La mesa tripartita, que iniciará el próximo 5 de diciembre y que estará conformada por los empresarios, los sindicatos y el Ministerio de Trabajo, adelantará las conversaciones buscando llegar a un acuerdo para que el incremento no sea decretado por el Gobierno, como en los últimos años.

La ministra de Trabajo, Griselda Janeth Restrepo, quien enfrenta su primera negociación de salario, le dijo a Colprensa que el Gobierno es optimista con las conversaciones y esperan que el resultado sea positivo.

“Estoy llena de optimismo, ya hemos iniciado algunos diálogos con las centrales obreras y vamos a empezar a convocar a la comisión, que es necesaria, para poder evaluar cómo ha estado el tema de productividad del país. Haremos los mejores esfuerzos en esa mesa de concertación para encontrar una fórmula que sea positiva para todos los colombianos”, aseguró Restrepo.

A tres semanas de que comiencen las discusiones, ya son varias las propuestas de aumento que se han develado. Como la de la Confederación General Trabajadores (CGT), que planteó un incremento del 10%, es decir de 74.509 pesos. O la de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la cual propuso que debe ser del 12%, porque el salario ha perdido su capacidad adquisitiva frente a la canasta familiar.

Con estas propuestas, el salario mínimo que devengan cerca de 1,7 millones de colombianos quedaría entre 812.000 y 826.000 pesos.

Por otro lado, están los empresarios, quienes han manifestado que no llegan a la mesa con una propuesta concreta teniendo en cuenta la situación económica que atraviesa el país. Sin embargo, consideran que el aumento debe ser cercano a la inflación, que para este año sería del 4%.

Para el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), Guillermo Botero, este ha sido un año difícil en materia económica, en parte por la reforma tributaria que afectó al comercio y la generación de empleo.

“Este ha sido uno de los años más difíciles que hemos tenido en mucho tiempo. Tuvimos un pésimo año en el 2009 debido a la crisis americana, los bonos basura y la quiebra de Lehman Brothers que impactó a toda la economía de todo el mundo. En una situación boyante como la que tiene Estados Unidos en este momento, en donde Wall Street está creciendo a unos niveles significativos, Colombia es un país que tiene una economía deprimida”, señaló Botero.

Con esta postura concuerda el presidente de la CUT, Luis Alejandro Pedraza, quien dijo que “este año los salarios han decrecido en su capacidad adquisitiva y parte de esto es porque tenemos la reforma tributaria con 19% del IVA. Esto lo ha venido diciendo Fenalco, que se cayó el comercio y la generación de empleo en este sector”, explicó Pedraza.

Por su parte, el presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex) y miembro del Consejo Gremial, Javier Díaz Molina, indicó que la discusión de este año va a estar difícil por los resultados económicos que viene teniendo el país.

“Uno quisiera ser lo más generoso pero no está fácil, porque la economía no está mostrando buenos síntomas y por eso va a ser complicada la discusión del salario mínimo. La tendencia de inflación es hacia la baja y por lo tanto la expectativa no es tener un aumento del salario muy por encima de lo que ha sido la inflación causada, de lo que se ha perdido en materia de poder adquisitivo del salario”, manifestó Díaz.

Además, el directivo gremial aseguró que la propuesta de los trabajadores no está teniendo en cuenta diferentes factores. “Entendemos que los trabajadores van a querer un aumento mucho más arriba de la inflación, pero hay que entender que la economía no está en su mejor momento”.

Salario diferencial por regiones

Hace unos días, varios investigadores del Banco de la República sorprendieron al proponer un salario mínimo diferencial por regiones que permita enfrentar la informalidad e inequidad, una propuesta que no fue acogida por la CGT, porque considera que esa división de salarios en el país no es conveniente.

“Es absolutamente inaceptable eso es balcanizar el salario. Lo que la CGT plantea es que el único departamento en donde debe existir un salario diferencial es en San Andrés y Providencia, cuyos productos son importados y por eso su costo es mayor. No es justo que la isla tenga un salario igual al resto del país. Esa es la única excepción que planteamos”, explicó Gómez.

Para la ministra de Trabajo, la propuesta del Emisor tiene que ser analizada para ver su conveniencia. “Tenemos que analizar con los expertos los estudios del Banco de la República y ver si sería una buena fórmula. Esto nos obliga a sentarnos a revisarlas y estudiarlas y vamos a trabajar desde el ministerio en ese sentido”, indicó Restrepo.

Esto mismo considera el presidente de Analdex. “Es una propuesta que debemos analizar, estamos a tiempo de tener unos elementos mucho más detallados para que una medida de esta naturaleza sea factible, porque vemos que el costo de vida entre una ciudad como Bogotá y un pueblo o ciudad intermedia es distinto”, aseguró Díaz.

El papel de la mesa de concertación

Muchos sectores se han preguntado el papel que tiene la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales del Ministerio de Trabajo, en donde en escasas oportunidades se ha logrado llegar a un acuerdo sobre el aumento salarial.

En los últimos 20 años, lo que tiene de creada la figura, tan solo se ha logrado conciliar el incremento del salario en cuatro oportunidades: en el año 2000, cuando se incrementó en 9,96% el salario para el 2001; en el 2003, cuando fue del 7,83% para el 2004; en el 2005, con el 6,95% para el 2006; y finalmente en el 2013, cuando se anunció un alza de 4,5% para la vigencia del 2014.

Sobre el funcionamiento de la comisión, el presidente de la CUT indicó que el sindicato ha sido escéptico con la negociación y no considera que este año se llegue a un acuerdo sobre el incremento salarial por las previsiones que han hecho los empresarios y el Gobierno.

“No creo que podamos tener un salario mínimo por acuerdo, los empresarios han hecho sus respectivos cálculos y han anunciado que el aumento va estar rodeando el 5.7%. De ser así, es una propuesta por debajo de las perspectivas del IPC. De tal manera que llegamos con una seria preocupación por ese anuncio”, manifestó Pedraza.

El líder sindical también aseguró que no son optimistas por la consideración del ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, de que el aumento no puede estar por encima de la inflación causada porque genera desempleo.

Por su parte, el presidente de Fenalco dijo que “el ambiente es bueno, porque el año pasado de no ser por la intervención del Gobierno, entre el sector empresarial y trabajador se hubiera logrado un acuerdo”.

Análisis

El director del Centro de Estudios Económicos de la Escuela Colombiana de Ingeniería, Eduardo Sarmiento, aseguró que el aumento salarial debe estar alrededor de 2 o 3 puntos por encima de la inflación.

“Los sindicatos siempre han estado por encima, han hablado de más o menos 10% o 12%. Es justo, pero es excesivo dadas las condiciones de la economía. De manera que para ellos sería bueno que esa propuesta se tradujera en un 6% o 7%”, explicó Sarmiento.

El analista también señaló que a la mesa de negociaciones los trabajadores siempre llegan con propuestas extremas para luego bajarlas. Sin embargo, consideró que esta vez el aumento salarial también será decretado por el Gobierno.

“Yo no veo muy dispuesto al Gobierno a dar ajustes más allá del 1% o 2%. Si pueden llegar a un acuerdo, la situación sería mejor, pero por la actitud del Gobierno no parecería fácil que la concertación final se diera. Lo que se va a tener es un ajuste por encima de la inflación del 1% y repetiremos la historia de que el aumento salarial será por decreto”.

Para el experto, la propuesta de los empresarios se aproxima más a la del Gobierno y esto genera que no haya un arreglo entre las partes y se imponga una cifra por debajo de lo que piden los trabajadores.

El analista recordó que la mesa de concertación no ha funcionado y tiene un proceso largo de negociaciones que han sido infructuosas, por lo que es necesario mirar su futuro.

“Yo creo que es necesario un cambio porque la decisión de concertación no puede ser definida totalmente por el Gobierno. Es necesaria una reglamentación para que quienes definan el incremento sean realmente los trabajadores y empresarios, con alguna coordinación del Gobierno, pero no como en los últimos años en donde este la asume en un 80%”.