Vacunación: una tarea de madurez

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
No es solo un asunto de niños. Si bien la mayor parte del esquema de vacunación se completa en la infancia, varias vacunas deben aplicarse durante la edad adulta y, especialmente, en la tercera edad.

"Sin duda, creo que todos los adultos tenemos que tener la responsabilidad de nuestro propio esquema de vacunación", afirma Lázaro Vélez Giraldo, médico infectólogo y docente de la Universidad de Antioquia.

Como director de la línea de investigación en neumonías de difícil diagnóstico del grupo Gripe, Vélez Giraldo recomienda la vacunación de adultos mayores contra neumococo e influenza.

"Neumococo es la principal causante de infecciones respiratorias en los niños y el adulto, pero también la principal causa de infección en el sistema nervioso central: meningitis, específicamente. Además, sinusitis, otitis y otras enfermedades".

Al aplicarla pregunte si es conjugada, pues solo se requiere una aplicación después de los 55 años. En cambio, si es polisacárida, la recomendación es ponerla cada cinco años.

También adultos jóvenes

Indica el doctor Vélez que los adultos menores de 50 años, deben protegerse de estas enfermedades respiratorias si sufren o han sufrido enfermedades cardiacas, hepáticas, inmunosupresoras, respiratorias, renales, así como cáncer y diabetes.


De igual manera, las mujeres en embarazo deben contar con un óptimo sistema inmunológico. Mientras que hay que abstenerse de aplicar algunas de las vacunas, la del tétanos es imprescindible para el trabajo de parto pues la primera herida que se inflige en toda persona es el corte del cordón umbilical.

La aplicación de esta vacuna es usual durante los controles prenatales. No obstante, lo ideal es que cada mujer en edad fértil se la aplique cada 10 años. Los hombres, por otro lado, solo la requieren en edad adulta cuando presentan una herida que pueda infectarse.

Volviendo a las mujeres y sus hábitos sexuales, la vacuna contra el virus del papiloma causante de cáncer de cuello uterino, debe aplicarse, idealmente, antes de la primera relación sexual, pues de esta forma se asegura una efectividad del 98 por ciento.

Sin embargo, la inmunización después de ese momento también garantiza un alto nivel de protección, pero se ha comprobado un rendimiento menor.

La importancia de esta vacuna es alta, ya que cerca del 40 por ciento de las mujeres se infectan con el virus durante la primera relación sexual, asegura Rita Almanza, líder del grupo de epidemióloga de la Secretaría de Salud de Medellín.

La varicela, el cólera, la fiebre amarilla y la hepatitis A completan el cuadro principal de las enfermedades que pueden prevenirse con la aplicación de vacunas en la edad adulta.

Mejor prevenir que curar

Como el Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) se actualiza constantemente, cada generación cuenta con protección adicional que su antecesora no tiene.

Para citar un ejemplo, la del neumococo se está aplicando en niños apenas unos meses atrás y ahora el Gobierno estudia la inclusión de la vacuna de Hepatitis A dentro del PAI. Por esto es importante que los adultos se pongan al día con algunas de las vacunas que no recibieron en la infancia.

"Si no hay una historia clara de vacunación o de haber sufrido la enfermedad, esas personas deberían, en caso de riesgo alto, someterse a la vacuna respectiva", recomienda el infectólogo Lázaro Vélez Giraldo.

¿Y si ya me la aplicaron?

No se preocupe por la "vacunación sucia". Es decir: repetir una vacuna. "En la mayoría de los veces es posible sin afectar significativamente tu organismo", puntualiza.

Credito
EL COLOMBIANO - COLPRENSA

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