Progresos en convivencia en el colegio Carlos Lleras

Va un año desde que entró en operación esta estrategia de mejoramiento del ambiente escolar, que ha servido de referente para otras instituciones públicas de la ciudad.

Suena un pito como señal de alarma cuando algún estudiante bota un papel al piso; decir la verdad se convirtió en un hecho cotidiano; han disminuido los embarazos entre las estudiantes, sin embargo cinco adolescentes están en estado de gravidez en la fecha; en cada aula opera un comité de convivencia y hay estudiantes que cumplen la tarea de mediadores en caso de conflictos.

Los anteriores hechos resumen los avances logrados por el Observatorio de la Convivencia Escolar de la Institución Educativa Carlos Lleras Restrepo, del barrio El Salado, que opera desde el primer semestre de 2013.

Este establecimiento oficial es dirigido por José Alirio Ramos, quien puso en operación un Comité Escolar de Convivencia y los proyectos ‘Enganchémonos del buen trato’ y ‘Escuelas que educan y sanan’, liderados por las docentes de religión y ética, antes de la expedición de la ley 1620, de 2103.

“Las reuniones de aula efectuadas para afianzar la comunicación del director de grupo y sus estudiantes, los encuentros semanales, liderados por la psicóloga Clarena Toledo, los procesos de formación en competencias ciudadanas en estudiantes de bachillerato y en primaria, la conformación de comités de convivencia en cada aula y el programa de prevención de embarazos en la adolescencia, han sido acciones estratégicas muy exitosas”, dice el Rector al ejecutar la evaluación semestral del Laboratorio de la Convivencia.

Los conflictos y enfrentamientos entre estudiantes han disminuido, los disgustos y disputas entre docentes también, porque inclusive hay mediadores designados para atender conflictos entre profesores. “Antes los conflictos eran terribles y me enfermaban, ahora la convivencia ha mejorado, los profesores han colaborado en estos”, dice el coordinador del establecimiento educativo, Leonel Acosta Castro.

“El Comité mediador de cada aula ha solucionado muchos problemas, así sean bobos”, dice, por su parte, la personera estudiantil, Laura Monsalve.

La intervención de religiosos

El cura párroco de El Salado, Augusto Gómez, es docente del Carlos Lleras y uno de los integrantes del Comité de Convivencia. También hacen parte de este comité, la exreligiosa de la Comunidad de Dominicas de la Presentación, Yaneth Carmenza Rocha e Irene Bonilla, miembro de una comunidad religiosa seglar, quienes en su calidad de docentes de religión y ética, han impulsado muchas las acciones dirigidas a mejorar la convivencia escolar. En esto la psicóloga Clarena Toledo ha desempeñado un papel relevante.

El Sistema Nacional de Convivencia escolar

La Ley 1620 de marzo de 2013 y su decreto reglamentario 1665, del mismo año, ya cumplieron un año de vigencia. El tema de la convivencia escolar está en la agenda de la mayor parte de los directivos del sistema escolar, tanto es que en cada institución educativa se han constituido los Comités Escolares de Convivencia y a la fecha, todas las instituciones educativas oficiales de Ibagué han hecho los ajustes a los manuales de convivencia para dar respuestas a los mandatos legales correspondientes.

El secretario de Educación de Ibagué, Diego Guzmán, y la directora de Calidad, Amparo Betancourt Roa, informan que, igualmente, se ha constituido el Comité Municipal de Convivencia Escolar, organismo que preside el Secretario de Educación para cumplir las 10 funciones que le establece la citada ley. No se sabe mucho sobre el funcionamiento de este Comité, pero sería bueno conocer sobre el estado de la convivencia escolar en Ibagué, siendo que una de las funciones es la de “coordinar el registro oportuno y confiable de información regional en el sistema de información unificado”, que permitirá saber sobre hechos y acciones de intervención sobre problemas que afect an la convivencia escolar.

Formación para la ciudadanía, formar para la convivencia entre agentes educativos y prevenir la ocurrencia de hechos y fenómenos sociales que afectan la convivencia, entre ellos los conflictos, la intimidación-matoneo, la violencia escolar en general, las conductas disruptivas, la prevención del embarazo de adolescentes a través de la educación sexual, son algunos de los temas que corresponde tratar a los Comités municipales, departamentales e institucionales.

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