Así está el panorama del diferendo limítrofe con Nicaragua

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
Este jueves Colombia sabrá si la Corte Internacional de Justicia va a conocer a profundidad las demandas de Nicaragua. Lo mejor que le podría pasar al país es que ese tribunal se declare no competente y a eso le apostó la estrategia colombiana. Aquí le explicamos por qué.

El próximo 17 de marzo Nicaragua y Colombia estarán de nuevo ante la Corte Internacional de Justicia, CIJ, luego de que en septiembre de 2015 se presentaran a las audiencias preliminares en este tribunal.

Alrededor del nuevo encuentro se ha generado natural expectativa. Integrantes del Gobierno y agentes de Colombia en La Haya (Holanda), como Carlos Gustavo Arrieta, han expresado que lo que se definirá será de forma y no de fondo, por lo que:

“En las decisiones del 17 de marzo no se está poniendo en riesgo ni un milímetro cuadrado de territorio marítimo colombiano, ni un milímetro cuadrado de soberanía del país en absolutamente nada”.

Pero otros sectores, encarnados en el expresidente Álvaro Uribe, han pedido que el Gobierno se anticipe y diga que no aceptará lo que pueda establecer la Corte.

Lo cierto es que sí se definirá algo formal: la competencia de la Corte para decidir sobre el desacuerdo de Nicaragua, pero esa será una decisión que, de ser positiva, llevará a que ese tribunal discuta el tema de fondo, escenario que podría afectar a Colombia.

Qué es exactamente lo que se podría entrar a definir de fondo: dos demandas de Nicaragua. La primera, una solicitud de que le sea otorgada una supuesta plataforma continental extendida, y, la segunda, por el presunto incumplimiento de Colombia al fallo del 2012 en el que se definieron los límites entre los dos países y donde el otro país ganó posesión en el mar.

Lo que ha hecho la defensa de Colombia es presentar excepciones preliminares ante las dos demandas, para convencer a la Corte que no debe conocer el caso y así tratar eliminar el proceso desde el principio.

Las demandas por la plataforma continental

El 16 de septiembre de 2013, Nicaragua acudió a la CIJ para que le fuera reconocida una plataforma continental más allá de las 200 millas náuticas desde su costa, distancia a la que todo país con costa tiene derecho. Esta solicitud la alcanzó a hacer cuando se profirió el fallo de 2012 y la Corte dijo que no se pronunciaría, por no tener suficientes pruebas y porque se presentó de manera tardía.

La plataforma continental extendida es el subsuelo del mar, en donde suele haber pesquería sedentaria y donde podría haber petróleo, por lo que los intereses económicos persisten. Demostrar o no que un país es dueño de una plataforma continental extendida tiene que hacerse geológicamente. Punto que ha acogido Colombia para su defensa.

Por el incumplimiento al fallo

El fallo de 2012 emitido por la CIJ delimitó nuevamente el territorio marítimo entre Colombia y Nicaragua. El fallo reconoció la soberanía colombiana sobre el Archipiélago de San Andrés, pero al hacer el análisis sobre el límite, estableció que a Nicaragua le correspondía cerca del 40% del mar del que Colombia estaba gozando. Por lo anterior, de las 10 islas y cayos que conforman el Archipiélago, Colombia perdió Quitasueño y Serrana.

El 26 de noviembre de 2013 el país centroamericano presentó una demanda por supuesto incumplimiento de Colombia, porque no le habría dado los cayos correspondientes y el mar que dijo la Corte le correspondía.

Las excepciones presentadas por Colombia

La defensa de Colombia ha presentado excepciones para los dos casos de manera escalonada. Es decir, si el Tribunal no valida la primera, entrará a ver la siguiente, hasta que alguna logre convencerlo de que debe declararse no competente para decidir sobre el tema.

La primera se presenta para los dos casos: es la denuncia al Pacto de Bogotá, que hizo Colombia en noviembre de 2012, con lo que se desconoció la jurisdicción de La Haya sobre el país. Es decir, un Estado no podría demandar a Colombia en este tribunal, debido a que ya no hace parte del pacto. Nuestro país que la Corte no tiene competencia, porque esa denuncia tuvo efecto inmediato. Nicaragua dice que la vigencia del pacto se pierde luego de un año de haber denunciado.

De aceptarse dicha excepción los procesos se detendrían y el conflicto con Nicaragua terminaría, al menos en La Haya, pero si no, se entrarían a ver las siguientes excepciones para el caso de la plataforma continental extendida.

Sobre ese punto, Colombia argumenta que todo lo referente a los límites marítimos se definió en el fallo del 19 de noviembre de 2012, incluyendo lo que dijo la Corte respecto a la plataforma continental extendida: que no podría pronunciarse por falta de pruebas suficientes. Pero Nicaragua cree que así se abrió la puerta para que se buscaran las pruebas suficientes.

La tercera excepción colombiana es el argumento de que Nicaragua ya presentó ante la Comisión de Límites de la Plataforma Continental (entidad creada por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar), esa solicitud. Así, la Corte de La Haya podría declararse no competente o decir que esperará estudios de la Comisión, que podrían tomar años.

Las excepciones ante la demanda por supuesto incumplimiento del fallo son: La segunda, luego de la citada sobre el Pacto de Bogotá, afirma que no ha habido una controversia entre los dos países y la división, es decir que no hay espacio para tal incumplimiento.

Si la Corte define que sí hubo controversia, la siguiente excepción será que Nicaragua nunca manifestó su descontento con Colombia; y, de haberlo hecho, las dos partes tendrían que haber acudido a las vías diplomáticas.

Si esta tercera excepción es rechazada, Colombia dirá que la Corte no tiene competencia inherente, que es lo que ha argumentado Nicaragua.

La competencia inherente hace referencia a que el tribunal puede verificar si los países que se han sometido a sus fallos están cumpliendo lo ordenado.

De aceptarse, sería el primer caso de competencia inherente en ese tribunal.

 

Carlos Arévalo, profesor de la Universidad de la Sabana

- ¿Considera que Colombia logrará que la Corte no conozca el caso a fondo?
Sí. Al interior de la Corte hay un contexto más conveniente del que existía en el fallo del 2012. Lo que se puede ver en la última sentencia de Costa Rica contra Nicaragua, en la que ya dan la razón a Costa Rica, es que se está desvirtuando esa imagen de víctima que tenía Nicaragua y eso puede que sea favorable para Colombia. 

- Entonces está de acuerdo con que todo es una estrategia expansionista de Nicaragua, que es como lo ha planteado el Gobierno…
Sin duda. Nicaragua ha buscado, por medio de la CIJ, extender su territorio y su mar. Es una intención expansionista sin lugar a dudas. Recuerde que después del fallo de 2012, muchos países de la región presentaron su carta de protesta a Naciones Unidas, criticando la intención de Nicaragua y cómo la Corte se está prestando para ello.

- Pero si la Corte se declara competente, ¿qué se puede hacer?, ¿no acatar?
Eso es lo que no puede volver a hacer Colombia: haber llevado el caso a la Corte, decirle, cuando el fallo es desfavorable, que no lo va a cumplir y, finalmente, terminar cumpliéndolo, porque en los hechos así se demuestra. 

- Colombia ha resaltado el argumento de la ‘Cosa juzgada’, como uno de los más fuertes, ¿cree lo mismos?
Esta es una de las consecuencias que generó el fallo del 2012: problemas entre los dos estados. En ese fallo la Corte le dijo a Nicaragua: “No tengo pruebas suficientes para establecer que tiene derecho a esa plataforma extendida”. Lo que ese país interpretó como: “Deme las pruebas y miro a ver si le concedo el derecho”. Pero lo cierto es que la Corte ya se pronunció. Es muy posible que la Corte inadmita diciendo: “la verdad es que no me han dado las suficientes pruebas”.

 

Wilfredo Robayo, profesor de la Universidad Externado de Colombia

- ¿Qué puede pasar si se llega al proceso formal?
En el caso sobre la plataforma continental extendida, Colombia podría perder más territorio en el Mar Caribe; en ese caso, una de las pretensiones de Nicaragua no es que se extiendan los límites, sino que se haga una única delimitación con las 350 millas náuticas que eventualmente puede tener. En el segundo, sobre el incumplimiento del fallo de 2012, pueden ocurrir muchas cosas. Se está buscando que a Colombia se le declare penalmente responsable y se establezcan medidas de reparación; allí sí que podríamos correr un riesgo bastante alto, porque es perfectamente posible que Nicaragua logre probar daños y perjuicios por no haber podido usar el mar que le corresponde y podríamos llegar a una suerte de indemnización económica.

- ¿Qué opina de las excepciones preliminares presentadas por Colombia?
No quiero decir que estén condenados al fracaso, pero son argumentos que difícilmente prosperan. Decir que la denuncia el Pacto de Bogotá surte efecto inmediato, desconoce completamente el procedimiento.Otro argumento es el tema de la cosa juzgada en el caso de la plataforma continental extendida. En ese tampoco estoy de acuerdo. La Corte dijo que no se iba a pronunciar sobre ese punto porque la pretensión fue presentada de manera tardía, pero eso no quiere decir que no tenga derecho.

- ¿Colombia y Nicaragua no lo hablaron antes?
Colombia no está en la posición de decirle a Nicaragua que se siente a negociar. Si uno mira la historia de los dos estados, siempre ha habido tensión. Desde que explota la controversia en el Caribe occidental, muchos fueron los esfuerzos por dialogar. Estuvimos a punto de solucionar el problema durante el gobierno del presidente Samper, pero, por cosas de la vida política, explota el Proceso 8000 y se distrae todo y deja caer la negociación. 

- ¿Cree que perderemos?
Lamentablemente para nosotros, el derecho internacional público le favorece más a Nicaragua, es decir, su posición encuentra un mayor respaldo en el derecho internacional.

 

Juan José Quintana, embajador de Colombia ante La Haya

- ¿Qué es lo peor que puede pasar el próximo 17 de marzo?
Que la Corte se declare competente en ambos casos. Como son dos, no se puede descartar que se declare competente en uno e incompetente en el otro; tampoco se puede descartar que ganemos y se declare incompetente en ambos. 

- Se ha hablado que la Corte establecería un precedente si llega a decidir sobre la plataforma continental extendida, ¿por qué?
La Corte en dos ocasiones diferentes ha dicho, y eso sí es un precedente obligatorio para ella, que cuando le presentan una reclamación más allá de las 200 millas, ella no puede conocerla hasta que se haya agotado el trámite diferente. Le estamos diciendo, no se ha agotado esa instancia, por lo tanto usted no puede conocerla. Es difícil pensar que la Corte se le va a atravesar de esa forma a la Comisión de Límites, sobre todo cuando ya ha dicho que no lo puede hacer, bajo el derecho internacional.

- ¿Por qué Nicaragua tomó este camino?
Ellos están aprovechando el plazo del año para la vigencia del Pacto de Bogotá. Pero fíjese que el Pacto de Colombia para todos los efectos ya terminó, ya dejó de regir, ya a Colombia no la pueden llevar a otro tribunal, esto ya se acabó. Si la Corte decide la semana próxima que Colombia tiene la razón y que no tiene competencias, hasta ahí llegó la cosa. 

- El expresidente Álvaro Uribe ha dicho que declaren desde ya que no aceptan nada de la Corte, ¿eso se puede hacer?
Para mí está muy claro que no es legítimo, porque la CIJ es un órgano de la carta de Naciones Unidas. En el estatuto de la Corte hay una norma muy clara que dice que en caso de dudas sobre la competencia, la Corte decide. Entonces, que el gobierno colombiano, a días del fallo de la competencia, diga: “No es la Corte la que decide”, pues está incumpliendo esa norma que aceptó cuando entró a Naciones Unidas. Qué tal que la Corte falle en favor nuestro y que la hubiéramos desautorizado de antemano.

Credito
COLPRENSA

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