En Tolima sigue decreciendo la población estudiantil

ARCHIVO - EL NUEVO DÌA
En el país y desde luego en sus entidades territoriales, la disminución de la matrícula se convirtió en un problema estructural para efectos de la cobertura escolar o el acceso a la educación como uno de los derechos fundamentales que tienen infantes, adolescentes y jóvenes. La matrícula decrece año a año, así sea levemente.

En el Tolima, en nueve años, es decir, desde 2008, cuando aún no existía la gratuidad educativa, la población estudiantil en los 47 municipios del Departamento era de 305 mil 592 matriculados, cifra que pasó a ser de 253 mil 760 en 2016, es decir, en esos nueve años, la matricula decreció en 51 mil 832 estudiantes, un 17 por ciento menos.

Situación que ocurre tanto en Ibagué como en los 46 municipios no certificados donde los recursos estatales para la educación son administrados por la Gobernación a través de su Secretaría de Educación.

Ese decrecimiento de la matrícula es mayor en Ibagué, único municipio certificado que ha sostenido una baja cobertura escolar en los últimos años.

Si se sigue en el análisis de los datos cuantitativos sobre cobertura escolar que recolecta y procesa el Simat (Sistema de matrícula, del Ministerio de Educación), es pertinente agregar que sobre el total de infantes y adolescente entre cinco y 16 años que debieran estar estudiando, son 52 mil 635 los que están por fuera de las aulas en 2016, es decir, son ausentistas del sistema escolar.

De los cuales 30 mil 730 en los 46 municipios no certificados y 21 mil 905 en Ibagué.

A esto se le debe agregar que la deserción escolar y la reprobación de cursos, también afecta la cobertura escolar y deben ser tenidos en cuenta en el análisis de estos datos.

Por ahora digamos que entre 2016 y 2017, en los 46 municipios no certificados, la matrícula regular, es decir, la que no tiene en cuenta datos de la oferta por ciclos, fue inferior en dos mil 128 a la del año inmediatamente anterior.

¿Por qué disminuye la matrícula?

Tal como ocurre en todo fenómeno social, hay múltiples razones que deben ser estudiadas a través de investigaciones de corte cualitativo y cuantitativo. Se puede hacer la aproximación a los factores causantes de este fenómeno.

Uno de este factores en la situación económica de las familias que no disponen de los recursos financieros para los costos directos que demanda la asistencia de los adolescentes a las aulas, entre ellos, los uniformes, el transporte, útiles escolares y costos de manutención.

No ha sido suficiente la gratuidad educativa establecida por el gobierno desde 2012 para abaratar esos costos y hasta resulta paradójico que siga disminuyendo la matrícula siendo que no hay costos educativos para el acceso y la permanencia de los estudiantes en los establecimientos educativos.

Tampoco ha sido suficiente la oferta de alimentación y transporte escolar a parte de la población estudiantil.

Habrá que buscar en indicadores del trabajo de los padres de familia, esas razones.

En Tolima, ha crecido paulatinamente el Producto Interno per cápita por habitante, que era de 12 mil 257 millones de pesos en 2015 pero, igualmente, en 2011 se calculaba en 10.48 por ciento la población en situaciones de miseria y en 29.8 el porcentaje de población en situación de pobreza general, cifras que explican parcialmente la grave situación económica de la población, principalmente en las zonas rurales (la mitad en situación de pobreza).

Son datos de los cuales se infiere que muchos jóvenes en edad escolar se ven forzados a ocuparse en trabajos de diferente índole para ayudar a sus padres a su supervivencia. No todas las familias disponen de recursos para la educación formal de sus hijos.

El modelo educativo en crisis

Es pertinente aceptar que el modelo educativo colombiano está en crisis, no es el apropiado para la formación de nuestros estudiantes. Habrá que buscar la salida hacia una formación más humanística donde estudiantes y docentes tengan la oportunidad de mayor tiempo para interactuar, a través del diálogo, sin tanta angustia por la enseñanza de conocimientos científicos. Pasar de la enseñanza de competencias cognitivas hacia las procedimentales y tecnológicas que le enseñen a los estudiantes cómo aplicar los conocimientos científicos para su desempeño en la vida presente y futura. Pero más allá, enfrentar aspectos de la formación en actitudes y valores que le enseñen a los estudiantes a convivir y a vivir en paz, como ciudadanos del mundo.

Apartarse del modelo de control y eficacia que tiene a docentes ocupados de actividades instrumentarles, preparando a los estudiantes para pruebas estandarizadas nacionales e internacionales en las cuales no se evalúan competencias relacionadas con la formación del ser.

El modelo de financiación estatal del sistema escolar formal, exige transformaciones inmediatas. El Sistema General de Participaciones, que distribuye los recursos financieros para la educación a las entidades territoriales, escasamente atiende los gastos salariales y prestacionales del personal docente y administrativo, los recursos para calidad son escasos y apenas equivalen a un cinco o siete por ciento de las transferencias.

Una modificación urgente del sistema de trasferencias nacionales para educación, debe garantizar la atención permanente y continuada de los tres grados de la educación preescolar. Porque sólo es obligatoria, por ahora, la financiación del grado de transición. Esa es una buena bandera que ha tomado Fecode, en el pliego de peticiones que se negocia con el Gobierno.

Poca pertinencia educativa

Lo que se enseña en los establecimientos educativos es poco atractivo para los estudiantes, y en muchos casos, tampoco es satisfactoria la forma como enseñan sus docentes, debido a problemas de formación pedagógica previa de estos. Entonces, hay problemas de pertinencia educativa, de pertinencia curricular, que se manifiesta en el poco interés por la educación. Padres y estudiantes ven poco útil para la vida lo que se les enseña.

Los ambientes psicológicos y sociales que ofrecen los establecimientos educativos, constituyen climas sociales escolares muchas veces insatisfactorios o negativos para el desempeño institucional y profesional de los docentes. Climas de relaciones interpersonales conflictivos, ambientes físicos poco agradables, porque no hay servicios de acueducto y energía eléctrica en algunas escuelas rurales, porque no se dispone de unidades sanitarias apropiadas, porque el clima de convivencia escolar es negativo. Estas y otras situaciones producen desgano en los estudiantes para asistir o permanecer en las instituciones educativas. A ello se debe sumar que no siempre se dispone de los materiales ni equipos requeridos para la enseñanza y el aprendizaje.

LUISEDUARDOCHAMORRO10@GMAIL.COM

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LUIS EDUARDO CHAMORRO R. ESPECIAL PARA EL NUEVO DÍA

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