Hoy, Planadas es ejemplo de diversidad, pujanza, de amor por la tierra y por estos días lo ratificó presentando diversas actividades.

Los multitudinarios desfiles exteriorizaron, desde las tradicionales mulas hasta los camperos Uaz adornados con todos los frutos que nacen de esta tierra productiva, en la que niños y abuelos se unieron para mostrar contundentes mensajes de unión y solidaridad.

En otra de las actividades alternas a la Feria, el particular sonido del metal en el suelo se hizo sentir en el campeonato de Carros de Balineras, que entregó nuevos reyes de la velocidad, Adrián Felipe Mogollón y Carlos Mario Quiroga, en la categoría femenina las campeonas fueron Francy Bermúdez Tapiero y Alejandra Charry Castro.

Los indígenas con altivez presentaron su cultura, con sus bebidas, artesanías, instrumentos y cosmovisión, y recordaron que ellos 20 años atrás ya hablaban de paz y reconciliación.

Podría decirse que se inscribieron 402 lotes de café de 22 municipios del Tolima, 10 expertos llegaron de diferentes partes del país para evaluar esta muestra cafetera, que estuvo el profesor Yarumo, que estuvo Juan Valdez, que vino Barreto, que vino Jerez, pero lo más significativo es que en la parte más alejada del Tolima este pueblo olvidado por el Estado sale adelante en medio de todas las adversidades que le ha traído el conflicto armado.

Sus habitantes pudieron hacerse visibles, ellos solo piden silenciar los fusiles. Sus mujeres valientes nunca bajaron los brazos, nunca perdieron la esperanza, y mientras en épocas aciagas lloraban a sus esposos, labraban la tierra y sacaban adelante a su familia, todo ese desarrollo en los últimos 15 años es basado en su coraje y valor.

Ahora los habitantes de Planadas nos dan lecciones de grandeza a los tolimenses y que la nueva historia de la paz se escribe con inclusión, productividad y seguridad.