¿Qué hacer para evitar tanta deserción escolar?

El domingo anterior divulgué datos cuantitativos sobre la magnitud del problema de la deserción y la reprobación escolar en el Tolima.

Los números dicen que el total de la reprobación escolar supera la deserción. Que al sumar reprobados y desertores se llega a la cifra de 43 mil 52 estudiantes, lo cual es grave y debe prender las alarmas en el sistema escolar y en los ciudadanos, en general, que se interesan por la educación en nuestro Departamento.

En el presente escrito me ocuparé de la divulgación de los resultados de un estudio que profesionales de la Universidad de los Andes elaboraron para las organizaciones “Educación compromiso de todos” y “Conversemos sobre Educación”.

El estudio se títula “Deserción y repetición en los primeros grados de primaria: factores de riesgo y alternativas de política pública”, de la autoría de Sandra García, Camila Fernández y Fabio Sánchez.
Me centro en la deserción, que en el año 2009 fue del 4.4 por ciento en Ibagué, del 9.2 por ciento en los 46 municipios no certificados y del 6.3 por ciento en todo el Tolima. En total, 19 mil 786 infantes y adolescentes abandonaron las aulas durante ese año escolar, por varios motivos.

Es pertinente saber, de acuerdo con el estudio y con otros que ya se ha adelantado en el país, cuáles son los factores asociados a la deserción, cuáles los factores de riesgo y cuáles las políticas y estrategias apropiadas para aminorar la deserción escolar.

La deserción intraanual es más grave en los grados primero y segundo de primaria. Hay situaciones que favorecen la ocurrencia de la deserción y hay otros “factores protectores” para que no ocurra en los volúmenes que está ocur­riendo.
Son tres los factores de riesgo: la extraedad, la repetición y la discapacidad, según el estudio. “En cuanto a los factores de riesgo a nivel individual, se encontró que la extraedad (independientemente de la repetición) es un factor de riesgo significativo, particularmente para la deserción (2010 p. 12). Entonces habrá que estimular el acceso de los estudiantes a los grados y niveles educativos que corresponden según su edad, habrá que evitar la reprobación (pérdida del año escolar) para que disminuya la repitencia y se pueda atender en forma especial a los discapacitados.

“Establecer un sistema de alertas que permita identificar niños con múltiples factores de riesgo acumulados que tengan una mayor probabilidad de abandonar el sistema: el pertenecer a un grupo vulnerable es claramente un factor de riesgo tanto de deserción como de repetición en los primeros dos grados” (p.88).

Si queremos que la deserción escolar disminuya, habrá que incrementar la cobertura del preescolar, motivar a los estudiantes para las actividades escolares, lograr el apoyo de los padres en los procesos de formación y habría que eliminar las dobles jornadas, mejorar las prácticas pedagógicas de los docentes, continuar con los apoyos en transporte escolar, alimentación y útiles. Porque será difícil intervenir desde las instituciones escolares sobre los factores causantes de la deserción debido a la situación socioeconómica de las familias (desempleo y pobreza), que tienen un gran peso en la ocurrencia de la deserción.     

“La jornada completa aparece como un factor protector especialmente para repetición: la tasa de repetición en los dos primeros grados es entre dos y tres puntos porcentuales menor para los niños que están en jornada completa, comparados con los de media jornada”, dicen los autores del estudio (p.84).

La deserción puede ser del 13 por ciento en establecimientos educativos con jornada completa (mañana y tarde con los mismos estudiantes) y del 25 por ciento en aquellos donde sólo se labora en una jornada. La jornada completa es un factor protector contra la deserción y la repitencia.

Entonces la recomendación de política educativa sobre este asunto es la de ampliar la jornada escolar para que pueda haber más tiempo para el aprendizaje. Es un asunto un poco difícil de implementar en Colombia, porque ya existe la tradición de que en los establecimientos educativos oficiales sólo se labora en una jornada. Habría oposición del Magisterio.

Habrá que mejorar la formación pedagógica de los docentes para que estos utilicen estrategias de enseñanza que hagan atractivas y eficaces las actividades de enseñanza y aprendizaje en el aula.

Credito
Luis E. Chamorro Rodríguez

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