‘El Alemán’ dice que saldrá a buscar desaparecidos

TOMADA DE INTERNET – EL NUEVO DÍA
Fredy Rendón Herrera, uno de los pocos exjefes paramilitares que no fue extraditado y que aún queda detenido en el país, habló para VerdadAbierta.com de cómo ve su futuro, apenas recupere su libertad, probablemente este año.

“Yo no voy a volver a las armas”, dijo con su característico tono Fredy Rendón Herrera, alias ‘El Alemán’, uno de los pocos exjefes paramilitares que no fueron extraditados a Estados Unidos, al hablar de lo que será su vida una vez quede en libertad, luego de purgar los ocho años de cárcel estipulados en la Ley 975, llamada de Justicia y Paz, que se cumplen este año.

En entrevista con VerdadAbierta.com, Rendón Herrera explicó que en agosto próximo comienzan a correr los días en los cuales podrá solicitar su excarcelación por pena cumplida, tal como lo establecieron las normas de justicia transicional.

Sin embargo precisó que no será éste el caso de todos los 33 hombres que estuvieron bajo su mando en el Bloque Élmer Cárdenas y que hoy están postulados a los beneficios de la ley. Por tanto, no será una salida masiva, como equivocadamente se ha venido difundiendo.

Además de la promesa de no volver a las armas, Rendón Herrera se ha trazado dos propósitos una vez alcance la libertad: trabajar por la ubicación de las fosas comunes donde yacen los restos de decenas de las víctimas que dejaron los hombres bajo su mando y ayudar a encontrar a cientos de hombres que fueron reclutados por su grupo como menores de edad para que reciban asistencia sicosocial y logren superar algunas de las secuelas que les haya dejado la guerra de la que él fue protagonista.

En diciembre de 2011, la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá, condenó a este exjefe paramilitar por los delitos de reclutamiento de menores de edad, concierto para delinquir, porte de armas y uso de insignias de uso privativo de las Fuerzas Militares, secuestro y homicidio.

Este tribunal le concedió una pena alternativa de ocho años, porque cumplió con las condiciones que establece la Ley 975 de 2005.

VerdadAbierta.com: ¿Cuál es la reflexión que hace ahora, cuando le faltan cuatro o cinco meses para alcanzar su libertad?

Fredy Rendón Herrera: Más que reflexión es lo que manda la ley, y la ley manda que a los postulados que están dentro del proceso de Justicia y Paz tendrán una pena de cinco a ocho años, que después con las reformas posteriores manda que son ocho años.

VA: ¿Habrá una salida masiva de paramilitares de las cárceles a partir de agosto de este año?

FRH: Del universo de por lo menos dos mil 200 desmovilizados que estamos postulados a los beneficios de la Ley de Justicia y Paz, no todos cumplen la pena de ocho años para agosto, yo pensaría que seguramente vamos a ir solicitando la libertad a medida que se vaya cumpliendo la pena.

VA: En el caso de los hombres que estuvieron bajo su mando en el Bloque Élmer Cárdenas y que están postulados a la Ley 975, ¿cuál es su situación?

FRH: Usted ve aquí a 30 muchachos, en su gran mayoría no cumplen para agosto los ocho años, algunos cumplirán para 2015, 2016, muchos irán hasta el 2021, porque es a partir de la privación de la libertad que cuenta el tiempo en la cárcel y muchos de esos muchachos se postularon posteriormente.

VA: Preocupa a varias organizaciones de derechos humanos y sociales que no se conozcan programas oficiales de resocialización para los ex paramilitares que están en las cárceles y van a salir, ¿usted comparte esa apreciación?

FRH: Eso es totalmente cierto y es la mayor preocupación que tenemos. Y seguimos esperando al Gobierno. Hemos enviado las comunicaciones que usted quiera y nos hemos puesto en contacto con la ACR (Agencia Colombiana para la Reintegración) y le hemos preguntado al doctor Eder (Alejandro Eder, su director) qué va a pasar con el tema de reinserción. Pero qué pasa, no se ha llevado a cabo ningún programa de reinserción distinto a lo que manda el Inpec: si usted estudia, rebaja; si usted trabaja, rebaja.

En un patio donde hay 200 internos rebajan cinco por estudio o trabajo, pero el estudio nos lo tenemos que pagar nosotros mismos, o sea, no hay ningún programa del Gobierno que diga si usted va a la universidad el Estado le va a pagar la carrera, nosotros tenemos que recurrir a las familias para que nos paguen el semestre.

Hablamos con un grupo de sicólogos que vino a hacer un análisis del proceso de reinserción. Yo les dije: no se preocupen por Fredy Rendón porque tiene un compromiso con esta sociedad, con este país, con mi familia, yo no voy a volver a las armas, pero preguntémosle a estos muchachos qué se ha hecho con ellos.

¿Será que tienen la preparación?

Frente al proceso de reinserción para que estos hombres no regresen a hacer el mal cuando recuperen su libertad, el Estado está en entredicho.

VA: Otro sector que ha expresado temores frente a la posible salida masiva de exparamilitares es el de las víctimas, quienes creen que podrían ser nuevamente victimizadas. ¿Qué tiene para decirles a ellas?

FRH: En la cárcel, gracias a nuestro esfuerzo, hemos aprendido cosas que no tuvimos la oportunidad de aprender afuera, hemos estudiado, por eso creemos que las víctimas no deben sentir temor, nosotros queremos regresar a esas comunidades porque somos de allá, porque nuestras familias viven allá, nuestras esposas viven allá. Las víctimas no deben sentir temor por nosotros; al contrario, queremos trabajar con ellas. Si bien no les queremos pedir que olviden, sí que nos perdonen.

VA: En su caso, ¿volverá a Necoclí, en el Urabá antioqueño?

FRH: Yo diría que a establecerme no, porque el proceso como tal no termina con la condena que me puedan imponer este año ni con la liberación, el universo de hechos tipificados en el Código Penal como delitos que se le pueden imputar al Bloque Élmer Cárdenas es un universo muy grande. En ese sentido, el tema de los desaparecidos será nuestro compromiso de trabajo en adelante: en la búsqueda y ubicación de esos desaparecidos para que sus familiares puedan tener la oportunidad de darles un entierro digno.

-VA: ¿Durante estos años de presidio esa búsqueda y ubicación no fue efectiva?

FRH: El proceso no nos permitió poder ubicar con certeza cada una de esas osamentas que están sepultadas en esa región. Desde aquí hemos salido a una o dos exhumaciones y no se han dado resultados, hemos encontrado algunos cuerpos, pero no es lo mismo estando ya afuera, con el tiempo suficiente para ir a los terrenos, de poder conversar con desmovilizados que podemos encontrar en la zona, con los mismos campesinos, que saben dónde se ubicaron los grupos, entonces queremos trabajar en ese tema como compromiso nuestro y de la mano del establecimiento, claro está porque nosotros no somos ni antropólogos, ni topógrafos; simplemente es ir, ubicar y enseguida comenzar a trabajar con la Cruz Roja Internacional y con la Fiscalía para ir recuperando esas osamentas y que se puedan identificar por pruebas de ADN.

VA: En su caso particular, ¿cuál es la situación hoy?

FRH: Yo sigo esperando a que se haga presente aquí el Estado porque seguramente para agosto o septiembre de este año estaré solicitando mi libertad condicional o a prueba. En ese sentido, espero que, primero, me garantice la seguridad frente a una agresión de alguien que considera que yo soy enemigo de él o que está resentido por una acción que haya cometido la organización cuando estaba en armas, algún miembro de la Fuerza Pública del que se haya aludido por alguna declaración de cualquiera de los postulados en este proceso de verdad histórica; y segundo, para que coadyuve en ese trabajo de ubicar a los desaparecidos y ponerles nombres, yo solo no soy capaz de hacerlo, nosotros solos tampoco, tenemos que hacerlo de la mano del Estado y de organizaciones sociales que nos puedan apoyar en lo económico, en lo logístico.

VA: Usted también ha hablado de buscar a quienes fueron reclutados como menores de edad para hacer parte de su bloque paramilitar. ¿Qué pretende con ese propósito?

FRH: En el tema de menores, muchos de los niños y jóvenes que reclutamos en el curso de la guerra para convertirlos en niños soldados, muchos de ellos ha podido ubicarlos la Fiscalía, pero a otros no porque regresaron al campo. Qué bueno que estas personas nuevamente las podamos ubicar y visibilizarlas frente a las autoridades y puedan recibir ayuda, más en lo sicológico, que en lo económico, porque de una u otra manera les quedan muchas secuelas de su paso por la guerra.

VA: Pero todos son ya son mayores de edad.

FRH: Sí, claro, pero dicen los investigadores y los sicólogos que llevan años trabajando en el tema que ese estrés postraumático vivido desde niño por una situación como la guerra necesita que se acompañe sicológicamente porque quedan unas secuelas de por vida.

Así sean mayores de edad me parece que el Estado y la sociedad, y más nosotros que tuvimos un mando sobre ellos, podernos acercarnos para que puedan de alguna manera tener esa ayuda en lo sicológico, en lo sicosocial, para nivelar algunas secuelas que quedaron después de la guerra. Seguramente será una labor muy difícil, pero trataremos de hacer nuestro mayor y mejor esfuerzo porque se puedan ubicar muchas de estas personas.

VA: ¿Conversa usted de estos temas con otros comandantes que comparten celda o prisión con usted?

FRH: Frente a los compañeros son personas que, (...) sin temor a equivocarme, jamás regresarán a hacer parte de algo que puede avergonzarlos a ellos y a sus familias.

VA: Los reclamantes de tierras tienen miedo del regreso de los exparamilitares a zonas que les han sido restituidas o están en proceso, porque creen que se exacerbarán los conflictos y podrían ser afectadas nuevamente. ¿Qué les responde? ¿Se pueden sentir tranquilas una vez que hombres como usted estén en libertad?

FRH: El fenómeno de tierras que han perdido los campesinos en Colombia es una situación de muchísimos años, que la guerra, de una u otra manera, acrecentó. Pero ante el temor de los campesinos que hoy están haciendo las reclamaciones, yo digo todos los días, Dios mío que les regresen la tierra en derecho al campesinado que la perdió. En estos días celebrábamos cómo el Gobierno nacional les va a devolver a los campesinos las tierras en las Tulapas, las cuales había comprado irregularmente el Fondo Ganadero de Córdoba. Ojalá las devuelvan.

En mi caso y en el caso de los 33 desmovilizados del Élmer Cárdenas postulados a la Ley de Justicia y Paz, es gente que no tiene un centímetro de tierra ni tenemos aspiraciones de ir a la región y pretender quitarle un centímetro de tierra a ningún campesino.

VA: Al respecto, siempre se ha dicho que usted posee tierras sembradas de palma en el bajo Atrato chocoano. ¿Es eso cierto?

FRH: Cuando yo llegué a este proceso en el año 2007 desde mi primera versión a la Fiscalía me decían “es que usted tiene 34 mil hectáreas en la zona del Jiguamiandó, que usted le robó a los campesinos y que tiene 24 mil hectáreas sembradas de palma”. Por ahí tres o cuatro años después, de tanto explicar de que si es una tierra que está allí y que está sembrada en palma, se necesita abonar la palma, sacar el fruto, sacar el aceite, vender el aceite, recibir el cheque, pagar los trabajadores, la seguridad social, los impuestos, y nada de eso lo hago yo. Así se los expliqué a fiscales y a jueces y hace por ahí dos años me dijeron “usted tiene la razón, usted no era el dueño de esas tierras, usted no desplazó la gente para robarles la tierra, usted no sembró la palma, usted no explota económicamente eso”. Se ha demostrado que quienes tenían intereses allí eran los señores ‘Don Berna’ (Diego Fernando Murillo Bejarano), Vicente Castaño, Raúl Hasbún, Jesús Ignacio Roldán, entre otros, y señores de la clase empresarial antioqueña y urabaense.

Credito
VERDADABIERTA.COM

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