El laberinto judicial de Andrés Felipe Arias

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
Al exfuncionario se le acusa por los delitos de celebración indebida de contratos y peculado por apropiación a favor de terceros.

En una habitación amplia, pero sencilla, de la Escuela de Caballería, exactamente en el centro del Cantón Norte, permanece desde hace tres noches el exministro de Agricultura Andrés Felipe Arias, después de que fuera cobijado con medida de aseguramiento, por las irregularidades en la planeación y ejecución del programa de Agro Ingreso Seguro.

 

Con paciencia tendrá que esperar 90 días después de que sea radicado el escrito de acusación ante la Corte Suprema de Justicia, para que comience su juicio por los delitos imputados por la fiscal general: celebración indebida de contratos y peculado por apropiación a favor de terceros.

 

Callado, triste y cabizbajo, Arias recibió un durísimo golpe en la audiencia en la que se le imputaron esos delitos y se le cobijó con medida de aseguramiento, por decisión de un magistrado del Tribunal Superior de Bogotá, quien consideró que de seguir en libertad podría obstruir el libre desarrollo de la justicia, al reunirse con otros acusados por el mismo escándalo, bien sea para cambiar versiones o para hacer un pacto de silencio.

 

A sus 38 años, Arias luce muy diferente a quien hace un poco más de un año tocó con las puntas de sus dedos una candidatura a la presidencia de la República representando al partido Conservador. Sin embargo, 37 mil 777 votos lo alejaron de ese sueño, pues perdió la consulta interna de su colectividad. Además de la reclusión, la acusación de la Fiscalía y la suspensión por 16 años que le impuso la Procuraduría, desde el 25 de febrero de 2011 la Contraloría empezó un proceso judicial para embargarle sus cuentas, argumentando un ?detrimento patrimonial? durante la ejecución del programa AIS por valor superior a los 14 mil millones de pesos, además de por haber violado tres requisitos fundamentales exigidos por la ley para la contratación.

 


La explicación a la que se aferra Andrés Felipe Arias Cuando la noticia sobre su destitución e inhabilidad era casi un hecho, el exministro Andrés Felipe Arias presentó en el despacho del procurador general, Alejandro Ordóñez Maldonado, solicitud de que se le permitiera ampliar su versión libre por el escándalo de Agro Ingreso Seguro.

 

Entre el 18 y 19 de mayo pasado se presentó en la Procuraduría y por más de 18 horas explicó su trabajo en la preparación del programa que buscaba el fomento a las actividades agrícolas y que fue aprobado en 2007 con el fin de ayudar a campesinos y pequeños y medianos empresarios a competir internacionalmente y ser competentes frente a la eventual firma del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.

 

Durante su exposición el exministro explicó su versión, la misma con la que intentará responder a los cargos en la Corte Suprema.

 

Insiste que no tuvo responsabilidad alguna sobre el proceso de trámite, elección de cooperantes y contratantes y entrega de multimillonarios subsidios. Incluso, en una polémica salida, culpó de todos estos procesos a sus subalternos, de quienes dijo que conocían todo lo relacionado con el programa, pues eran abogados y tenían sapiencia jurídica, mientras que él es economista y no podía estar pendiente de todo por sus constantes viajes y actividades como el jefe de la cartera de Agricultura. ?

 

Los aspectos técnicos y jurídicos de los convenios, del programa de riego y de las condiciones de acceso al mismo siempre los delegué en el viceministro, en los directores que participaron en el programa y en los jefes de la oficina jurídica, lo cual no obsta para que ellos hubieran podido trabajar con estrecho apoyo y cooperación del Iica, a través del director de la unidad coordinadora de dicho organismo?, manifestó Arias.

 

El exministro dijo, además, que nunca conoció advertencias sobre presuntas irregularidades en los proyectos de riego y drenaje, así como por el fraccionamiento ilegitimo de tierras de familias adineradas de la Costa para conseguir más subsidios. Ninguna de esas explicaciones fue valorada por el procurador Ordóñez, quien impuso esa sanción severa, que le impedirá por más de tres lustros ocupar cargos públicos, participar en elecciones populares o contratar con el Estado.

 


El  juicio de Arias

 

El punto de quiebre en los procesos contra Andrés Felipe Arias se dio por la confluencia de dos hechos que han probado la Procuraduría y la Fiscalía: no haber realizado una licitación pública para contratar y haber utilizado el programa AIS como ?plataforma política? de cara a su candidatura presidencial.

 

Ahora, mientras espera su llamada a juicio en la Corte Suprema, Arias tendrá que ver cómo empiezan los procesos penales contra su exviceministro, Juan Camilo Salazar; el exsecretario general de su Ministerio, Juan David Ortega, y el exsecretario jurídico, Óskar Schroeder. Fue a ellos a quienes en diez oportunidades visitó el exministro con el fin, según la Fiscalía, de hacerles cambiar su testimonio en ?una clara muestra de obstaculización a la justicia?.

 

En el comienzo del juicio que se dará en tres meses, aproximadamente, la defensa de Arias tendrá que demostrar su inocencia y que éste no incumplió sus funciones como servidor público, que lo obligaban a estar pendiente de cada detalle en la ejecución del programa, así como a controlar la entrega del dinero del Estado.

 


La otra estrategia de la defensa consistirá en demostrar que el programa de Agro Ingreso Seguro no fue parte de la estrategia trazada para financiar y buscar apoyo a sus intenciones de llegar a la Presidencia de la República.En contra de Andrés Felipe Arias existen 12 carpetas AZ y más de 6 mil folios.

 

Pese a esa cantidad de documentos, se espera que durante la audiencia de juicio la Fiscalía General presente una ?prueba reina? que vincule claramente al exministro con la creación, preparación, ejecución, contratación, entrega de subsidios y firma de convenios, así como una prueba que muestre que fue el cerebro de la campaña con la que se intentó mejorar la imagen de AIS.

 

Ese pulso, pues durante las audiencias ya realizadas la defensa ha negado tajantemente esas actuaciones, definirá la suerte jurídica de Andrés Felipe Arias.

Credito
COLPRENSA

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