“Nosotros no somos un país petrolero, pero sí somos petróleo dependientes”

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
Aunque el momento actual que atraviesa el sector de hidrocarburos sigue siendo bastante complejo en Colombia, las empresas de servicios petroleros están optimistas del futuro que tendrá esta industria con los cambios significativos que se observan en la actividad petrolera.

El presidente Ejecutivo de la Cámara Colombiana de Bienes y Servicios Petroleros, Campetrol, Germán Espinosa, explicó que, aunque se mantiene cierta inestabilidad en el precio internacional del barril de petróleo, se empiezan a ver signos de recuperación en el sector.

En diálogo con Colprensa, Espinosa fue enfático en que el Gobierno, la industria y los territorios tienen que trabajar de manera conjunta para encontrar las soluciones que requiere el sector en el país, así como para frenar la ola de consultas populares, que podrían afectar la producción a futuro.

- ¿Cómo ven el sector de hidrocarburos actualmente en Colombia?

Somos muy optimistas en el sentido que, si bien salimos de una crisis muy profunda, tal vez la más compleja que hemos tenido en los últimos 15 años, se pudo mantener una franja entre 45 y 50 dólares el barril.

El mercado sigue siendo muy volátil, pero estamos en una franja de equilibrio estable, por lo que empezamos a ver signos de recuperación, tanto a nivel global como en Colombia, donde llevamos 16 meses creciendo en forma continua en el número de taladros.

Por ejemplo, en septiembre cerramos con 91 taladros, de los cuales 31 son de perforación, lo que representa un cambio significativo en términos de la actividad.

Por eso digo que somos positivos de seguir creciendo, pero si no podemos tener al Gobierno y la industria trabajando de la mano con el territorio, no va a ser posible encontrar las soluciones. Estas pasan necesariamente por el territorio.

- Precisamente, ese tema del territorio tiene que ver mucho con la discusión que se viene dando en el país con el tema de las consultas populares. ¿Qué tan preocupados se encuentran con esto que está pasando?

Las consultas populares son una muy buena oportunidad para reflexionar sobre el modelo de relacionamiento que tiene el sector con las regiones, porque por ahí es donde se han presentado los desencuentros y la teoría nuestra es que tenemos que encontrar el diálogo.

Nosotros invitamos al debate abierto, franco, respetuoso, con información veraz, rigurosa, porque en las consultas populares se analizan temas demasiado trascendentales. Allí las comunidades están tomando una decisión que no solo los afecta a ellos, sino a todos los colombianos.

Consideramos que estas no son el problema, es un instrumento garantizado en la Constitución y en eso estamos muy identificados. Lo importante es buscar ese diálogo, ese acercamiento y la manera de construir consensos. Son un instrumento, pero para nosotros son una oportunidad para entrar a escuchar a la gente y ojalá tener un diálogo informado.

- ¿En qué está fallando el Gobierno y la industria en ese relacionamiento con las comunidades, para lograr frenar la ola de consultas populares?

Lo que falta es construcción de confianza y para eso se necesita acercamiento, diálogo, entendernos los unos con los otros y, primero que todo, escuchar. Estamos convencidos que, si escuchamos a la gente y las comunidades en sus reclamos, que están muy fundados, podemos formular con ellos soluciones.

Esto no se puede generar solo desde un sector, nos toca a todos, porque es un conjunto y estas soluciones pasan es por el territorio, eso no los vamos a resolver en Bogotá, eso se soluciona en la región.

- Usted dice que esas decisiones tomadas por las comunidades están afectando a todo el país. ¿De qué forma?

En el tema de consultas populares petroleras se han realizado ocho, hay diez que están en proceso y unas once anunciadas. Por ahora, lo que se ha hecho es en municipios donde no hay una producción petrolera importante. Sin embargo, si se coge todo el espectro de estas consultas, pues pudieran estar comprometiendo por lo menos unos 120 mil barriles por día, que obviamente es un impacto demasiado importante y muy grande para las finanzas nacionales, regionales y locales.

Ahora, lo que si no podemos en un momento dado es llegar a una situación paradójica, como tener que importar un crudo que no podemos pagar teniendo un crudo que no nos dejan producir.

- Además de las finanzas del país también se deben afectar las reservas petroleras. ¿Cómo está ese tema en estos momentos?

Este es uno de los horizontes más críticos que ha tenido el país en toda su historia. Prácticamente tenemos menos de cinco años y ya deberían estar sonando todas las alarmas, porque debemos concentrarnos en el inmediato corto plazo, ya que en el mediano plazo hay trabajo que hacer en la exploración normativa en tierra, y en el largo plazo la frontera exploratoria es el offshore.

- ¿Cuáles son entonces las soluciones en el corto plazo para incrementar las reservas y volúmenes de producción?

La solución es sobre los recursos que ya están descubiertos, porque no hay chance para explorar y descubrir y después ver si es importante.

El primer caso son los proyectos de recobro mejorado, ahí Ecopetrol está ejerciendo un liderazgo muy importante, llevando adelante más de 19 o 20 proyectos, que van a significar producciones muy importantes, dado a los niveles de producción de petróleo en los yacimientos y de los cuales solo hemos podido producir en Colombia un 18 por ciento, que está muy por debajo del nivel global del 35 por ciento.

Con que se aumente el 1 por ciento, son fácilmente unos 200 millones de barriles adicionales.

El otro, son los yacimientos no convencionales y para el aprovechamiento de estos, que son crudos que están atrapados en las fracturas de estas rocas generadoras, pues hay diferentes técnicas de producción y estimulación, como la estimulación hidráulica.

En el corto plazo, esos son los caminos que hay que seguir, trabajar muy duro en la exploración normativa de mediano plazo y trabajar muy duro en la exploración de largo plazo, que es el offshore.

- Pero hay que tener en cuenta que en el país hay cierta prevención frente al tema del Fracking. ¿Cómo estimular un cambio de pensamiento frente a esto?

Mucho de esto es cuestión de pedagogía y por eso venimos adelantando diferentes iniciativas con instituciones profesionales y asociaciones empresariales del sector.

Estos temas hay que hablarlos abiertamente. Toda acción antrópica genera impactos, entonces lo importante es saber de qué tamaño son esos impactos, cuáles son esos impactos, identificarlos y buscar la manera que se puedan prevenir, se puedan mitigar y se puedan compensar. Aquí se necesita información veraz, diálogo informado, hablar las cosas sin tapujos, pero siempre con soportes.

- ¿Cuáles son esos impactos de los que usted habla frente al Fracking?

En este tema hay mucho, pero de las cosas que más se predican es el tema de los acuíferos superficiales que pudieran resultar contaminados. En ese sentido la industria ha evolucionado mucho y hoy en día el diseño de los pozos está encaminado a eliminar esos riesgos de contaminación.

- ¿Y en la exploración offshore, Colombia sí está preparada para ello?

Estoy convencido de que sí, aquí tenemos unas compañías de exploración y explotación de primer orden y son las mismas que están haciendo exploración en aguas internacionales, o sea que tienen experiencia.

Las compañías de servicio igual, pues son las que prestan esos mismos servicios y en Colombia tenemos el conocimiento, la gente en el manejo de ese tipo de cosas. Lo que sí no tenemos es la cadena de abastecimiento debidamente montada y establecida.

- ¿Qué se necesita para establecer esa cadena?

Es un proceso de articulación, de integración y eso se va a ir dando. Tiene que haber actividad, si hay actividad eso se va dando, si no hay actividad pues no se va a poder construir. Pero todo eso tiene que estar enfocado hoy en día a que haya un desarrollo regional sostenible, que toda la plataforma continental del Caribe realmente se constituya en un dinamizador de toda la economía.

- Al comienzo de la entrevista me hablaba del precio del petróleo y el optimismo que había en el sector. ¿Cuáles son esas proyecciones que hacen para el cierre del año y para 2018?

La verdad es que cualquiera que haga una proyección se va a equivocar con absoluta seguridad.

Ahora lo que hay son unos acuerdos hasta abril de 2018, que permiten pensar que vamos a seguir en un equilibrio inestable, pero en una franja entre 45 y 55 dólares el barril, eso es lo que se está vislumbrando, que se mantenga esa franja y ojalá el mercado dé señales de estabilidad y va a depender muchísimo de la disciplina que los productores puedan mantener esas cuotas, porque es una cuestión de mercado.

 

Expo Oil & Gas

- Entre el 22 y 24 de noviembre se va a realizar Expo Oil & Gas, que es un evento organizado por Campetrol. Me imagino que allí se van a tocar todos estos temas de los que venimos hablando...

 Todos estos temas van a hacer parte de la Expo. Este año está diseñado como un encuentro de reflexión y diálogo con todos los actores que tienen que ver con el territorio, porque definitivamente, tal como lo dice nuestro eslogan ‘Creciendo juntos: Gobierno, Industria y territorio’, ese es el objetivo.

Vamos a tener una agenda amplia sobre fracking, offshore y muy especialmente los temas regionales van a estar orientados al tema de las consultas populares y el cambio en el relacionamiento. Es una muestra comercial muy fuerte, una agenda académica de primerísimo nivel y el tema regional, que es el factor diferenciador.

- ¿Allí se le va a hacer alguna petición específica al Gobierno?

 Nosotros hemos formulado una solicitud muy respetuosa y enfática, no solo al Gobierno sino a todos los actores que tienen que ver con el sector, y es establecer un plan de choque que nos permita poder manejar dos objetivos fundamentales que son: seguridad energética y desarrollo regional sostenible. Estamos convencidos que esas dos cosas van de la mano, la una sin la otra, no se puede.

- ¿Cómo articular esos dos objetivos?

 La propuesta es apertura, escuchar, debatir, dialogar, invitamos al debate serio, franco, estructurado, mediante el diálogo informado. Si nosotros logramos abrir esos espacios y comunicarlos, ya hemos dado un paso fundamental y la industria está dispuesta a colaborar en todo lo que se pueda. Y ojalá dejemos de depender tanto del petróleo: nosotros no somos un país petrolero, pero sí somos un país petróleo - dependiente.

 

Frase

"Lo que si no podemos en un momento dado es llegar a una situación paradójica, como tener que importar un crudo que no podemos pagar teniendo un crudo que no nos dejan producir", Germán Espinosa.

Credito
COLPRENSA

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