fueran a dejar a eso ahí”.

EL NUEVO DÍA consultó este caso con delegados de la Contraloría General de la República que visitaron hace dos semanas el lugar, explicaron que el contrato está ad portas de reiniciar labores y que el atraso e inconveniente fue responsabilidad de Cormagdalena. Otro de los datos entregados es que en proyecciones de la Administración municipal, en diciembre se estaría entregando la obra.

Desde el ente de control, se precisó que se continuará haciendo vigilancia y seguimiento hasta que se cumpla la ejecución contractual.

Otro de los temas a los que hace seguimiento Ambaviva, es la restauración a la que fue  sometida la Casa de la Cultura, intervención que aunque tuvo un valor de mil 084 millones de pesos, en opinión de expertos, fue un trabajo que dejó errores garrafales.

El martes de esta semana “estuvimos con amigos mirando la Casa de la Cultura y se va a volver a caer por donde se cayó la vez pasada, eso fue un robo lo que hicieron ahí”, expresó el presidente de Ambaviva.

Recordó que a comienzos de este año se establecieron varios compromisos con el Departamento, pero a la final no se hizo nada “no se ha invertido un peso”, agregó el también veedor.

 

El reto de recuperar el ‘alma colectiva’

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El historiador Hernán Clavijo y docente de la Universidad del Tolima, comentó que Ambalema floreció económicamente gracias a la exportación de tabaco y que es un territorio que guarda un legado de generaciones anteriores.

Pero hoy “es un pueblo que ignora su historia, que no considera como parte del sentimiento y del orgullo ser ambalemuno. El saber qué es Ambalema desde el punto de vista urbano, económico, geográfico, ecológico o ambiental, porque ha habido un paulatino empobrecimiento, no solamente por falta de trabajo sino también porque (hay) un relevo generacional”.

Este hecho generó que se perdiera el ‘alma colectiva’ porque no se cuenta con una educación orientada a formar en el conocimiento de las tradiciones e historia propia, “la gente no tiene el don de la lectura, no saben leer su propio territorio y por su puesto viven ahí, pero no lo valoran”.

Otro de los cuestionamientos es que las administraciones locales se han quedado cortas en la inversión de patrimonio, educación y cultura, temas que no generan un lucro económico por lo que se vuelven poco atractivos, sin embargo, son importantes para mantener viva la memoria.

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“Se necesita revisar el imaginario social que tiene la gente sobre su propio pueblo, pasado y presente”, igualmente, mayor responsabilidad de las empresas para que ayuden a formar a los jóvenes en temas de apropiación.

El historiador agregó que como ha sucedió en otros lugares, las personas terminan cayendo en gran pesimismo y hasta indolencia, sentimientos que terminan restándole  valor al patrimonio estructural, dejando en riesgo la existencia de espacios representativos como la Casa Inglesa, La Factoría, La Estación del Ferrocarril, entre otros.  

Por ello, es necesario impulsar nuevos líderes y lideresas para que logren emerger en medio de una época de desesperanza y desilusión. Una de las estrategias en la que se empezará a trabajar desde la academia es establecer un plan de actividades con miras al cuarto centenario que será en 2026.

Clavijo indicó que la idea es abordar el municipio a través de la óptica ambiental, el de la restauración, memoria, territorio, cultura, entre otras, así se espera que “al celebrar 400 años Ambalema tenga otra alma, para que vuelva a nacer ese pueblo que está muriendo y perdiendo categoría, está siendo prácticamente devorado por, llamémoslo así, los intereses egoístas y particulares de la gente”.

Para el experto, la estrategia funcionará si los ambalemunos interiorizan que sin ellos no se podrá lograr desarrollo social, comunitario, territorial, económico u otro. 

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Las otras ‘dolencias’ sociales 

Otros habitantes indicaron que a la lista de requerimientos se suma un deficiente sistema de alumbrado público, lo que genera inseguridad. Además, como suele suceder en distintas poblaciones, el servicio del acueducto se convirtió en un ‘dolor de cabeza’.

“El agua que nosotros estamos recibiendo nos llega turbia y adicionalmente es por ratos. La desidia de las administraciones municipales y no única y exclusivamente de esta, de las tres o cuatro anteriores, es increíble”, expresó un habitante.

De otro lado, una de las situaciones que tenía consternado a los habitantes, fue el asesinato de Darwin Ferney Rodríguez Chavarro, quien recibió varios dispares en pleno parque principal el domingo en la noche. Algunos lugareños comentaron que un par de horas después del asesinato, las fiestas populares siguieron como si nada hubiera ocurrido.

La policía “no tiene pie de fuerza para combatir la delincuencia en el pueblo, para controlar el microtráfico, no tiene cómo hacerlo y cada día está creciendo más y más”, dijo un habitante. 

Otros comentaron que hace falta Administración municipal, tanto así que de manera jocosa expresaron que tienen un “alcalde fantasma”, pues al mandatario Justiniano Chacón Orjuela se le vería muy poco por el municipio.

 

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Credito
Redacción Tolima

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