Entre los atractivos están dos salas, una que ubica al espectador en un buque, con el vapor del siglo XX, pero que lleva como carga todo la memoria de las anteriores tecnologías del transporte, la cultura del viaje y las mercancías, y la otra el río mismo con su identidad de pesca y sus personajes, acompañados de un mapa vela gigante.

De acuerdo con el curador del Museo, Germán Ferro, a través de esta nueva museografía el público puede emocionarse, volver a navegar y establecer ese diálogo directo con el río, conocerlo, aprender y reflexionar sobre su situación actual.

La reapertura del Museo está acompañada de la exposición temporal ‘Río Grande’, curada por Flora arts + natura, que reúne obras realizadas por algunos de los artistas que han estado en residencia en Flora (un espacio para el arte contemporáneo) desde el 2012, en particular aquellas que reflejan de manera más directa la vida cotidiana de Honda y su histórica relación con el río.