Empleados vs. independientes: sus ventajas y sus desventajas

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
No es fácil resolver el dilema entre la libertad que otorga el trabajo por cuenta propia y la estabilidad que ofrece el hecho de ser empleado. De la capacidad para asumir los retos que implica una u otra modalidad laboral depende el éxito profesional.

Julio Saavedra, un comunicador social con experiencia en marketing, asegura, sin titubear, que no quiere un contrato fijo con una empresa. “Prefiero los contratos de prestación de servicios, no una vinculación fija. Eso me genera muchas ventajas, más libertad y, en mi caso, más ingresos”, comenta.

Por el contrario, Tania Castro, una contadora de 35 años, defiende el contrato laboral. “No me gustan los contratos de prestación de servicios o ser independiente, prefiero un contrato fijo con una empresa, con todos mis beneficios y aportes de ley”, señala.

Ambas posiciones son válidas y tienen defensores y detractores. De acuerdo con un informe elaborado este año por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en Colombia, el 47% de los trabajadores es asalariado y el 45% es independiente. Pero, ¿cuáles son las ventajas y desventajas de cada forma de trabajo?, aquí se las contamos.

Independiente

Karol Cifuentes, experta en contratación, asegura que los contratos de prestación de servicios tienen varias ventajas. Una de ellas, ser su propio jefe. “Tus horarios son determinados sólo por ti, al igual que tus días laborables y hasta los clientes, cuentas y actividades que realices. Nadie te impondrá tareas aburridas o trabajos que no te permitan crecimiento o aprendizaje”, asegura.

En estos contratos, agrega, “no hay subordinación, lo que significa que el trabajador no debe acatar un horario ni órdenes permanentes, sólo debe cumplir con el objetivo para el que ha sido contratado, en el plazo acordado”, afirma.

Eso, dice Saavedra, “cautiva” de la independencia. “Puedo tener varios contratos, distribuir mi tiempo y decidir hacer lo que me gusta, no lo que me toca”.

Sin embargo, Jaime Fernández, experto en contratación, señala que existen muchas desventajas.

“Los costos son muy altos y no hay estabilidad. Si no consigues contrato, pues no ganas dinero, hay mucha incertidumbre. Siendo independiente, los costos de salud, pensión y ARL los debe asumir cada uno, no hay subsidio de una empresa; además, no hay vacaciones pagas o primas”, agrega.

Según la ley, al contratista se le hace retención del 11%, y este debe pagar en su totalidad pensión y salud. Por pensión, cancela el 16,5% sobre el 40% del valor del contrato, es decir, el 6,6% sobre el valor total sin descontar la retención, y por salud, el 12% sobre el 40%, esto es, el 4,8% sobre el total.

“Más o menos un 30% de lo ganado se va en pagos. Para mí, no vale la pena”, agrega Fernández.

Empleado

Tania Castro asegura que lo más valioso de ser empleado es la estabilidad, además de beneficios como vacaciones, cesantías, primas, entre otros. “Mis prestaciones se pagan entre ambos, el empleador y yo”, explica.

En la mayoría de los casos, hay seguros que cubren accidentes y fallecimiento; los empleados tienen derecho a la liquidación legal de sus prestaciones sociales cuando se termina el contrato, y cuando se presenta una incapacidad, esta es remunerada, al igual que la licencia de maternidad.

Karol Cifuentes asegura que, según su experiencia, este tipo de contrato genera estabilidad y confianza en el trabajador, al tiempo que representa mayor compromiso, sentido de pertenencia con la empresa y respeto por sus labores, y otorga credibilidad a la organización, con lo cual retiene el capital humano más valioso.

Además, el salario forma parte de la estabilidad financiera individual, y cuando alguien cuenta con un ingreso fijo, puede planificar su vida con bastante nivel de certidumbre, aunque siempre existe el riesgo de perder el trabajo, advierte.

Sin embargo, añade, existen algunas desventajas, como la falta de libertad en la creación de nuevas ideas y modelos, pues en muchos casos se está limitado a cumplir planes ya establecidos por los mandos superiores, y “esos bloqueos pueden generar cierta frustración”.

Lo importante, en todo caso, es decidir qué se quiere ser y cómo serlo. Así que, antes de aceptar un empleo, analice las condiciones y si está dispuesto a aceptarlas.

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