Una alimentación balanceada durante el embarazo baja el riesgo de malformaciones

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
El sano desarrollo de los bebes depende en gran medida del estado nutricional de la madre. La ingesta adecuada de vitaminas y minerales disminuye la posibilidad de nacidos con labio o paladar hendido.

Cada dos minutos y medio nace en el mundo un niño o una niña con labio leporino y/o paladar hendido. Aún en Colombia no se cuenta con cifras oficiales que den cuenta de la incidencia exacta, pero algunos estudios consideran que en el país, uno de cada mil niños nacidos es portador de dicha patología.

 Este tipo de malformaciones son determinadas como congénitas y se presentan por múltiples factores "nutricionales, ambientales, genéticos, familiares, por falta de unión de los tejidos del labio durante las primeras semanas del embarazo. El labio y el paladar se forman entre la cuarta y la séptima semana de gestación y la falta de unión de estos tejidos son los que condicionan la presentación de esta patología ya sea en el labio, en el paladar o en las dos”, explicó Mauricio Herrera, director médico de la Fundación Operación Sonrisa. 

Asimismo, los niños y niñas que nacen con este tipo de patologías afrontan dificultades severas para alimentarse, ya que es imposible formar el cierre de la boca requerido para ingerir alimentos, por esto se presentan más casos de desnutrición, ya que los afectados reciben menos de los nutrientes necesarios para su desarrollo y crecimiento.  

Desde el primer momento en que se identifica el pronóstico por parte del médico y se contempla una malformación de este tipo, se debe intervenir quirúrgicamente de inmediato. Así lo explica Herrera: “El niño se empieza a atender desde el momento en que nace y se hace un moldeamiento de los tejidos blandos desde que tiene un mes en delante, para preparar los tejidos para la cirugía. La cirugía del labio se realiza entre los tres y los seis meses, y la del paladar entre el año y el año y medio.” 

El tratamiento mantiene una complejidad estética y funcional, por lo que usualmente se necesita de más de una intervención; para eso es fundamental el trabajo en equipo, para lograr vencer las dificultades; puesto que el éxito de la cirugía se garantiza con el cuidado, el apoyo, la dedicación y la perseverancia que la familia le brinde al paciente, para conseguir una adecuada rehabilitación. 

Además, se considera que un elevado número de estos menores son miembros de hogares que se encuentran por debajo de la línea de la pobreza, incluso de la indigencia. Esta situación, conjugada con problemas de desatención en salud y de exclusión social, actúa como factor de riesgo para el sano desarrollo y bienestar de los niños y niñas.

En el embarazo se necesitan vitaminas y suplementos

Existe una extensa evidencia clínica que demuestra que la ingesta inadecuada e insuficiente de vitaminas y minerales durante el embarazo puede poner en riesgo la vida del feto o su correcta formación. Por consiguiente, se recomienda la prescripción rutinaria de un suplemento prenatal.   

 Según Mauricio Herrera, director médico de la Fundación Operación Sonrisa, “si la mujer tiene deficiencias de vitaminas o de ácido fólico se aumenta la posibilidad de presentar labio hendido casi al doble, eso quiere decir que tenemos que tener una prevención y darle multivitamínicos a las mujeres desde antes del embarazo y a las embarazadas, porque aumentan los requerimientos de vitaminas y de ácido fólico. Las pacientes embarazadas y las pacientes que están pensando en tener bebés deben tomar multivitamínicos”. 

 Estudios han reflejado que en Colombia el consumo de multivitamínicos prenatales es bajo. Ese hecho indica que las mujeres no son conscientes de que el sano desarrollo de sus bebes en gestación depende en gran medida del estado nutricional de ellas como madres, o que no hay suficiente nivel de información para que se forme esa conciencia. 

 Científicamente se ha comprobado que las vitaminas, en especial el ácido fólico, son indispensables en la prevención de defectos del tubo neural, así como también permiten reducir en un casi 50por ciento  el riesgo de que un niño o una niña padezca de labio o paladar hendido, si son ingeridas antes y durante los primeros 28 días después de la concepción. 

 Lo más recomendable durante el embarazo y  la lactancia es tener una dieta sana, con un mayor consumo de hierro, vitaminas y minerales, que se van requiriendo en mayores niveles, dependiendo del mes de embarazo que tenga la madre. 

 

Credito
COLPRENSA

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