La educación en el año que comienza

Crédito: Colprensa - EL NUEVO DÍALa alternancia y el regreso a clases con protocolos de bioseguridad será unos de los retos de la educación en el 2021.

Quienes estamos interesados en el tema educativo y somos actores directos o indirectos en cuanto ocurre en el sistema escolar, el comienzo de un nuevo año es el momento para pensar en escenarios futuros probables o deseables que vayan más allá del desarrollo inercial de cuánto ha ocurrido en el año 2020 tan atípico. Porque se han creado situaciones propicias para la transformación educativa, que debiera ser.
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¿Qué nos espera en el año 2021? Cada cual tendrá sus ideas de futuro sobre el sistema escolar en todos los niveles educativos. Se puede hacer un listado de 6 posibles hechos educativos en el año que comienza.

 

1. De la educación presencial a la educación a distancia.

 El cierre de los planteles educativos en el año 2020, debido a la pandemia del Covid-19, ha creado, de hecho, situaciones nuevas para la enseñanza y el aprendizaje en todos los niveles educativos. El uso de los medios tecnológicos para el acto educativo formal, ha implantado  nuevas prácticas que  se afianzarán hacia el futuro. El uso de medios tecnológicos ha llegado para permanecer.

Prácticas pedagógicas de educación a distancia, en los que se alternan ofertas de formación presencial con aprendizajes virtuales, se continuarán implementando en el año 2021. Es la opción de la alternancia que propone el Ministerio de Educación Nacional, entendida esta como el regreso paulatino y gradual a las aulas con sus prácticas de enseñanza presencial. Los hogares seguirán siendo escenario para el aprendizaje de las áreas, disciplinas y proyectos transversales del plan de estudios obligatorio en Colombia.

Según normas del Ministerio de Educación Nacional, la educación a distancia es una metodología que tiene dos modalidades: la educación a distancia tradicional en las que se combina la presencialidad con la enseñanza virtual y en segundo lugar la educación a distancia virtual, en línea (online).

¿Cuál es la denominación de la modalidad de educación ofrecida en tiempos de pandemia?

 

2. Más ofertas de educación virtual

No hay datos estadísticos recientes sobre la oferta de educación virtual en Colombia, pero lo cierto es que la matrícula de esta modalidad ha tenido un crecimiento exponencial y se ofrece para todos los niveles educativos, es decir, desde la educación primaria hasta los posgrados del nivel de doctorado. Las cifras lo dicen: Eran apenas 12 mil estudiantes de esta modalidad en el 2010 y en el 2018 esa cifra pasó a ser de 200.742 estudiantes de educación virtual, según datos del Ministerio de Educación Nacional.

En la educación superior, la educación virtual que se ofrecía equivalía al 10% del total de la población matriculada y, lo que se espera es que en el 2021 ese porcentaje siga creciendo. Se espera que, en la Universidad del Tolima, la oferta de programas académicos virtuales aparezca en el menú general.

Comfatolima ofrece formación posgradual en convenio con la Universidad Montrer de Morelia, del estado de Michoacán de Ocampo en México y la cifra de 400 estudiantes de maestría y doctorado matriculados en el 2020  seguirá creciendo en el 2021, situación que se facilita al entrar en vigencia la convalidación de títulos obtenidos en el exterior, según la resolución 10687 de octubre de 2019, expedida por el Ministerio de Educación Nacional.

 

3. Transformación en las estrategias de enseñanza

Las prácticas de enseñanza, los contenidos curriculares y el plan de estudios, las estrategias de evaluación, los escenarios o espacios para la enseñanza, el tiempo real para que se cumpla este proceso, necesariamente tienen que seguir cambiando en el año 2021.

No se justifica que el plan de estudios tenga 9 áreas y asignaturas y por lo menos 12 cátedras y proyectos transversales, obligatorios, son  6 cátedras  e igual número de  proyectos transversales de enseñanza obligatoria.

En situaciones de emergencia por la pandemia, a partir del 2021, se disminuirá este número, porque no hay tiempo ni recursos humanos ni de apoyo requeridos para ello. Son áreas y proyectos a los cuales cada institución escolar tiene la competencia para agregar áreas optativas según la especificidad que elija en el PEI. Esto tiene que cambiar y ojalá a los parlamentarios y legisladores en general no se les siga ocurriendo la creación de cátedras para cada problema social o económico.

Las cifras de la encuesta Pulso Social del Dane, con datos de octubre del 2020, serán distintos en el año 2021. Esta encuesta dio como resultado que una quinta parte de las instituciones escolares ofrecieron clases virtuales, ¿se incrementará o disminuirá este porcentaje en el 2021?

La gran dificultad está en el hecho de que no se dispone de equipos de cómputo conectados a internet para ofrecer educación virtual tal como será necesario , por lo menos durante el primer semestre del 2021. El Laboratorio de Economía de la Universidad Javeriana, según encuesta realizada por esta organización privada, el 96% de los municipios no podrá ofrecer clases virtuales porque “menos de la mitad de estudiantes del grado once, tiene computador conectado a internet en sus casas”.

El año 2021, seguirá siendo un año de transición en la digitalización de la oferta educativa en todos los niveles educativos.

 

4. Incremento presupuestal para educación

En los presupuestos de gastos para la educación estatal habrá, necesariamente, mayores recursos para inversión en adquisición de medios tecnológicos en los hogares y en los establecimientos educativos. Porque, para la oferta de educación virtual, el 31.1% de los hogares no disponen de conexión de computadores con la red internet. Y, desde luego, no todos los establecimientos educativos disponen de dotación necesaria para la oferta de enseñanza virtual.

La Nación hace, anualmente, transferencias para conectividad en los planteles educativos , a cada municipio gira recursos para gastos en calidad y a cada uno de los Fondos de Servicios Educativos de las instituciones educativas estatales, la nación les transfiere recursos de gratuidad educativa.

Sólo en  la última semana de enero de 2021, Planeación Nacional, a través de un documento Conpes, dará a conocer las tipología que condiciona las transferencias a cada entidad territorial por concepto de estudiantes matriculados en el 2020. Se espera que las transferencias del Sistema General de Participaciones se incremente en su valor constante, por encima de los 832.101 millones de pesos que apropió la nación para el gasto educativo en todo el departamento por concepto de “población atendida”, cifra que incluye las transferencias a Ibagué por 254.677 millones de pesos.

Son transferencias que en un 95%, aproximadamente, se gastan en salarios del personal docente y administrativo, con la consecuencia de que los recursos para inversiones en calidad son siempre insuficientes ; así, por ejemplo, la nación asignó 7.190 millones de pesos para calidad educativa en el año 2020, cifra que tiene poco impacto sobre la mejora de las calidad educativa en los planteles educativos oficiales de la capital.

 

5. Menos estudiantes matriculados en el 2021

El Ministerio de Educación Nacional ha calculado en 102.880 el número de estudiantes que se habían retirado de las actividades de aprendizaje en Colombia, hasta agosto del 2020, dato que da indicios sobre  lo que puede ocurrir entre el año 2020 y el 2021 en cuanto a población matriculada.

De la encuesta realizada por el Dane hacia el mes de octubre entre 23 ciudades (Pulso Social), el dato de Ibagué dice que el 85.7% de los estudiantes matriculados al comienzo del año escolar 2020, continuaron sus actividades educativas, a pesar de las dificultades creadas por la pandemia. De esta cifra se puede inferir que el porcentaje de los estudiantes que abandonaron las actividades educativas, puede ser equivalente al 14.1%, un porcentaje que plantea interrogantes sobre lo que sucederá  en cuanto a población estudiantil matriculada en el año 2021 que ha comenzado.

¿Cuál será la cifra de la deserción de cohorte o interanual entre los dos años? No se sabrá, por ahora, porque los planteles educativos todavía tienen las matrículas abiertas y esto ocurrirá, por lo menos hasta fines de febrero.

La mayoría de los padres de familia y los docentes, esperan que la vacunación contra el Covid-19, se extienda suficientemente, para admitir el trabajo académico presencial. Pero, muy seguramente, habrá planteles educativos donde se admitirá la alternancia en el acceso a las aulas, tal como lo ha propuesto el Ministerio de Educación Nacional. No es posible saber, todavía, qué sucederá en cuanto a la permanencia de los estudiantes en las actividades de aprendizaje.

“Con relación a la opinión de los ciudadanos con respecto a cuándo deben regresar los estudiantes a las aulas, en todas las ciudades, la mayoría (entre el 60% - 45%) consideran que la presencialidad se debe retomar una vez se tenga acceso a vacunas, esto representaría un reto frente al acceso y a la calidad de la educación sobre todo en sectores más vulnerables”, es la conclusión de la encuesta del Dane en las 23 ciudades donde se encuestaron personas de 18 años o más de edad. 

 

6. Efectos negativos en la calidad de los aprendizajes

Que se sepa, aún no se han realizado estudios sobre los efectos de la crisis creada por la pandemia, sobre la calidad de los aprendizajes de los estudiantes. Pero los actores educativos se han aventurado a decir que la formación educativa de los estudiantes en esta situación no es la deseable.

De otra parte, la pandemia ha creado o profundizado situaciones de inequidad educativa, brechas entre estudiantes que disponen de equipos tecnológicos y los que no debido a situaciones de pobreza de los padres.

“Habrá que esperar a que regresen a las clases presenciales para saber a ciencia cierta cuánto progresaron en lectura crítica, matemáticas, ciencias e historia. Esa evaluación será fundamental para discriminar el progreso por grupos de edad, condición socioeconómica y nivel educativo de sus cuidadores”, lo dice Francisco Cajiao, exsecretario de educación de Bogotá y columnista del diario El Tiempo.

No se calcula un índice de desigualdad o Coeficiente de Gini para el sector educativo pero las cifras dicen bastante de la inequidad entre la oferta educativa que se hace en las zonas rurales con relación a las urbanas.

 

Credito
LUIS EDUARDO CHAMORRO

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