El jueves anterior, el presidente Iván Duque y la Ministra de Educación María Victoria Angulo, divulgaron cifras definitivas sobre el presupuesto nacional para educación en el año 2019, después de la movilización masiva de estudiantes y profesores de las instituciones de Educación Superior, reclamando mayor inversión estatal en educación.

El presupuesto llega a la cifra de 41.4 billones de pesos, cifra que supera los 37.4 billones de pesos del año 2018 y los 35.4 billones del 2017. Será la destinación más alta, después del presupuesto para pago de deuda externa y superior al destinado para los demás sectores, incluyendo el gasto en el Ministerio de Defensa.

El 28 de diciembre anterior, en el Día de los Inocentes, el presidente sancionó la ley bianual del sistema nacional de regalías que le adiciona otros dos billones de pesos a la educación y de éstos, un billón para inversiones en infraestructura física en instituciones de educación superior. Se incrementa en un 48 por ciento el recurso para el Programa de Alimentación Escolar destinada a estudiantes de educación básica y media.

Comparación del gasto educativo

No hay un acuerdo con relación al gasto educativo en Colombia, en comparación con el de otros países de Latinoamérica o con relación al Producto Interno Bruto.

En cuanto al gasto público en educación con relación al PIB, era de 4.8 por ciento en el año 2014 en el mundo, según el Banco Mundial. En ese mismo año, el de Colombia era de 4.7 por ciento, es decir, muy cerca del promedio mundial. Es una participación porcentual que en el año 2016 bajó a ser de 4.5 por ciento, muy a la par de Chile.

Se puede concluir que la participación porcentual de Colombia en el gasto público en educación con relación al PIB es de los más altos en Latinoamérica (Unesco, 2016, Informe de seguimiento a la educación en el mundo). Según datos del 2015, nos supera Costa Rica (7.0%) , Argentina (5.3%) y Chile (4.9%), entre otros.

Pero la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, Ocde, a la cual ingresó Colombia en el año 2018, establece otras comparaciones que son poco halagüeñas. Entre los 36 países que integran la OCDE (Club de los países ricos y de buenas prácticas), el gasto por alumno de Colombia es el más bajo. Es de 10 mil 182 dólares por alumno en los países de la OCDE, frente a 3 mil 245 dólares en Colombia, lo cual es una diferencia bastante grande, que ubica a Colombia en la cifra más baja entre países de América Latina, clasificación que encabeza Brasil con 5 mil 610 dólares por alumno.

El análisis financiero de la Unesco

En el ámbito del sistema escolar del Tolima, pocas veces se divulgan datos sobre aspectos financieros, siendo que implícitamente todos los ciudadanos tienen la idea de que para mejorar la calidad educativa y cumplir con el resto de obligaciones estatales con los elementos del núcleo esencial del derecho a la educación, se requieren mayores recursos financieros.

La Unesco divulgó el informe de seguimiento de la educación en el mundo, 2017, que da luces sobre los temas relacionados con la financiación del gasto educativo. Dice entre otras cosas “No se dedica suficiente atención al costo de la educación ,que es un gran obstáculo a la participación de las familias en los países de ingresos bajos y medianos. Muchos Ministerios no consideran el gasto público y el privado como un conjunto integrado… La inclusión del gasto de las familias puede cambiar la manera de entender la inversión de los países en educación”.

Colombia, entre los 176 afiliados a la Unesco, está en el punto medio en cuanto al gasto público en educación y como porcentaje del PIB, junto a países como Ecuador, Reino Unido y Tayikistán. En uno de los países donde las familias asumen el gasto en educación en un porcentaje que equivale al 30 por ciento, aproximadamente. Lo cual nos pone en desventaja con Omán, Cuba y Palestina donde el Estado asume cerca del ciento por ciento el gasto en la educación de los infantes y adolescentes.

Aquí está, en parte la explicación del por qué de la inasistencia escolar y de la disminución progresiva de la matrícula. “En una tercera parte de los países, las familias contribuyen al menos con un tercio de total de costos de la educación”, dice el informe.

“La falta de unas finanzas adecuadas y equitativas fue la principal razón por la que no se pudieron cumplir los objetivos de la educación entre 2000 y 2015… Los hogares siguen haciéndose cargo de gran parte del coste de la educación. En los países más pobres, su participación en los gastos totales de educación fue casi el triple que en los países más ricos”, dice el informe de la Unesco del 2016, por su parte.

Las transferencias nacionales para el Tolima

El lunes 24 de diciembre anterior, Planeación Nacional divulgó el documento Conpes social Número 33 por el cual se hace el resumen de la distribución total y final de recursos financieros del Sistema General de Participaciones (SGP), correspondiente al año 2018. Según este documento, el Tolima recibió en el año 2018, transferencias nacionales para educación por la suma de 714 mil 713 millones de pesos, de los cuales, el 70 por ciento corresponden a la gobernación con destino a los 46 municipios no certificados (499 mil 952 millones de pesos) y el 30 por ciento restante para Ibagué (214 mil 761 millones).

El incremento de estas transferencias equivale al 5.1 por ciento entre el años 2017 y el 2018 (34 mil 485 millones de pesos más). Es un aumento que está cerca del índice de precios al consumidor , IPC del 4.12 por ciento en el 2017 y de la tasa de inflación del 4.09 por ciento.

Es pertinente decir que las transferencias que hace la Nación para el funcionamiento de los establecimientos educativos estatales, tiene destinación concentrada en un 95 por ciento en el gasto de costos salariales y prestacionales del personal docentes y administrativo, en consecuencia, las transferencias para inversiones en calidad son mínimas. Ni las alcaldías ni las instituciones educativas disponen de recursos financieros necesarios para la inversión en el mantenimiento y adecuación de la planta física o en actividades dirigidas a mejorar la calidad.

La Nación hace transferencias para gastos en calidad, dirigidos a cada alcaldía y a los Fondos de Servicios Educativos de cada plantel educativo oficial. Esto último bajo el concepto de gratuidad educativa.

Así, por ejemplo, las transferencias para calidad-gratuidad que hizo la Nación a Ibagué, llegó a la cifra de 5 mil 451 millones de pesos en el año 2018, monto inferior en 708 millones con relación al año 2017 cuando tal transferencia fue de 6 mil 159 millones de pesos. No se incluyen en estas cifras, las transferencias que ha hecho y hará la nación en el programa de Jornada Única, destinados a construcciones y adecuaciones de la planta física de planteles educativos.

La distribución de las transferencias nacionales para el gasto educativo en el Tolima en el año 2019, sólo se conocerá a finales del mes de enero próximo. Se crea la expectativa sobre los efectos que tendrán los nuevos recursos presupuestales para educación adoptados en el presupuesto general de la Nación, mencionados al comienzo de este texto.

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