Después de 45 años de matrimonio mi esposo se volvió gay

Cambios en el estado del ánimo, rechazo hacia las demostraciones de afecto de las mujeres, obesión por chatear y hablar por celular podrían ser síntomas de que su esposo no le es fiel.

El sueño de muchas parejas que se unen en matrimonio es tal vez llegar a la edad dorada juntos, luego de haber formado a sus hijos e incluso nietos.

Muchos no logran dicho objetivo, porque en el camino se dan cuenta que no pueden convivir, que no era la persona indicada, que se les acabó el amor o simplemente que alguien más les cautivó el corazón.

Para las mujeres ya no es una sorpresa que los hombres las dejen por una fémina más joven o más atractiva, pero que después de 45 años de relación descubran que su esposo sostiene relaciones sexuales y sentimentales con personas de su mismo género, es una hecho impactante.

La familia feliz
Hace 45 años Cupido hizo su trabajo flechando a *María y a *Pedro, su relación se dió entre libros y estudio, pues se conocieron en la universidad cuando se preparaban para ser docentes. Como novios duraron un año, después de ese tiempo se casaron.

“Los primeros 28 años de matrimonio fueron hermosos, él era muy hogareño, permanecía pendiente de las cosas y de mí.

“De nuestra relación tuvimos tres hijos, que en este momento ya son profesionales. Durante todo el tiempo que hemos convivido recuerdo que ni a mis hijos, ni a mí nos hizo falta algo”, comentó María (nombre cambiado a petición de la entrevistada).

Frente a las “tentaciones carnales”, María dijo que nunca desconfió de su compañero y que los celos no hicieron parte de su relación, pues él jamás recibía llamadas extrañas o se ausentaba de la casa sin justificación.

“Mi marido nunca iba a eventos sociales sin mí, tampoco le gustaba salir de noche. Él era muy hogareño y jamás hizo cosas que me hicieran desconfiar”.
    
“Nunca imaguiné que me pasaría”
Pensionarse es tal vez uno de los mayores anhelos de quienes dedican parte de su vida a la educación; sin embargo, para esta pareja dicho acontecimiento significó el inicio de “una pesadilla”.

Pedro se jubiló hace siete años y María por no dejar solo a su esposo se retiró de sus labores. En un principio abrieron un negocio para mantener la mente ocupada, pero el pasar tanto tiempo juntos empezó a generarles demasiados inconvenientes.

Él dejó de ser aquel hombre hogareño que siempre lo caracterizó, en lugar de ello, salía todas las mañanas de su casa sin decir para donde, su estado de ánimo cambió y su rechazo hacia su esposa era evidente.

María sospechó que algo andaba mal, lo primero que se le vino a la cabeza fue que su esposo le estaba siendo infiel con otra mujer. Ella empezó a rastrear sus llamadas y movimientos, y fue ahí cuando descubrió la verdad.

“Los cambios más notorios de mi esposo fueron en lo económico y en lo sexual, porque nosotros teníamos una intimidad plena, pero él se alejó y empezó a rechazarme.

“En cuanto el dinero se enojaba por pagar las obligaciones, aparte de ello empezó a endeudarse, y yo no sabía los motivos”.

Después de seguirlo en taxis, rastrear las llamadas que aparecían en su factura de celular, María supo que Pedro sostenía relaciones con hombres.

“Yo comencé a llamar a los números que aparecían en el recibo del celular, al principio me contestaban hombres, entonces yo estaba tranquila, porque pensaba que eran amigos. Pero en una ocasión una señora me contestó y me dijo que era una casa de citas para homosexuales”.

María interrogó a su esposo, pero él le negó todo. Ella siguió vigilando las actitudes de él y pronto notó que la adicción por las aventuras con hombres saltaban a la vista.

“En su billetera le encontré tiras de preservativos, en el computador permanecía con recortes de periódico donde anunciaban servicios de hombres prepagos, durante todo el día lo llamaban tipos con los cuales duraba hablando hasta dos horas”.

Esta mujer en un nueva discusión le pidió a Pedro que le confesara la verdad y fue allí cuando él aceptó que tenía relaciones esporádicas con hombres, porque tras la primera experimentación le había gustado.

“Él me dijo que las amistades lo incitaron a ello y que luego de su primer contacto sexual con otro hombre, se había sentido bien. Desde ese momento yo le hice seguimiento a sus amantes. Ellos son principalmente policías, militares, albañiles y obreros”.

A María en este momento la embarga el odio, se siente humillada y no sabe qué hacer, pues Pedro se nienga a separarse e irse de la casa por miedo de que la sociedad sepa su verdad.

¿Qué dice la experta?
La sicóloga Paola Parra refirió que la homosexualidad de Pedro no se desarrolló hace poco, sino que era una tendencia que sólo hasta esta etapa de la vida pudo experimentar. Para la profesional este hombre ocultó su verdad por miedo al rechazo.

“La homosexualidad es un tema bastante complejo, porque muchos se pregutan si un gay nace o se hace. Para este caso y a grosso modo considero que Pedro desde muy joven sabía de sus inclinaciones, pero por el estatus decidió llevar una vida normal.

“A la esposa hay que decirle que no se sienta culpable, pues por más que él la culpe, ella no lo convirtió en eso. Esta mujer debe iniciar un proceso de perdón, inicialmente tiene que asimiliar y aceptar las cosas, entender que no es la primera, ni la última mujer en afrontar esta situación”, indicó.

Entre otras recomendaciones, la sicóloga manifestó que esta pareja debe  separarse, para que ella pueda vivir tranquila, además indicó que María debe destacar los aspectos positivos de su relación, con el ánimo de sentirse bien por los logros obtenidos en su rol de esposa y madre.

“Esta es una situación complicada, pero si él fue buen padre y esposo, lo mejor es que recuerde eso y trate de reorganizar su vida, disfrutando el tiempo con amigos, familiares y sobre todo haciendo cosas que le gusten.

“Ella se siente dolida por eso la mejor opción es una separación de bienes y de cuerpos, porque de lo contrario vivirá frustrada, por querer hacer algo que biológicamente no se puede”, concluyó.

Credito
ANA LUCÍA RIVERA Q.

Comentarios