“Con Trump no esperaría cambios drásticos para Colombia”

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
El embajador ante Estados Unidos, Juan Carlos Pinzón, es un convencido de que el nuevo gobierno norteamericano no representará para Colombia una variación radical en el tipo de relación que han sostenido los países en las últimas décadas.

Por supuesto, el embajador y exministro Juan Carlos Pinzón reconoce que hay expectativa sobre el estilo de trabajo de Trump, pero advierte que es mejor esperar los primeros 100 días de su gobierno para determinar si habrá un cambio relevante hacia nuestro país en el futuro inmediato.

De entrada, confía en que la situación seguirá siendo cordial y de cooperación, pues dice haber encontrado un clima favorable para ello entre algunos integrantes de la nueva administración, en especial del general John Kelly. En el día de posesión de Donald Trump, Pinzón Bueno respondió esta entrevista a Colprensa.

- ¿Cuál es el clima que percibe en EE. UU. en estos días de cambio de Gobierno, particularmente en la colonia latinoamericana?

Sin excepción ni distinción de país o región, todos estamos a la expectativa. En los días previos a su posesión, Donald Trump se mostró un poco más flexible frente a diversos temas y aunque últimamente no ha emitido afirmaciones contundentes respecto a la población latinoamericana en EE.UU., creo que reconoce su importancia y densidad por lo cual será un tema central en su gobierno.

Es importante tener en cuenta que Colombia ha sido un aliado de los Estados Unidos y así debe continuar siendo. Tenemos una relación fuerte, sincera y, lo más importante a recalcar, bipartidista.

- Específicamente, ¿qué piensan los colombianos en ese país acerca del gobierno de Donald Trump?

Es difícil saberlo con certeza; estamos a la expectativa, ya que no se ha pronunciado a profundidad con respecto a lo que será su política exterior con Colombia, pero sabemos que la población colombiana en el territorio estadounidense es importante y seguramente esto entrará a cumplir un papel clave en su agenda con nuestro país.

Somos un aliado estratégico y eso es una ventaja que estamos dispuestos a utilizar, para continuar siendo una población respetada y apreciada en este territorio, como ya miembros del gabinete de Trump han dicho abiertamente. He tenido la oportunidad de reunirme con miembros del nuevo gabinete y en todos he encontrado una gran admiración por la transformación de Colombia en los últimos 15 años.

Por ejemplo, esta semana hablé con el vicepresidente (Mike) Pence y encontré a una persona dispuesta a trabajar con Colombia. ¿Que hay retos? Sí, bastantes, pero acuérdese de que una relación de amigos se basa en la sinceridad y no solo en darnos palmaditas en la espalda; hay que enfrentar los retos con sinceridad y salir adelante.

- ¿Habrá cambios inmediatos o mediatos para Colombia con el nuevo gobierno?

Lo más sensato es esperar los primeros 100 días de gobierno, para dar afirmaciones contundentes, pero por el momento Colombia sigue esforzándose por acercarse al Congreso y al nuevo gabinete, para continuar siendo eje importante en la agenda exterior de los EE.UU.

Tanto la nueva administración como nosotros hemos demostrado total disponibilidad de diálogo y continuación de la relación, por lo que no esperaría cambios drásticos. Hay que esperar para ver cuáles serán las prioridades de su mandato, pero recuerde que hay que ser realistas, muchas veces las cosas que pasan en campaña son muy distintas a lo que realmente es un gobierno.

- ¿Qué puede cambiar en cuanto a la posición de EE.UU. hacia el proceso con las Farc?

El Congreso y miembros de la nueva administración han mostrado su apoyo con cartas y manifestaciones públicas. El proceso busca no solo acabar con la violencia que ha venido aquejando al país por décadas, sino que además apunta a un objetivo mucho más grande: acabar con múltiples causas de la violencia que trascienden la frontera colombiana, como el narcotráfico.

Por esto, creería que la administración de Trump sostendrá el apoyo y la favorabilidad por el acuerdo y, ya que traerá consecuencias positivas para ambos territorios, abrirá nuevos caminos de interacción entre ambas naciones, que antes, por temas de seguridad y conflicto, permanecían inexplorados. EE.UU. es un país que reconoce la importancia del mantenimiento de relaciones bilaterales y Colombia es un aliado cada vez más importante y cuya estabilidad es de gran valor para los norteamericanos.

Frente al tema del posconflicto, tenemos retos muy importantes, por eso el proyecto que en este momento se estudia en el congreso de los Estados Unidos, Paz Colombia, apunta al desarrollo en zonas apartadas, a labores como el desminado y a la continuidad de la transformación del país, lo que es importante para la región. Sin temor a equivocarme, podría decir que Colombia es el aliado de Estados Unidos más fuerte que tiene en la región.

- Ese programa Paz Colombia, ¿podría cambiar con la nueva composición del Congreso, de mayoría republicana?

Estados Unidos siempre ha demostrado un apoyo hacia Colombia. En gobiernos de corte Republicano, como el del presidente George W. Bush, se dieron importantes pasos en el fortalecimiento del Plan Colombia y en el del presidente Obama, con un gobierno demócrata pero con un Senado de mayoría republicana, se amplió este apoyo y se transformó en lo que es hoy Paz Colombia. Lo que esto nos demuestra es el acuerdo de ambos partidos en lo que respecta a Colombia y el tipo de relación bilateral que se quiere sostener y prolongar. Colombia ha cultivado relaciones bipartidistas que hacen que la inclinación política del Congreso no sea un obstáculo para la relación bilateral. En mi tiempo como embajador he sostenido algo más de 150 reuniones con diferentes congresistas, de quienes alrededor de 90 pertenecen al partido republicano.

- ¿Alguno de los puntos esenciales del acuerdo de paz con las Farc podría alterar la relación con EE.UU. en este nuevo gobierno?

Hemos tenido la oportunidad de acercarnos a miembros importantes de la nueva administración para compartirles en detalle el estado de Colombia y decirles en qué consiste el Acuerdo, su implementación y demás inquietudes que surgen frente a un suceso de tal envergadura. Al mantener al nuevo gobierno informado se fomenta el interés y el deseo de apoyar a Colombia en esta nueva etapa de posconflicto, ya que eso trae consigo efectos positivos para los colombianos y para el continente mismo. La percepción generalizada es de respeto y total disposición a reconocer las decisiones de nuestro Gobierno y a continuar contribuyendo al alcance de lo acordado, lo cual no discierne en lo absoluto con la actitud de gobiernos anteriores.

“HAY QUE APROVECHAR EL MOMENTO”

- ¿Cuál cree que será el enfoque de la política antidrogas del gobierno de Trump y qué podría significar eso para Colombia?

Para el Gobierno estadounidense siempre ha sido una prioridad combatir el narcotráfico y lo ha demostrado apoyando iniciativas alrededor del mundo que buscan desmantelar todas las células que se encargan de generar este fenómeno. En el caso de nuestro país, el apoyo bipartidista al Plan Colombia ha sido la principal muestra de interés, que va en total concordancia con los ideales que tiene el Gobierno colombiano de erradicar este mal que tanto aqueja a la Nación. Lo más seguro es que la administración de Trump tenga al narcotráfico como tema central de su agenda exterior e interior y, en consiguiente, conserve el apoyo a las iniciativas conjuntas que se han venido desarrollando a lo largo de los años para acabar con esta perjudicial forma de negocio.

- En el mismo sentido, ¿qué puede cambiar en lo concerniente a las relaciones políticas bilaterales?

Ya se han venido haciendo acercamientos con miembros del nuevo gabinete y se evidencia el reconocimiento y el respeto que tiene por nuestra nación. Creo que el desarrollo de las relaciones políticas seguirá de forma cordial y productiva. Un ejemplo claro es el general John Kelly (excomandante del Comando Sur y nominado para Secretario de Seguridad Interna), quien al referirse a la importancia de la relación con Colombia, en sus intervenciones en el congreso, la definió como una “relación especial” y se mostró convencido de que nuestro país es de la mayor importancia en el hemisferio. Como ministro de Defensa trabajé muy de cerca con Kelly y, por situaciones de trabajo y de cercanía emocional, creamos una buena amistad. Él es un aliado importante en esta nueva administración.

- ¿Cómo espera que transcurra la relación comercial bilateral?

La relación comercial es una de las más relevantes que tiene la nación norteamericana con Latinoamérica, con un mercado de alrededor de 50 millones de habitantes, haciéndonos un país muy atractivo para la inversión extranjera y la c ompetitividad. Donald Trump es primeramente un hombre de negocios, que se ha rodeado para su ejercicio como presidente de muchos individuos expertos en economía y finanzas, quienes son capaces de reconocer la importancia del sostenimiento y el desarrollo de una relación comercial sólida. Colombia tiene toda la disposición de continuar profundizando los lazos económicos con EE.UU. y creemos que las relaciones seguirán moviéndose hacia adelante. Esta semana tuvimos en la residencia de Colombia a alcaldes de diferentes ciudades de Estados Unidos, una muy buena oportunidad, porque cada alcaldía tiene una oficina comercial y equipos con los que podemos abrir más oportunidades comerciales.

- ¿Hay peligro real de que cambien las condiciones vigentes del TLC?

Cada gobierno llega con nuevas prioridades y agendas que quiere sacar adelante, pero tenemos que reconocer la relevancia de nuestro país y los mutuos beneficios que trae esta alianza. Hay que aprovechar el momento para continuar fortaleciendo una relación ya longeva y estable.

- En medio de la expectativa de la que usted habla, ¿cuál cree que debe ser la estrategia del gobierno de Santos hacia Trump?

El Gobierno colombiano debe permanecer en la disposición de diálogo y apertura que ha venido promoviendo ya por muchos gobiernos con respecto a las relaciones exteriores. La transformación de Colombia ha traído beneficios no solo locales, sino también a nivel de todo el hemisferio que impactan directamente a los Estados Unidos y que hacen de Colombia un país no relevante, sino muy relevante en la agenda internacional. La adaptabilidad y capacidad para ajustarnos a distintos tipos de horizontes políticos y sociales han sido características que han hecho la relación entre ambas naciones fructífera y duradera, por lo que será vital la continuación de estas mismas para alcanzar las metas conjuntas.

Credito
COLPRENSA

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