Municipios con alta reprobación y deserción escolar en 2018

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
Melgar y Piedras, con los indicadores más preocupantes en el Tolima.

¿Cómo está la eficiencia interna escolar en los municipios tolimenses? Los datos del Sistema Integrado de Matrícula, Simat del Ministerio de Educación Nacional, procesados en los boletines estadísticos de la secretaría de Educación Departamental para los 46 municipios no certificados y el de la secretaría Municipal de Ibagué, para la capital tolimense, nos dicen que Melgar es el municipio con la tasa de reprobación escolar más alta, en tanto que Piedras es donde la deserción escolar es relativamente superior entre los 47 municipios del Tolima.

En contraste, en los municipios de Suárez y Coello, tanto la reprobación o “pérdida” del año escolar y la deserción intraanual están por debajo del uno por ciento (0.7%), situación que debe ser premiada y aplaudida, de alguna manera.

Ya está dicho que la reprobación escolar, que es del 5.9 por ciento entre los 47 municipios no certificados, cuya administración del sistema escolar está a cargo de la Gobernación, y la de Ibagué, del 5.7 por ciento (2017), sigue siendo un fenómeno que manifiesta el fracaso escolar del sistema, por su baja eficiencia interna.

Porque se espera que todos los estudiantes que se matriculen aprueben su correspondiente grado y avancen a los siguientes y que, simultáneamente, lo ideal fuese que no abandonen las aulas entre el momento de la matrícula y la finalización del año escolar.

Sobre repitencia escolar no hay información estadística reciente en relación con los 46 municipios no certificados. Se dispone de la de Ibagué y sobre estos datos es pertinente decir que la repitencia escolar es más alta en la educación básica secundaria, del 9.4 por ciento en el año 2015, del 10.9 por ciento en el 2016, subió al 11.7 por ciento en el año 2017 y fue del 10.6 por ciento en el 2018.

Son tasas de repitencia relativamente altas, ya que ello significa que de cada 100 estudiantes matriculados en este nivel educativo, diez tienen la condición de repitentes, una situación que se origina en la alta reprobación escolar, a la cual poca atención se le ha puesto.

 

Eficiencia interna

Los datos sobre eficiencia interna, en cuanto a los indicadores de reprobación y deserción escolar más recientes, corresponden al año 2018 debido a que se trata de información que se recolecta, por parte del Dane, en los primeros meses del año 2020, los correspondientes al año 2019, en el momento de la matrícula.

Son 22 los municipios en los cuales las tasas de reprobación escolar están por encima de la departamental de 5.9, a su vez, esta es una tasa inferior a la nacional de 6.8 (2017). Se incluye a Ibagué en este grupo, con una tasa de reprobación escolar de 6.67 (2017).

Que en Melgar, de cada 100 estudiantes matriculados, 14 pierdan el año escolar, es gravísimo. También en Palocabildo donde, en tal proporción, sean 10 los que reprueban, también es lo es.

En cuanto a la deserción escolar intraanual, en 18 municipios la tasa correspondiente es superior a la tasa departamental del 2018, de 3.2 por ciento.

Esta tasa departamental de deserción intraanual está levemente por debajo de la nacional de 3.5 (2017). En cuanto a Ibagué, tiene una tasa de deserción inferior a la nacional y a la departamental lo cual es un dato positivo.

 

¿Qué hacer sobre la reprobación?

Este fenómeno de la reprobación escolar ha sido objeto de varias investigaciones educativas, principalmente dirigidas a establecer sus factores asociados y a encontrar acciones de intervención apropiadas para disminuir su ocurrencia.

Sólo me referiré a dos de esas investigaciones, una realizada en Bogotá y la otra en Ibagué.

Lida Alejandra Martínez es la autora de la investigación sobre “Estrategias innovadoras para disminuir la reprobación, aplicando el Modelo negocios Canvas”, realizada en Bogotá (2017).

La hipótesis implícita en esta investigación de enfoque cualitativo es que la reprobación se debe, en mayor parte, a factores endógenos, externos a la institución escolar, es un fenómeno social que involucra a muchas personas y organizaciones del entorno y de la cultura social.

“Es imperativo modificar la concepción que existe sobre la reprobación escolar como dinámica inherente al proceso educativo y empezar a pensarse como una problemática que trae efectos negativos en el desarrollo humano.

Además del cambio de concepción cultural, el trabajo cooperativo es el que se requiere para disminuir la problemática”, dice la investigación.

La autora agrega: “Se requiere de una toma de perspectiva de la educación desde la mirada del estudiante. Lo que significa, que en esta institución los estudiantes ven la formación de ellos como algo ajeno y despersonalizado, en el que no se tiene en cuenta sus propuestas e iniciativas, de ahí que una de la soluciones efectivas sería empezar por tener una mirada retomando las ideas de los estudiantes”.

Es una investigación de enfoque cualitativo en la que se recolectó y procesó información a través de técnicas de análisis documental, encuestas a las familias de los estudiantes reprobados y grupos focales de padres de familia y estudiantes.

El estudiante de la Maestría en Educación, Luis Enrique Prada Vergara, a la vez Coordinador Académico de la Institución Educativa Sagrada Familia del barrio Jordán de Ibagué, de la Línea de Investigación en Gestión Escolar de la Universidad, bajo la dirección del profesor Cicerón Caicedo Duarte, realizó la investigación que se titula “Factores incidentes en la reprobación en estudiantes del grado sexto” de la institución escolar nombrada.

Se identifican cuatro factores exógenos (externos a la institución escolar) a saber: las características de las familias, las relaciones interpersonales en el ámbito familiar, el uso del tiempo libre por parte de los estudiantes reprobados y los problemas de articulación entre el nivel de Educación Básica Primaria y la Educación Básica Secundaria, es decir, problemas de la transición del grado quinto de primaria al grado sexto de secundaria.

Los estudiantes reprobados “le dedican mucho tiempo a ver televisión, a jugar con los amigos del barrio, jugar en computadores, tablet, celulares y otros juegos electrónicos; el vivir con su mamá únicamente y sus hermanos, por la separación de sus padres; el presentar relaciones conflictivas entre los miembros de la familia, afectando al niño por la separación de los padres”, es una de las conclusiones, de esta investigación realizada teniendo como fuentes de información de encuestas y análisis del Observador del Alumno de 57 estudiantes de grado sexto.

En cuanto a los factores endógenos, se identifican y describen seis: Dificultades académicas para el aprendizaje, problemas de convivencia con profesores y compañeros de estudio, la inasistencia a clases, el poco interés por el estudio, la poca pertinencia curricular, es decir, no se enseña lo que desean y necesitan los estudiantes; los estilos de enseñanza de los docentes.

“No presentan trabajos, tareas, actividades de apoyo o actividades de recuperación; se hace necesario del llamado de atención y citación del padre de familia o acudiente, por presentar problemas de bajo rendimiento académico y por presentar problemas disciplinarios. Las tareas o asignaturas que menos les gustan son las matemáticas, el inglés, las ciencias naturales”.

Credito
LUIS EDUARDO CHAMORRO ESPECIAL PARA EL NUEVO DÍA.

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