Esta ley, que pasó a la sanción del presidente Juan Manuel Santos, también plantea la formación para el ejercicio de los derechos humanos, la educación para la sexualidad y la prevención y mitigación de la violencia escolar. 

La ministra de Educación, María Fernanda Campo, al destacar los alcances de la nueva ley explicó que por primera vez en el país se tendrá un reporte de cada una de las instituciones educativas en donde ocurran esos actos de violencia. Esas agresiones además tendrán un seguimiento para evaluar cómo fueron superadas. 

La ministra Campo indicó que esta ley ordena una coordinación entre distintas instituciones, entre ellas los Ministerios de Educación, Cultura, TIC y el Icbf, la Defensoría del Pueblo y la Policía de Infancia, entre otros. 

Según los representantes Telésforo Pedraza y Simón Gaviria, autores del proyecto, esta ley busca el fortalecimiento de un sistema educativo que promueva la formación ciudadana y el ejercicio de los derechos humanos, sexuales y reproductivos de los estudiantes. 

Se busca “formación de ciudadanos activos que aporten a la construcción de una sociedad democrática, participativa, pluralista e intercultural”, señaló el Pedraza. 

La idea es identificar y realizar seguimiento a los casos de matoneo o violencia escolar, que muchas veces comienza con los apodos que se ponen entre compañeros de clase en las aulas. 

“Necesitamos enseñarle a la gente cómo prevenir el matoneo y mostrarle a los estudiantes los efectos que causan el acoso. Los apodos y las burlas son los signos de alarma”, destacó. 

De otro lado, la nueva ley contribuirá a la prevención del embarazo en la adolescencia y a la reducción de enfermedades de transmisión sexual. 

Gaviria Muñoz dijo que “el embarazo en adolescentes se constituye como una de las principales causas generadoras de pobreza en el país, por esa razón se requiere tomar las medidas necesarias para evitar que se sigan presentando estos casos”.