Tengo esta hipótesis: La formación religiosa influye positivamente en el logro del rendimiento académico de los estudiantes. Porque más de la tercera parte de los establecimientos educativos del Tolima (el 39 %) que alcanzaron la categoría A+ equivalente a “muy superior”, según los resultados de las pruebas Saber 11 de 2016, están orientados por comunidades religiosas. Esta situación lleva a este interrogante de indagación: ¿Por qué a los estudiantes de los establecimientos orientados por comunidades religiosas les va bien en las pruebas Saber que aplica el Icfes?

En 2016 fueron 23 los establecimientos educativos que fueron clasificados por el Icfes como ‘Muy superior’ o de excelencia y de ellos, nueve son dirigidos por religiosos católicos. Además, la mayoría ha recurrido a la certificación de gestión de calidad ISO-9001.

Son ellos, el colegio Champagnat, de los hermanos maristas; el Tolimense, de la Diócesis de Ibagué; el Cisneros, de los padres franciscanos; el Eucarístico, de las hermanas Mercedarias; el colegio La Presentación y el María Inmaculada, entre los colegios no oficiales de Ibagué. Aquí en Ibagué se agrega la institución Santa Teresa de Jesús, que es oficial, orientada por la comunidad de las dominicas.

En los municipios no certificados, siete establecimientos educativos que lograron la categoría muy superior y de ellos, dos son orientados por religiosos, Antonio María Claret de Líbano, de la diócesis de Líbano, y la institución educativa oficial Santa Ana, de Mariquita, que es oficial, pero está dirigida por la religiosa Ana Isabel González.

El colegio Tolimense, de Ibagué, de la Diócesis de la capital tolimense, puede ser tomado como caso para saber qué se hace en este colegio para que sus estudiantes tengan buen rendimiento académico. ¿Influye en ello el hecho de estar certificados en gestión de calidad? Porque no hay conocimientos científicos sobre los efectos de la certificación de calidad sobre la calidad de los aprendizajes y la calidad educativa que ofrezca un establecimiento educativo.

El Tolimense es, además, un plantel educativo que en marzo recibió tres certificaciones de calidad: ISO 9001-2015 por aspectos generales del colegio; NTC-5580-2011, por la formación para el trabajo y el desarrollo humano en idiomas, niveles A1 y A2, y la NTC 5555, de calidad en desarrollo humano para el centro de idiomas, por Bureau Veritas Certification.

Es válido, entonces, tomar el caso de este colegio, dirigido desde hace cuatro años por el sacerdote Alfonso Bonilla Aristizábal, para encontrar respuestas sobre los factores que caracterizan a un plantel para estar en el grupo de los de alta excelencia en el rendimiento académico, la influencia que pueda tener en ello la orientación religiosa católica, su condición de ser no oficial o privado y la certificación de calidad, como ya la tienen otros colegios de la capital. A esto se suma que son varias las concepciones que se tienen de calidad y no se ha llegado a un acuerdo que satisfaga el enfoque o la concepción de calidad más apropiados.

La certificación Bureau Veritas

Surge otra pregunta relacionada con el tema de la calidad: ¿Las certificaciones ISO que otorgan a los colegios algunas empresas dedicadas a esta labor, son aplicables a los establecimientos educativos? Si tomamos el caso del colegio Tolimense, habría que dar una respuesta positiva.

El Rector construye esta respuesta: “La certificación de calidad sirve de mucho, porque nos apoyamos en su direccionamiento, nos orientan, nos capacitan, nos asesoran, prácticamente. En años anteriores ya estaba certificado en ISO 9001-2008 y ahora obtiene la certificación ISO-9001-2015, de Bureau Veritas. Es un modelo de gestión de la calidad que se adecúa a aspectos educativos, creada recientemente”, dice.

Y añade: “Ante todo trabajamos muy juiciosamente, como equipo, proyectamos nuestra formación a unos estudiantes realmente integrados. Operamos como un colegio de la iglesia, la formación pastoral es un eje transversal. Todo esto ha hecho posible una disciplina para que respondan a una misión educativa”.

Toda certificación de calidad se constituye bajo la concepción de calidad como eficacia y se centra en el logro de resultados de los aprendizajes. Se certifican sistemas de procesos estandarizados que deben ser cumplidos para el logro de la calidad de los aprendizajes deseados, principalmente en temas de la gestión o administración educativa.

El desempeño del Tolimense en las pruebas Saber 11 y el índice de calidad 

Se puede confrontar la nueva certificación con los resultados de sus bachilleres del grado Undécimo en las pruebas Saber 11 de los últimos años. Durante 12 años ha alternado entre las categorías superior y muy superior establecidas por el ICFES. En 2015 y 2016 ha estado entre los colegios de categoría A+, equivalente a muy superior de antes. En 2015 ocupó el puesto quinto entre los colegios del Tolima e Ibagué y, en 2016 en el octavo entre los de Ibagué y el puesto 760 entre los del país. Son indicadores que dicen de la calidad de los aprendizajes que se ofrecen en este colegio, del barrio Belén.

El Índice Sintético de Calidad Educativa que ha establecido el Ministerio de Educa ción también favorece a la institución en los niveles de primaria, secundaria y media. Estos índices están por encima del nacional y el de Ibagué. El índice en el nivel de primari a fue de 7.86 en 2016, por encima del nacional, de 5.42, y de Ibagué, de 5.76. En secundaria, el índice de calidad del colegio fue de 7.83, superior al nacional, de 5.27, y el de Ibagué, de 5.49.

Óscar Montalvo, coordinador de Calidad del colegio, lo ratifica: “Creo que la calidad se ha mantenido y así lo muestran los resultados de las pruebas Saber y los que hemos obtenido en el Isce y han sido resultados muy consolidados, que muestran que ha habido un trabajo constante sobre lo pedagógico. Un trabajo muy bien hecho en la formación de los docentes y al mismos tiempo de ayudar a los chicos a que alcancen las los objetivos en cada u na de las áreas que están cursando”.

En el plantel no hay “pérdida del año” en la mayoría de los niveles, esto significa que la reprobación es casi nula, que todos aprueban el grado correspondiente cada año. La aprobación se puede considerar como otro indicador de la calidad de los aprendizajes, porque reporta las evaluaciones que cada docente hace de su asignatura permanentemente.

Frase

"Organizados formamos equipos, tenemos nuestro interés en formar personas en calidad", Alfonso Bonilla Aristizábal, rector del colegio Tolimense..

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