Un jurista de gran corte

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
Sin duda el personaje de 2016 en el Tolima es el magistrado Danilo Rojas, pues con su empeño y dedicación ha alcanzado el elevado cargo de presidente del Consejo de Estado, convirtiéndose en una de las voces más respetadas de la justicia colombiana.

El sanantoniano Danilo Rojas Betancourth fue elegido en enero de 2016 presidente del Consejo de Estado, el más alto cargo en el tribunal de lo contencioso administrativo, personificando la tenacidad y la perseverancia que caracteriza a los tolimenses, en especial en el ámbito jurídico. Durante el 2016 lideró decisiones importantes para el país ante una plena coyuntura histórica, como lo han sido los acuerdos de paz entre la guerrilla de las Farc y el gobierno Santos.

Durante su presidencia, el Consejo de Estado ha tomado decisiones polémicas pero importantes, como tumbar la inhabilidad a Piedad Córdoba para participar en política, anular la reelección de Alejandro Ordóñez Maldonado como procurador; condenar a la Nación por el homicidio del periodista Jaime Garzón y por tomas guerrilleras; decisiones sobre el plebiscito; el denominado ‘fast track’; y las consultas populares en el Tolima, entre otras de impacto político para las regiones.

Por la gestión de Rojas se convocó en Ibagué al XXII Encuentro de la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo, que se cumplió del 19 al 21 de octubre, en el que se reunieron más de 500 jueces pertenecientes al Consejo de Estado y los tribunales del país, evento que fue instalado por el presidente Juan Manuel Santos, quien exaltó al Tolima por ser considerada tierra de juristas, y, por supuesto, la labor de Danilo Rojas.

Sus raíces 

 El Presidente del Consejo de Estado no siempre se codeó con la ‘crema y nata’ de la sociedad. Él nació el 30 de mayo de 1961 en San Antonio, Sur del Tolima, donde estudió primaria en la escuela Jesús María Hernández, y su bachillerato en el colegio José María Carbonell, en el que fue parte de la orquesta, y es recordado por tocar guitarra y cantar boleros; a sus 18 años, de los 12 estudiantes de dicha institución fue el único apto para prestar el servicio militar, por lo tanto se tuvo que desplazar a Bogotá, al batallón en la localidad Puente Aranda. 

Luego de su ejercicio militar, inició estudios de Derecho en la Universidad Libre, y se enamoró de María Lolita Barrera, con quien lleva cerca de 34 años de compañía; después se hizo especialista en Derecho Público y magíster en Derecho de la Universidad Nacional. También ha cursado estudios de especialización en Argumentación Jurídica de la Universidad de Alicante (España), y es especialista en Derecho Administrativo de la Universidad Santo Tomás de Aquino.

Ha trabajado en la Corte Suprema de Justicia, en el Ministerio del Interior y, por supuesto, en el Consejo de Estado, y ha hecho consultorías con la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los DD.HH, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud), la Embajada de Canadá, la Embajada británica y el Consejo Noruego para los Refugiados.

También ha ejercido la docencia en varias universidades del país, ha dictado Derecho Constitucional y Teoría Jurídica, Filosofía del Derecho y Derechos Humanos; y ostentó el cargo de director del Departamento de Derecho de la Universidad Nacional, entre otras labores, pero considera que el principal motor en su vida es su hija, Gabriela Rojas.

Víctima de la violencia

 Rojas Betancourth ha mencionado que en San Antonio vivió los mejores años de su vida, y recuerda con gran sentimiento los 60 y 70, como épocas de paz en su municipio, pero luego, las Farc asesinaron a su tío y a dos primos en su finca; por lo tanto no pudo regresar a su tierra. 

Así, sin tomar posturas polarizadas, considera que el actual proceso de paz es beneficioso para el país, citado las palabras que alguna vez escuchó a su hija Gabriela, “Veo la paz con mente abierta”. En una conversación con EL NUEVO DÍA, aseguró: “Si el perdón que concedo en esos escenarios familiares lleva a la no repetición, estaré feliz de otorgarlo”. 

Rojas aseguró que en 2017 estará de vuelta en San Antonio, ya que fue invitado a participar de los 55 años de la institución educativa José María Carbonell, a la que recuerda como “mi colegio”, y también ha dicho que espera con ansias volver a ver las calles de su municipio que tanto extraña.

Lo que le espera

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En 2017 el Consejo de Estado deberá entregar una terna al Senado para la elección de uno de los cinco magistrados que se sumarán a la Corte Constitucional; ya que de los nueve que conforman dicho organismo, cinco cumplen el próximo año su periodo y es de deber del Consejo de Estado ternar uno de los cargos.

El máximo tribunal de lo contencioso al parecer deberá sortear una presunta tutela que el uribismo planea interponer contra la magistrada del Consejo Lucy Bermúdez, quien en un auto indicó que los promotores del ‘No’ en el plebiscito hicieron la campaña con ‘mentiras al elector’.

La refrendación de los acuerdos de paz y muy seguramente las consultas populares mineras en el Tolima seguirán dando de qué hablar en 2017, por los pronunciamientos a los que se vea invocado el Consejo de Estado, de igual manera ante los fallos a apelaciones que se pueden hacer por procesos contra dirigentes o personalidades del sector público.

Homenajeado

Desde su posesión Danilo Rojas ha recibido distintos reconocimientos nacionales, pero especialmente en el Tolima, donde ha sido exaltado por la Gobernación con la máxima distinción, la medalla Cacique Calarcá; y en la Alcaldía de Ibagué con la medalla Orden Ciudad Ibagué; al igual que han ofrecido reconocimientos la Asamblea, el Concejo de Ibagué, la Jurisdicción Contencioso Administrativa (juzgados y Tribunal) y el Colegio de Jueces y Fiscales del Tolima, la Universidad de Ibagué y la Fundación Musical de Colombia, entre otras entidades.

Dato

Entre los objetivos para el 2017, como presidente del Consejo de Estado tiene previsto avanzar en el proyecto Cultura de Legalidad y Seguridad Jurídica en las Regiones, al igual que en transparencia y rendición de cuentas de los jueces; y Misión Justicia, para diagnosticar los problemas en la justicia colombiana.

Credito
HERYK FARFÁN

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