Expectativas por la alimentación escolar en Ibagué

A partir de julio se anuncia oferta de alimentación escolar para 24 mil 406 estudiantes, 17 mil 169 menos que en 2015.

Creo no equivocarme al decir que no hay otra capital de departamento, distinta a Ibagué, donde no se haya iniciado la prestación del servicio de alimentación escolar en circunstancias financieras muy similares en todo el país.

Aquí no se ha dado alimentación escolar durante todo el semestre que ha transcurrido del calendario escolar y son pocas las voces que se han escuchado para exponer ante el público esta situación sui géneris. Para comenzar, las autoridades municipales que tienen que ver con la educación han incumplido una norma, la Resolución 18432 de octubre de 2015, en la que se dice expresamente que la alimentación escolar se debe ofrecer desde el primer día del calendario escolar.

Se anuncia que la alimentación escolar comenzará en julio 13, cuando inicie el segundo semestre en las instituciones educativas. A pesar de que se ha dejado de producir gastos en alimentación escolar en el primer semestre, la Alcaldía anuncia que habrá alimentación escolar para 24 mil 406 estudiantes, cifra que es inferior en 17 mil 169 beneficiarios de 2015. Es una disminución equivalente al 41.3%. Será una cobertura que apenas llegará al 20% de la población estudiantil, es decir a la cuarta parte de los matriculados. Es un problema de cobertura, que se deduce del informe que la secretaria de Educación Municipal, Flor Alba Vargas, presentó a los concejales el viernes anterior.

En esto de Alimentación Escolar vamos en retroceso. Porque, de acuerdo con el informe de empalme de la administración anterior a la presente, 2013 fue el año de mayor cobertura de este servicio tan esperado por una buena cantidad de estudiantes y padres de familia, año a año. En 2013, fueron 50 mil estudiantes beneficiados con una inversión de 10 mil 221 millones de pesos. Entre tanto, en 2015 la cobertura fue de 41 mil 575 estudiantes con una inversión de siete mil 254 millones de pesos, distinta a la cifra entregada por la secretaria de Educación, Flor Alba Vargas, de cuatro mil 522 millones de pesos.

Sigo con las cifras del empalme, para decir que los siete mil 254 millones para el PAE en 2015 se constituían con cinco mil 584 millones del Sistema General de Participaciones y mil 670 de aportes del Municipio de sus recursos propios. En el presente año, el recorte de las transferencias nacionales fue de tal magnitud que en el primer documento de Planeación Nacional de febrero, la transferencia nacional escasamente llegaba a la cifra de 844 millones de pesos, es decir, seis mil 410 millones de pesos menos. La Secretaría de Educación explica que fueron 69 millones. Estas cifras desde luego dependen de la fuente que se acoja. ¿Los informes de final de año de la anterior administración o los datos de la actual?

Posible efectos de la baja cobertura de alimentación escolar

Es pertinente decir que la oferta de alimentación escolar es una de las estrategias estatales dirigidas a incrementar el acceso (cobertura) de estudiantes a las aulas y mejorar su permanencia, a través de la disminución del fenómeno de deserción escolar. Pero en Ibagué no se ha cumplido ese propósito. Porque en nuestra capital se calcula en 16 mil 514 el total de infantes y adolescentes en edad escolar que se quedan por fuera de los establecimientos educativos (2015); que la disminución de la matrícula paulatinamente se mantiene y era de siete mil 810 estudiantes menos durante el cuatrienio anterior. Sume a ello una deserción intraanual de cuatro mil 161 estudiantes (3.58%). Porque la deserción es un fenómeno asociado a la cobertura.

Hay múltiples factores causantes de estas situaciones pero empíricamente se puede afirmar que la alimentación es uno de los atractivos del acceso al estudio y también un factor de permanencia en las aulas. Habrá una buena cantidad de padres de familia que envían a sus hijos a la escuela porque allí encontrarán un suplemento alimentación que ellos no pueden suministrar en sus hogares. Entonces, quedamos a la espera de saber de qué manera la no oferta de alimentación en el primer semestre de 2016, producirá efectos sobre la matrícula y la permanencia escolar. Dos derechos fundamentales del núcleo esencial del derecho a la educación como un derecho humano fundamental, no sujeto a negociaciones políticas y exigible a través de tutelas.

Entonces, ha sido un desacierto que el municipio de Ibagué no haya suministrado alimentación escolar en este primer semestre que ha concluido. Porque había recursos financieros para ofrecerla, así estos fueran escasos.

“No se ha entregado un suplemento alimenticio o un almuerzo en las instituciones educativas. Esto comenzará en julio hasta diciembre”, mencionó la Secretaria de Educación municipal a los concejales.

TODO ESTá PRESCRITO

Tal como ocurre en un sistema o modelo de control, eficiencia y eficacia administrativa como el que se aplica en el sistema escolar, todo aparentemente está prescrito sobre lo que se debe hacer en cuanto a alimentación escolar. La resolución 16432, de 52 páginas, expedida en octubre de 2015 con la firma de la ministra Gina Parody, se llega a los más mínimos detalles, como si se aplicara el modelo Frederick Taylor, en la Teoría Científica y Clásica de la Administración de comienzos del siglo XX, en cuanto a Organización Racional del Trabajo, la especialización, la división del trabajo, etc. O más delante de los comienzos del siglo pasado, con Max Weber en la Teoría de la Burocracia, en la cual, a través de la “dominación legal”, se espera que esta resolución sea aplicada rigurosamente para mejorar el servicio de la Alimentación Escolar. Porque en la resolución se dice de todo. Se dan las obligaciones y las competencias de cada instancia, se establecen los medios coercitivos para que la norma se cumpla.

Vale el caso dar algunos ejemplos, se dice que cada Secretaría debe llevar a cabo unos procesos de planificación del programa PAE que incluye un diagnóstico situacional (¿uno más?); para efectos de seleccionar las instituciones beneficiarias del PAE. Se constituyen Comités (Otros más?), uno municipal y otro cada establecimiento educativo. Pero se llega al detalle de decir los componentes del menaje, qué cubiertos y qué cantidad de cuchillos, tenedores y cucharas se deben tener o adquirir; cómo debe ser el menú de las raciones alimenticias con el número de calorías, carbohidratos, vitaminas, etc; cuántos implementos de aseo, cepillos de mano, esponjas, etc. Esta es una resolución que no me gusta, porque coarta la autonomía de las instituciones o supone que en la provincia no hay personas que puedan pensar libremente sobre estos asuntos.

Credito
EL NUEVO DÍA

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