El libro del docente Manuel Horacio Vásquez sobre la violencia

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Plantea cómo la iglesia Católica también participó en la violencia, en principio en la de bases partidistas.

Se puede afirmar que ha llegado a Colombia un nuevo violentólogo. Se trata del profesor de la Universidad del Tolima, Manuel Horacio Vásquez desde hace tres años, ahora adscrito a la Facultad de Educación. Tiene título de doctor en Historia de la Universidad de Nantes, Francia, país donde residió durante 20 años. Su último libro tiene por titulo ‘Antecedentes Históricos de la violencia actual en Colombia. Visiones útiles’, de la editorial Oveja Negra, que comenzó a circular en diciembre de 2016.

“Nos permitiremos presentar, a manera de ensayo, algunas reflexiones sobre esta nueva faceta de la violencia en Colombia, que si bien es cierto está sembrada de esperanzas, no deja de presentar aspectos preocupantes reales para poder ser alcanzada verdaderamente (la paz)”.

El estudio que se expresa en el libro de Vásquez, cubre los años 1930 - 1966, “durante los cuales se produjo una guerra civil o conflicto a nivel nacional que costó la vida de alrededor de 250 mil personas y es conocido con el nombre ambiguo de ‘La Violencia’”, dice el autor.

El libro del profesor Vásquez es el resultado de una investigación que tuvo como guía una pregunta general de investigación: “¿Las relaciones existentes entre la iglesia Católica y los partidos tradicionales fue un elemento esencial para agudizar la violencia social durante la época de la violencia en Colombia?”.

Manuel Vásquez es autor de otros tres libros recientes:, llamados así: ‘Fonética de las lenguas modernas’ (2009); ‘La ruta de la hoja de coca 1492 -1992. Entre la historia, la memoria y el olvido (2012)’ y ‘Un país llamado No Existe’ (2013).

200 años de conflicto bélico

La preguntamos al profesor Vásquez ¿por qué el tema de la violencia, en su último libro?

MANUEL HORACIO VÁSQUEZ: El tema de la violencia en Colombia no emerge por ser un tema de moda sino por ser una situación de 200 años de la historia de Colombia. Comienza con la gesta de los comuneros, sigue con las guerras de independencia, con la Guerra de los Mil Días, prosigue con la guerra partidista entre liberales y conservadores y emergen las guerrillas liberales, hasta llegar a la de los grupos insurgentes y paralelamente los paramilitares junto con la delincuencia común organizada.

Han sido 200 años en constante conflicto. La paz se percibe como algo deseado últimamente, siendo que durante 200 años las gentes han deseado la paz. Pero la paz no ha sido escuchada.

E.N.D.: ¿A qué le atribuye esa permanencia tan larga de estado de violencia?

M.H.V.: Dar una explicación aceptable es un poco difícil. Una es la incapacidad de las élites políticas de observar el conjunto de la nación como un todo y no como situaciones sectoriales. Se ha pecado en la forma como se ha dirigido el país, y no hemos sido capaces de admitir las diferencias de los contextos políticos y sociales.

Si usted no piensa lo mismo que yo, inmediatamente se convierte en mi enemigo. Y eso se ha acrecentado por las visiones religiosas que siempre han estado presentes en los últimos 500 años.

Otro aspecto es a través de una educación que ha sido permeada por esa concepción de amigo - enemigo, como lo dice Norvert Elías. Habrá otras explicaciones, desde luego. La violencia no es un fenómeno exclusivo del pueblo colombiano, también se presentó en Europa.

La violencia y la iglesia Católica

En su libro, Vásquez plantea de qué manera la iglesia Católica también tiene su participación en la época de la violencia, principalmente en la ocurrida por motivos partidistas.

“El papel de la iglesia Católica está seriamente cuestionado, no sólo por su participación en la neutralización de las organizaciones sindicales: también por sus actividades directas en la violencia. Muchos obispos y sacerdotes colaboraron e incitaron a la represión” (p. 117).

Y admite algunas cuestionamientos, problemas y vacíos de conocimiento, entre ellos: “Falta precisar la posición de la iglesia frente al partido Conservador; falta precisar la posición de la iglesia Católica frente al partido Liberal; falta precisar la posición de la iglesia Católica frente al partido comunista y los grupos religiosos protestantes”.

Le preguntamos a Vásquez: ¿La formación religiosa de las personas tienen que ver con el fenómeno de la violencia?

M.H.V.: Evidentemente. La violencia tiene un zócalo mítico religioso. Somos seres mítico-religiosos. La religión es variada, múltiple. No hay una religión que sea más importante que las otras. Hay caminos diferentes para llegar a un mismo Dios, lo han dicho diferentes pensadores.

La educación en el posconflicto

E.N.D.: Estamos en la etapa de posconflicto. Cree que el Gobierno está dando el tratamiento a adecuado a este tema en el sistema escolar?

M.H.V.: El problema es que se exija a una sola parte de la comunidad la responsabilidad de la educación para el posconflicto. Se ha creído que esto sólo le corresponde a la escuela y a los docentes. Así, la clase política se quiere lavar las manos. Para decir que si no funciona el posconflicto, entonces tiene el chivo expiatorio para decir por qué no funcionó. La cuestión de la paz no radica en un sector específico de la población , radica en todos los sectores de la población.

La clase política tiene que dar espacios de paz, no solo de ‘dientes para fuera’. No sé por que se está hablando de posconflicto, cuando todavía no ha terminado el conflicto. No por mucho madrugar amanece más temprano.

LUISEDUARDOCHAMORRO10@GMAIL.COM

Credito
LUIS EDUARDO CHAMORRO R. ESPECIAL PARA EL NUEVO DÍA

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