El 2014 fue tal vez uno de los años más importantes para el presidente Juan Manuel Santos, pues además de culminar su primer periodo como mandatario de los colombianos, fue reelegido con la promesa de alcanzar la paz.

Al arrancar su segundo mandato las críticas no se hicieron esperar, pues pocos meses bastaron para que polémicas iniciativas gubernamentales llegaran al Congreso de la República, dejando en veremos algunas de las promesas de la “controvertida” campaña electoral que lo dejó vencedor en las urnas.

1. En medio de polémica alcanzó la reelección

Con un 50.9 por ciento de los votos en la segunda vuelta electoral frente a su rival, el uribista Óscar Iván Zuluaga, quien tuvo el 45 por ciento de los votos, Santos fue proclamado presidente electo de Colombia cuando se había escrutado el 99.23 por ciento de las papeletas depositadas en las urnas en un tiempo récord.

La tan estrecha disputa política fue la más polémica en la historia reciente del país, ya que además de contar con la oposición férrea de un expresidente, Álvaro Uribe, tejió alianzas que antes de la contienda, hubieran sido impensables.

En la primera vuelta Santos se enfrentó con Zuluaga, Clara López, del Polo Democrático; Enrique Peñalosa, de la Alianza Verde; y Marta Lucía Ramírez, del partido Conservador, quienes contrario a la campaña presidencial anterior, se enfrentaron en pocos, pero contundentes debates

Y es que si por algo se calificó esta campaña presidencial, fue por lo que el mismo Santos llamó ‘Guerra sucia’, pues algunos de los candidatos se valieron de lo que pudieron para generar polémica y buscar votos inseguros.

Incluso en un timonazo político de urgencia en el que se fortaleció el Partido Liberal, Santos designó al expresidente de la República César Gaviria Trujillo, como el jefe de debate para los últimos días que quedaban de campaña para la primera vuelta y, en especial, para la segunda, en la que superaron sus propias cuentas.

Lo que quedó claro el 16 de junio, día de su reelección, es que lo que le esperaba en su segundo cuatrienio, era una lluvia de críticas por parte del expresidente Álvaro Uribe Vélez, pues el mismo día en que recibió la victoria, el líder opositor no reconoció la derrota y denunció supuestas presiones sobre los electores para que votaran por el presidente-candidato.

2. Hacker, chuzadas y dineros calientes

A tan solo semanas de la primera vuelta presidencial, las polémicas empezaron a llegar a la campaña, pues la renuncia del reconocido estratega político JJ Rendón tomó por sorpresa a muchos, menos al uribismo, quienes denunciaron que él habría recibido una importante suma de dinero entregada por capos del narcotráfico.

Supuestamente el exconsejero presidencial Germán Chica y Rendón, buscaron al presidente Santos para que evaluara la posibilidad de un posible sometimiento a la justicia de Javier Antonio Calle Serna, uno de los hermanos ‘Comba’, y de tres narcos más, por lo que ofrecieron una suma de US$12 millones.

Sin haber terminado de salir aún del escándalo, se presentó un controvertido capítulo que involucró a Óscar Iván Zuluaga, candidato que las encuestas mostraban hasta entonces como el contrincante más fuerte de Santos.

Se trata del fenómeno desatado por la captura de Andrés Fernando Sepúlveda, el hacker acusado de estar ‘chuzando’ el proceso de paz en el país, mientras trabajaba en la campaña presidencial del candidato del uribismo.

Luego de su captura se intensificaron los enfrentamientos entre las dos campañas por la supuesta obtención de información confidencial relacionada a dirigentes políticos, de guerrilleros de las Farc y funcionarios de Gobierno relacionados con los Diálogos de paz entre el gobierno Santos y la guerrilla. Zuluaga se defendió diciendo que infiltraron su campaña.

3. Anuncia diálogos  con el ELN

A cinco días de la segunda vuelta, el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos anunció el inicio de una fase exploratoria de conversaciones de paz con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (Eln).

En lo que muchos consideraron una estrategia política, el Eln se convirtió en la segunda fuerza insurgente en el país, después de las Farc, que mantiene acercamientos con el Gobierno para el fin del conflicto. Incluso en 2012, el jefe máximo de esa guerrilla, Nicolás Rodríguez Bautista, alias ‘Gabino’, confirmó que estaban contemplando conjuntamente la posibilidad de negociar.

4. Destitución de Gustavo Petro

Nada fácil la tuvo el presidente Santos cuando tuvo que dar cumplimiento a la decisión de la Procuraduría General de la Nación frente a la destitución del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro Urrego.

Aunque el mandatario siempre aclaró que estaba obligado a acatar las órdenes de la Constitución, Petro también parecía ser ficha clave en los votos de la reelección, por lo que esta decisión se convirtió en una ‘encrucijada en el alma’.

Finalmente, después de destituirlo y ser criticado por dar cumplimiento a la orden, Juan Manuel Santos restituyó el 23 de abril al burgomaestre, luego que el Tribunal Superior de Bogotá ordenara que se le reintegrara en su cargo.

5. Las diferencias con el Procurador

Aunque en los últimos días el Procurador Alejandro Ordóñez se ha mostrado más dispuesto a abrir el debate en torno al proceso de paz, capítulos como los viajes de ‘Timochenko’ a La Habana desataron un duro pulso jurídico y político entre el jefe del Ministerio Público y el Presidente.

Lo que sorprendió es que en poco más de dos años de diálogos con las Farc, Santos jamás había respondido personalmente las duras críticas del Procurador.

Pero la petición de Ordóñez de entregar explicaciones sobre los traslados de ‘Timochenko’ lo llevaron a recordarle que las gestiones de paz son un asunto por fuera de sus funciones.

Ahora las diferencias persisten ante la posibilidad de que el narcotráfico sea considerado como delito político, discusión que se intensificará en el marco de la justicia transicional.

6. Gira diplomática por la Paz

panorama internacional acompañó al mandatario durante el 2014, especialmente luego de un viaje que lo llevó por seis países europeos buscando apoyo político y económico al proceso de paz.

El avance más contundente es la voluntad de la Unión Europea de crear un fondo fiduciario para el posconflicto, iniciativa que lidera España y a la que podrán aportar países extracomunitarios.

En menos de una semana Santos visitó España, Bélgica, Alemania, Portugal, Francia y Reino Unido, donde se reunió con presidentes, jefes de Estado y Gobierno, quienes dieron un espaldarazo rotundo a la paz.

7. SUSPENSIÓN DE LOS DIÁLOGOS CON LAS FARC

A pocos días de regresar de su maratónica gira por la paz, el secuestro del general Rubén Darío Alzate, la abogada Gloria Urrego y el cabo Jorge Rodríguez, sumado al de otros dos soldados, llevó al primer mandatario a suspender los diálogos de paz.

La noticia tuvo un impacto mundial, puesto que en la misma semana en que ocurrieron los hechos, se cumplían dos años de haber iniciado formalmente las negociaciones. Aun así, tanto los soldados como el general y sus acompañantes, fueron liberados el mismo mes por la guerrilla de las Farc, lo que más que poner a tambalear la negociación, fortaleció el proceso y dejó sin fricciones la mesa de diálogos.

8. LA LLEGADA DE URIBE AL CONGRESO

Desde los comicios legislativos la llegada del expresidente Álvaro Uribe al Congreso de la República generó expectativa, especialmente para el Gobierno nacional, quien a pesar de contar con las mayorías, no había tenido una oposición tan fuerte como la del uribismo, sumada a unas bancadas no tan disciplinadas.

Más allá de las extremas medidas de seguridad que implicaron reformas administrativas en su despacho, su llegada al Congreso estuvo acompañada de otras cabezas como la de Antonio Navarro Wolf, la senadora Claudia López y los parlamentarios como Jorge Enrique Robledo, Germán Navas Talero e Iván Cepeda.

Si bien esto ha mermado el impacto del expresidente, las críticas a la paz, acompañadas de sus ya conocidos trinos y polémicas intervenciones del Centro Democrático en el Senado, han llegado a afectar la imagen del presidente Santos.

9. LA REFORMA TRIBUTARIA

Un ambiente favorable no es precisamente lo que describe a la anterior legislatura, que en medio de una lluvia de críticas aprobó la Reforma Tributaria. Según Santos, la iniciativa busca que “aquellas personas o empresas que más tienen le den la mano, con un esfuerzo adicional, a quienes han sido excluidos del progreso y el desarrollo”.

En esencia, la pelea con gremios y empresarios es porque se reemplazará el Impuesto al Patrimonio por el impuesto a la riqueza, que sería derogado en 2018, se fija una sobretasa al impuesto del Cree, se prolonga el 4x1.000, y se elimina la devolución de los dos puntos del IVA para las compras con tarjeta y la penalización de la evasión.

Uno de los más grandes opositores fue el senador uribista Iván Duque, quien asegura que se está mimetizando una ley de financiamiento para tapar un hueco fiscal que deberán asumir los contribuyentes.

10. REELECCIÓN DE ALCALDES

Además de la Reforma Tributaria, varias iniciativas en el Congreso pusieron en jaque la imagen del jefe de Estado, especialmente por otra promesa de campaña, la de reelegir por una única vez a los actuales alcaldes y gobernadores, para que sus planes de desarrollo empaten con el del Presidente de la República.

Aunque el proyecto de acto legislativo prometía ser solo un artículo transitorio, las críticas de muchos parlamentarios, incluso de la coalición, vinieron porque esa propuesta se contradice al corazón de la reforma al equilibrio de poderes, que precisamente busca acabar con cualquier tipo de reelección.

Precisamente el equilibrio de poderes, junto a la ampliación del fuero penal militar, serán dos reformas que enfrentarán su segunda vuelta a partir de marzo de 2015, en medio de distintas divisiones al interior de los partidos y muchas dudas frente a lo planteado por el Gobierno en estas propuestas.