Toda la acción del gobierno está centrada en la intervención sobre el coronavirus Covid-19, necesaria para salvar vidas. Como consecuencia, poco se escucha hablar de promesas de campaña electoral y de los ejes temáticos del Plan Desarrollo para el cuatrienio, que desde luego será distinto al presentado en las corporaciones públicas, asamblea y concejos, para su discusión y aprobación.

Por ejemplo, inquieta saber qué va a pasar con la Jornada Única en el Tolima. Se trata de un programa nacional dirigido a mejorar la infraestructura física de los planteles educativos estatales, a suministrar alimentación a los estudiantes beneficiarios, al mejoramiento de los procesos pedagógicos y a lograr la vinculación de docentes para ofrecer más horas de enseñanza en las aulas. Hasta el momento de ocurrir la pandemia, en el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022, se tenía la meta de duplicar el total de estudiantes en jornada única, pasar de 900 mil estudiantes a mil millones 800 en el cuatrienio de Iván Duque. En cuanto alimentación escolar, uno de sus componentes, la meta es (o era) de llegar a una cobertura de 7 millones de estudiantes.

Son cifras que las entidades territoriales deben tener como referencia debido a que la fuente de financiación del servicio educativo en un 88 por ciento corre por cuenta de la Nación, que a través del Ministerio de Educación es la que dice qué se debe hacer en el sector educativo, en gran parte. Si una entidad territorial aspira a mejorar la oferta relacionada con los cuatro componentes de la Jornada Única, necesariamente tendrá que incluir acciones previstas de este programa nacional en sus planes de desarrollo.

Los resultados de la Jornada Única, según Planeación Nacional

Planeación Nacional, con fecha de 24 de enero, con datos anteriores al coronavirus, elaboró un balance sobre los efectos de este programa en el sistema escolar y entre otras conclusiones está la de que “produce agotamiento en los estudiantes, problemas de articulación entre el nivel nacional y el territorial en cuanto infraestructura y dotación”.

El informe de planeación dice, además, que ha sido eficaz sobre la deserción escolar, “las tasas de reprobación también mejoraron… Mejoras en los indicadores de calidad. A nivel descriptivo, se analizaron los cambios en las pruebas Saber de Tercero, Quinto y Noveno se encontraron resultados positivos en matemáticas y lenguaje… No se observó actualización para favorecer y fomentar el respeto por los Derechos Humanos, la paz y la democracia, e incentivar el desarrollo de las prácticas deportivas, actividades artísticas y culturales, la sana recreación y la protección del medio ambiente… Se muestra un bajo desempeño en lo relacionado con la adecuación de nuevas aulas”.

¿Qué pasa en el Tolima?

No se ha realizado una investigación evaluativa sobre Jornada Única que permita saber qué efectos ha producido en el desarrollo de los cuatro objetos para los cuales fue creado en el 2015.

Hay un comienzo de ello, con dos investigaciones realizadas por estudiantes de la Maestría en Educación de la Línea de Gestión Escolar, en la Universidad del Tolima, una de ellas en Cajamarca y la otra en Ibagué.

En los informes de gestión de los mandatarios, se registran cifras sobre cobertura e inversiones realizadas, pero no hay una sistematización de datos cuantitativos y cualitativos para saber qué ha pasado en cuanto a la idea de mejorar los aprendizajes de los estudiantes.

Erlin A. Hernández, coordinador en la IE Ismael Perdomo de Cajamarca y a la vez autor de una de las investigaciones, en una frase resume el estado actual del programa en tiempos de Coronaviris: “La Jornada Única se ha reducido a la oferta de alimentación a los estudiantes, uno de sus componentes. El componente pedagógico está envolatado. En los municipios no certificados, no hay financiación de infraestructura, los padres de familia están pensando en retirar a sus hijos de los establecimientos educativos, como consecuencia de las dificultades para el estudio creadas por la pandemia”.

El secretario de Educación Departamental, Julián Fernando Gómez, dice para El Nuevo Día, con relación a este programa: “El Ministerio de Educación no ha manifestado aún, sobre cofinanciación de proyectos de infraestructura, pero en la emergencia no se han iniciado obras. En el Plan Departamental de Desarrollo se plantea la meta de pasar de un 23 por ciento a un 30 por ciento, en los estudiantes beneficiarios”.

¿Qué dice el Sindicato de Maestros del Tolima? Álvaro Huertas, uno sus voceros, dice al respecto: “No nos oponemos a la Jornada Única si se dispone de los recursos y condiciones mínimas para su implementación. Si pero no así, es el eslogan.

Los docentes deben participar en horas adicionales de trabajo, de manera voluntaria, no como ocurre en algunas Instituciones Educativas donde los rectores obligan a los educadores, a través de la coacción”.

La Jornada Única en Ibagué

En Ibagué, la Jornada Única ha tenido una cobertura y financiación más significativa que en los 46 municipios no certificados. Un informe final del exalcalde Guillermo Alfonso Jaramillo dice que se trata de un programa que cuenta con la financiación asegurada. Comenzó con una propuesta de inversión de 200 mil millones de pesos, de los cuales 140 mil millones los aporta la Nación y 60 mil millones el Municipio.

La actual Secretaria de Educación Yenny Mesa, manifiesta que las obras de infraestructura están suspendidas. “En este momento se encuentran suspendidas las 14 obras de las I.E, por los contratistas UT- MEN 2016 (5 obras), GMP (4 obras), constructora Colpatria (5 obras), todas con un avance del 60% en general. Dos de las I.E. se encuentran con la licencia de construcción listas para la construcción, dos I.E. se encuentran para la aprobación por parte del Ffie, para la asignación del contratista, y 8 que fueron asignadas nuevamente al contratista Consorcio Desarrollo Escolar, que se encuentran en proceso de diseños listos para radicarlos ante las curadurías.

La medida se toma en consonancia con lo dispuesto en el Decreto 457 del 2020 y la declaratoria de Estado de Emergencia Económica, Social y Ecológica en todo el territorio Nacional”.

Dilemas sobre la Jornada Única

Hay dudas y dilemas sobre los efectos positivos de la Jornada Única, es lo que se deduce de los informes y los pocos estudios que se han relazado en Colombia sobre este programa.

También ocurre en España donde hay resultados de investigaciones a favor y en contra. Sin embargo, en el país hispano, 8 de cada diez establecimientos educativos de educación infantil y primaria, la implementan con el nombre de “Jornada intensiva”, frente a la “jornada partida”.

Se afirma que varias investigaciones sobre este tema, llegan a la conclusión de que la jornada intensiva (jornada única, en Colombia), “es un modelo en retroceso en países avanzados” (Macarena Baena, 2019).

Pero hay defensores de la jornada partida (9 a una de la tarde y 3 a 5 de la tarde) de la cual dicen que mejora el rendimiento académico de los estudiantes, se adecúa mejor a los ritmos biológicos de los estudiantes.

Dato

Aclaración. En la página de Educación de El Nuevo Día, en su edición dominical anterior dijo que Gerardo Canal, profesor de la Institución Educativa Arcalá, financiaba el costo de las fotocopias de guías para los estudiantes. Se aclara que tales costos los asume la Institución Educativa y no los profesores.

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