El año 2012 inició con la confirmación de una noticia de la que se hablaba desde mediados de 2011: el Gobierno confirmó que vendrá una nueva reforma pensional.

Para unos, el tema es necesario y urgente, para otros, los trabajadores no pueden seguir aguantando cambios a su sistema de pensión en tan poco tiempo.

El tema lo dejó claro el nuevo viceministro de Empleo y Pensiones, Mauricio Olivera, quien aseguró que durante el primer semestre de este año se hará el respectivo debate para presentar ante el congreso una reforma a partir de finales de este año.

“El objetivo es lograr la sostenibilidad del sistema de pensiones en Colombia, a largo plazo, esto no indica que actualmente, falten recursos”, dijo el Viceministro.

Uno de los puntos sobre los que habla la reforma es el aumento de la edad de pensión, tanto para hombres como para mujeres.

“Hay estudios hechos desde la sociedad civil que hablan de la necesidad de un aumento de edad de la pensión de entre dos y tres años. Desde el Ministerio estamos haciendo un estudio actuarial muy claro, para determinar con precisión, cuántos años deben ser”, dijo el viceministro.

De acuerdo con la legislación vigente, en Colombia las mujeres se pueden jubilar a los 55 años y los hombres a los 60. Sin embargo, aclaró Olivera, que esa no sería la única modificación.    

“Lograr sostenibilidad se puede hacer de muchas formas, no sólo aumentando la edad de jubilación. Lo más importante es que el sistema pensional cumpla con tres puntos fundamentales: sostenibilidad financiera, universalidad y equidad. Hay que utilizar el esquema de solidaridad para ayudar a los más pobres a ahorrar para la vejez”, señaló.

“La sostenibilidad financiera es clave, ya que tan sólo 30 por ciento de los colombianos ocupados están ahorrando para la vejez debido a que algunos no cuentan con los recursos para ahorrar y hay que incentivar mecanismos para que todas las personas puedan ahorrar y los que más tengan, aporten a los que no”, agregó el funcionario.

Por su parte Alberto Bernal, jefe de investigaciones Económicas de Bulltick Capital Markets, considera que sería oportuno aumentar la edad de jubilación, pues es importante tener en cuenta que las expectativas de vida de las personas cada vez son mayores por lo que este ajuste en las mesadas se está haciendo a nivel mundial.

Roberto Steiner, ex director de Fedesarrollo, también es partidario de una reforma, basado en un aumento de las edades de jubilación, igualar las edades de pensión de hombres y mujeres y eliminar el régimen de prima media, entre otras reformas.

“Ahora bien, en principio, aumentar las edades no es la única solución factible. Se podrían subir las contribuciones, pero ello incentivaría la informalidad laboral. También se podrían bajar las mesadas, pero a la gente se le complicaría la situación. Pienso que, como en otros países, difícilmente podemos escapar de la idea de reconocer que a medida que la gente vive más, tiene que trabajar durante más tiempo”, dijo Steiner.

David Bojanini, presidente del Grupo Sura, planteó que en la discusión se debe analizar no sólo la edad de jubilación, sino las semanas cotizadas.

“Una persona desempleada, o en el sector informal cumple años, pero cumple semanas de cotización, hay una diferencia muy grande y eso ha disminuido la cobertura.

“El sistema debe tener objetivos específicos. El principio de todo es ofrecerle pensión al mayor número de personas y buscar una mayor equidad, para que las personas de altos ingresos no sean quienes reciban los subsidios del Estado”.    

El presidente de la Andi, Luis Carlos Villegas, aseguró que la reforma es indispensable para la igualdad. “Una reforma pensional es clave para garantizar que los colombianos puedan acceder al sistema y considero que en este campo se deben hacer unos grandes esfuerzos; con ella se evitan los problemas fiscales, porque hoy el gobierno colombiano debe destinar millonarios recursos para atender a los pensionados del país y por ello pido que la discusión sea tranquila”.

Trabajadores no quieren reforma
Sin embargo, los representantes de los trabajadores aseguran que una reforma lo único que originará será desigualdad. Tarcisio Mora, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), manifestó que, “los asalariados pobres son los que están trabajando y aportando a un sistema para que unos pocos gocen de altas pensiones, que son los que tienen desfinanciado el régimen. No se puede hacer una reforma en detrimento de la gente. El Gobierno pretende cambios que afectan a los trabajadores y no limita las grandes pensiones que hoy existen”, dijo.

Y otro sector, el de los sindicatos de empleados aseguró que de darse la reforma, como lo ha planteado el Gobierno, se iniciaría un paro de trabajadores.

Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación General de Trabajadores (CGT) de Colombia, dijo que antes de abordarse una reforma de ese tipo se debe hablar de una política de empleo.

“Mal puede un viceministro recién posesionado tomar como caballito de batalla una reforma pensional, porque no pensamos en políticas para fomentar la creación de empleo”, apostilló.    

Para Gómez lo que se debe impulsar son mayores mecanismos para alcanzar menores índices de desempleo.

Lo cierto es que el Gobierno, de la mano de algunos sectores privados, se la jugará este año en el Congreso por una reforma pensional, que, como se ve, será controvertida.