A veces usted se ve sumergido en circunstancias que lo desaniman. Son de esas grises temporadas en las que no ve nada de lo que pueda agarrarse. 

Hablo de esos instantes en los que siente que la vida pierde su significado y en los que nada de lo que usted hace trasciende.  Hay tanto desorden en sus pensamientos y ha asimilado tanta negatividad, que cree que no podrá levantarse. 

No saber qué hacer o no ser capaz de definir un plan de acción lo deja en un ‘mar de insatisfacción’ que, en últimas, lo ahoga en la impotencia y en la falta de control de su entorno.  Si pasa por una de esas ‘tormentas anímicas’, tiene dos opciones: o sigue paralizado y se deja caer hasta lo más profundo o decide recomponerse. 

¡Nada saca con echarse a morir! Caer en las lamentaciones no funciona como estrategia, ni mucho menos le resolverá la situación. Jamás llegará a donde quiere estar si se la pasa quejándose por la supuesta mala suerte que tiene. Es usted el único que puede tomar la iniciativa, y le aseguro que sí es posible levantarse por sí mismo.  Lo primero que debe hacer es desistir de esa absurda idea de entregarse al pesimismo. Siempre será mejor enfrentar cada uno de los rounds que la vida le imponga. 

Reflexione y analice si lo que vive hoy no es otra cosa que un llamado que le está haciendo la vida para cambiar. Es probable que deba hacer una modificación en la forma de ver su existencia o que deba hacer uno que otro ajuste. También suele suceder que ese desánimo proceda de la misma monotonía. 

Dicho de otra forma, esa falta de energía o desmotivación puede estar ‘orquestada’ por dimensiones que incluso usted mismo no advierte. 

Pero siempre hay una causa detrás, hay una razón que lo ha llevado hasta ese desgano emocional que lo sume en la apatía. El punto en cualquier caso es que la forma en que está haciendo las cosas o las perspectivas con las que analiza su situación, simplemente no están funcionando. 

Sé que siente que todo le va mal, pero no por eso debe deprimirse. El solo hecho de estar vivo es un motivo por el que debe levantarse cada día; además, sé que hay más de un argumento para sobreponerse. Necesita encontrar el foco, restablecer la confianza en usted mismo y enfrentar su actual situación, por muy dura que ella sea. 

Reitero que en estos días en los que se ve apagado es importante que planifique con calma y paciencia; dándose los tiempos debidos para cualquier situación.  Cada paso que dé lo prepara para el que viene después. Así que debe ponerse manos a la obra para salir de ese ‘marasmo’ en el que se encuentra. 

Además, tenga presente que todas las cosas son transitorias y, por supuesto, esas circunstancias por las que hoy atraviesa también están impregnadas de esa regla de la vida. Cuando ‘todo llega junto’, ‘todo junto’ se resuelve. Y no es un juego de palabras, pues las cosas se le darán en su debido tiempo, siempre y cuando opte por asumir la responsabilidad de conducir su vida. 

Ni la esperanza ni la alegría pueden ausentarse de su mundo, así las situaciones que atraviese sean las más adversas.  A usted no se le está permitido perder la motivación, so pena de caer en la esfera del tedio absoluto.

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