¡Y volvieron los flujos!

Los reportes de flujos de inversión, conocidos al finalizar la semana, mostraron por primera vez una sesgo positivo hacia los mercados emergentes.

Esto no se registraba desde el primer semestre de 2015, y puede ser una señal de que los inversionistas internacionales vuelven a ver algo de atractivo en activos que durante la última parte del año pasado estuvieron altamente afectados por el ambiente internacional.

Leyendo los reportes más recientes sobre esta dinámica, algunos analistas creen incluso que con la decisión del BCE de bajar aún más las tasas de interés y de expandir el programa monetario, los flujos que crea este factor deben ir hacia algunos emergentes, particularmente los que están más cerca de Europa.

Para América Latina la situación no es clara, pero creo yo que en la medida en que Estados Unidos siga con alta liquidez, tarde o temprano volverán los flujos de inversión.

Si las cosas empiezan a calmarse, como el camino en estos días nos ha dado algunos indicios, pienso que los flujos vuelven. La decisión no sería ilógica: aunque muchos creen que los flujos internacionales no miran mucho la rentabilidad, sino el riesgo, la verdad es que con activos tan baratos, y con un nivel de dólar muy apreciado frente a las monedas locales, la rentabilidad más que compensaría el riesgo.

En la medida en que se entienda esta dinámica, los flujos tendrían que volver. En lo que llevamos del año, los países latinoamericanos han dado unos buenos resultados, parece ser que por impulso local más que global. Pero en la medida que las cosas vayan tomando un rumbo distinto, los recursos deben volver a fondear inversiones.

Por ahora, la noticia es que por primera vez en casi nueve meses, los flujos fueron positivos, y que en algo se ha despertado otra vez el apetito de riesgo entre los inversionistas.

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