“El proceso de paz estuvo en la mitad de una pugna política de corto plazo”

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
Frank Pearl, quien fue negociador del proceso de paz, habla sobre cómo fue el mismo, el reto que viene en el posconflicto para el Gobierno, las Farc e incluso para la ciudadanía, la cual cree debe promover un pacto cívico por la reconciliación.

Los últimos siete años de la vida de Frank Pearl han sido muy particulares, y seguramente le marcarán para siempre a él, a su familia y al país. Y no es para menos, pues fue uno de los hombres que negoció con las Farc la terminación del conflicto armado y su paso a la vida civil.

Hoy cuando está a la espera de que llegue el día final para la firma, Pearl habla relajado, con la conciencia tranquila por haber hecho el mejor esfuerzo. Comenta los momentos difíciles de la negociación, de la forma en que con las Farc se alcanzó la confianza de forma mutua.

Este negociador que llegó al proceso incluso desde su fase secreta y que hoy cumple una misión similar con el ELN, sostiene que serán las Farc, sí cumplen, las que podrán llevar a que los colombianos los escuchen e incluso voten por ellos. De estos temas y más habló con Colprensa.

- ¿Satisfecho por haber sido uno de los artífices de la negociación?

Me siento muy satisfecho, me siento agradecido por la confianza del presidente Juan Manuel Santos, por haber estado acompañado por unos asesores que permitieron que esto fuera posible y haber recibido el apoyo de muchas personas del Gobierno y de fuera del mismo. Me siento tranquilo porque cuando Alejandro Eder y yo en el año 2009 empezamos a retomar los contactos para que este proceso de paz fuera realidad nos fijamos una meta clara y siete años después esto es un hecho, es un acuerdo bueno, que va a cambiar la historia de Colombia.

-¿En qué momento de la negociación llegó a pensar que el cometido era difícil de alcanzar?

Yo siempre supe que era un acuerdo difícil de alcanzar, pero siempre tuve claro que era un propósito que valía la pena. Creo que en esos momentos duros uno tiene que refugiarse en el porqué haces las cosas, y para quién las hace, en esos momentos yo pensaba en mis hijas, en la generación de ellas, pensaba en esos millones de colombianos que estaban atrapados en la mitad del conflicto, eso era la mayor fuerza para seguir adelante.

-¿De los seis puntos de la agenda cuál cree que fue el más difícil?

Nosotros sabíamos que los puntos más difíciles eran los de víctimas y justicia y el punto del fin del conflicto, estos eran temas complejos, pero los sacamos adelante, siempre tuvimos una visión clara y unas líneas rojas definidas por el presidente de la República, y con ese norte el equipo negociador pudimos sacar los temas adelante.

-¿Por qué los puntos tuvieron tanta crítica por lo acordado, incluyendo el de tierras?

Este proceso de paz está en la mitad de una pugna política de corto plazo que al final de la historia va ser un accidente, irrelevante. Cuando esto se implemente el país va empezar a cambiar y se verá que el legado de esos acuerdos es mayor equidad, un país moderno, entonces esa pugna política de corto plazo se queda colgada. Esa es la historia de este proceso de paz, el deber de los ciudadanos es ponernos por encima de esa polarización y entender a los acuerdos con una perspectiva de futuro, es natural que surjan críticas, pero también es natural que haya miedos, porque esto es una propuesta de cambio, que requerirá un cambio cultural en la ciudadanía.

En el punto de desarrollo rural, de hecho quienes se oponen al proceso se agarraron de ahí para tergiversar algo que está escrito en los acuerdos, porque si alguien puede estar tranquilo son los tenedores de tierra de buena fe, van a tener mayor seguridad jurídica, mejores mecanismos, una nueva jurisdicción agraria y el banco de tierras va estar alimentado únicamente de baldíos, nosotros no tocamos mecanismos que existen en la Constitución y la ley para que el Gobierno expropie tierras de particulares.

-¿Esa pugna política llevó a las Farc en algún momento a pensar que el presidente Santos podría incumplir la negociación en algún momento?

Las Farc desde el comienzo, lo sé porque estuve desde el inicio, tuvieron absoluta claridad que el presidente Santos hizo esto por convicción, eso fue una fuerza para el equipo negociador, para todos los que nos apoyaron. Fue una tranquilidad para las Farc.

-¿Fue muy difícil construir la confianza en las Farc?

Es muy difícil, hay que reconocer que nosotros nos enfocamos no en construir confianza con las Farc, sino en construir entre ambos un proceso que pudiéramos confiar.

-¿Cree que se podrán a llegar a cumplir todos los acuerdos pactados con las Farc?

Tengo la plena certeza de que con planeación, organización y debida ejecución estos acuerdos no sólo se pueden cumplir a cabalidad sino que los futuros gobiernos pueden ir más lejos. Para eso hay cosas que tienen que cambiar, es fundamental el papel de la ciudadana, es importante que se comprometa para participar en el diseño de la ejecución de los acuerdos como está previsto. Es importante que empecemos a cambiar algunas de las prácticas políticas que tenemos hoy, pero lo que está escrito va a llevar a que estas nuevas reglas de juego tañen a los partidos políticos, se sacudan, si quieran representar a la mayoría de los colombianos si quieren mantener su legitimidad.

-¿Por qué cree que se va a dar ese cambio político?

Porque los acuerdos plantean unas nuevas reglas de juego en donde es más fácil crear organizaciones políticas de diferente tipo, organizaciones ciudadanas que puedan participar en lo público sin necesidad de hacer política. Los acuerdos no resuelven todos los problemas del país, hicimos los acuerdos para cambiar el curso de la historia, las expectativas de la gente van más allá, en la medida en que se organicen eso va a generar una presión sobre lo público, sobre quienes ejercen la política para representar esas aspiraciones de los ciudadanos. La política se tiene que mejorar, la ejecución de lo público tiene que ser más eficiente y transparente.

-¿Cree que los colombianos van a llegar a entender el discurso político de las Farc después de más de 50 años de violencia?

El pasado de las Farc sin duda hace que muchos colombianos ni siquiera los oiga, pero en la medida en que ellos sean responsables con los acuerdos, sean responsables con sus compromisos de reconocer a las víctimas, restituirlas, repararlas de manera efectiva, es muy posible que la gente los empiece a escuchar. Creo que la democracia colombiana se nutre de visiones diferentes y pluralistas y lo que hicimos en los acuerdos fue crear un piso, una plataforma para que los partidos y movimientos que están en la oposición tengan una plataforma más equitativa para competir hacia el futuro.

-¿Por qué los colombianos entienden más le mensaje de los acuerdos en las regiones y no en las capitales?

La estrategia de seguridad ha funcionado muy bien desde el año 2002, las Farc hoy en el momento del cese al fuego es una organización mucho más débil militarmente, entonces el conflicto únicamente se siente en algunas regiones del país, y son esos colombianos los que ven las consecuencias inmediatas y definitivas de la firma de los acuerdos. Entonces el nivel de interés e indiferencia tiene que ver con la intensidad que se vivía el conflicto. Por eso es importante que pensemos que significa el voto del 2 de octubre, por quién estamos votando.

-¿La reinserción sí será eficiente y no repetirá las experiencias equivocadas del pasado?

La experiencia que nosotros tenemos, la que tuvimos con los procesos del M-19, el Quintín Lame, luego con los grupos paramilitares y con más de 21.000 personas que han salido de las filas de las Farc y el ELN en los últimos 10 años nos dan la tranquilidad de tener un sistema que funcione. Este es un proceso distinto en el cual hicimos un acuerdo con las Farc en donde ellos van a tener la posibilidad de armar una cooperativa que se llama Ecomún en donde los exguerrilleros van a poder escoger su ruta productiva de forma individual o colectiva.

Ya sabemos qué no hay que hacer, ya se desperdiciaron suficientes recursos, ya hicimos apuestas de corto plazo, ya ensayamos solamente el tema del dinero que no funcionó, entonces este es proceso integral que incluye las familias, las comunidades, un apoyo condicionado a los compromisos, al cumplimiento y el objetivo es generar capacidades en esas personas para que salgan a competir en igualdad de condiciones.

-¿Cómo hacer que el dinero que llegue del apoyo internacional para el posconflicto no se desaproveche?

Esos países que ven con muy buenos ojos esto porque ellos hace cientos de años vivieron esto y saben que el camino de lograr acuerdos de paz y la reconciliación es lo que consolida las sociedades y por eso es importante que los colombianos miremos hacia afuera y veamos el espejo de sociedades que ya han pasado con situaciones similares. Hay que aprovechar y capitalizar ese apoyo que nos quieren dar las fundaciones extranjeras, los organismos de cooperación internacional, los gobiernos extranjeros, esto no sólo es problema de plata, es un tema de compromiso ciudadano y de aptitud hacia lo público. Necesitamos un pacto cívico por la reconciliación de Colombia.

-¿Quién debe promover ese pacto del que habla?

Ese pacto debe venir desde la ciudadanía, es un pacto que debe permitir participar en lo público, que debe permitir y ayudar y tallar al gobierno a que cumpla porque somos los ciudadanos los principales beneficiarios de lo que viene, entonces este no es el momento en que los ciudadanos nos quedemos como espectadores, este es el momento de que lo público va muchos más de lo político, es el momento en que entendamos de que es nuestra oportunidad de transformar el país.

-¿Cómo hacer que esta campaña para promover el sí en el plebiscito sea bandera de los partidos políticos que apoyaron el proceso de paz?

El voto es sagrado, nosotros en este ejercicio de pedagogía ni siquiera le estamos sugiriendo a la gente cómo votar, estamos explicando los acuerdos, con sus beneficios, sus riesgos, es muy importante que cada colombiano se informe bien y vote a conciencia, como quiera y que el voto es sólo de él.

-¿Por qué no es posible renegociar el acuerdo si se pierde el plebiscito?

Porque el gobierno y el equipo negociador han hecho su mejor esfuerzo y tienen un acuerdo con lo que es posible y lo que está pactado, si los ciudadanos dicen No, significa que tenemos que respetar lo que dicen los ciudadanos, no podemos estar por encima de la voluntad popular y eso significa que volvemos a la situación anterior.

Credito
COLPRENSA

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